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Así fueron las 72 horas más complicadas de Ancelotti en el Real Madrid: "No soy el más tonto..."

El italiano revisó la final de la Supercopa con su staff, conversó con los jugadores sobre lo ocurrido, se reunió con el director general del club para hablar de refuerzos y ofreció su rueda de prensa más áspera en el Real Madrid

Carlo Ancelotti tras perder la final de la Supercopa de España entre el Real Madrid y el Barcelona, en Yeda, Arabia Saudí.

Carlo Ancelotti tras perder la final de la Supercopa de España entre el Real Madrid y el Barcelona, en Yeda, Arabia Saudí. / EFE/Alberto Estevez

Fermín de la Calle

Fermín de la Calle

El pasado lunes la plantilla del Real Madrid aterrizó en el aeropuerto de Barajas, tras más de seis horas, sobre las 7 de la mañana con una paliza física y tocados anímicamente tras la goleada encajada ante el Barcelona en la final de la Supercopa en Yeda. Carlo Ancelotti, como era de esperar, dio libre el lunes para descansar y enfriar los ánimos, además de para volver a visualizar el partido ante el Barça con su staff y sacar conclusiones de lo ocurrido sobre el césped del King Abdullah. Las imágenes dejaron en evidencia el compromiso individual de sus hombres de ataque, especialmente de Vinicius y Rodrygo, que se desentendieron de las coberturas en las subidas de los laterales del Barça. La pizarra de Stephan Nopp y Michael Hansemann, los analistas de Flick, desnudó las carencias blancas, poniendo el foco en la pereza defensiva de los brasileños y la vulnerabilidad de la zaga madridista, con Lucas y Tchouameni ejerciendo de parches en la línea defensiva.

Lunes: vídeo y llamadas

El lunes, como se esperaba, fue un día duro para los blancos en las portadas de los diarios, los informativos y las tertulias radiofónicas. Los aficionados vertían su indignación por la indolencia de los suyos en las redes sociales, y Florentino también era señalado por su complicidad con Joan Laporta durante lo ocurrido en la Supercopa y la cautelar del Gobierno para Dani Olmo y Pau Víctor.

El lunes por la tarde y el martes los teléfonos no dejaron de sonar en Valdebebas y el Bernabéu. José Ángel Sánchez y un comedido Florentino Pérez evaluaban una situación que trascendía a la goleada aislada en un partido ante el máximo rival. Nueve goles en dos ‘clásicos’ y derrotas en todos los encuentros de exigencia de la temporada: Liverpool, Milan, Barcelona en el Bernabéu, Lille, Athletic en San Mamés, Barcelona en la Supercopa... El equipo ha perdido su aura y en defensa es muy vulnerable, sobre todo en partidos de ritmo alto. Lo de la defensa, por más que le cueste admitirlo al presidente, ya lo había advertido Ancelotti el verano pasado tras la llegada de Mbappé y Endrick: “Hay demasiados delanteros y faltan defensores”.

Martes: entreno y noticia sobre Xabi

El técnico se volvía a ver las caras con los jugadores, con los que tuvo una charla más seria de lo habitual. Después el equipo realizó la primera parte del entrenamiento en el gimnasio de la Ciudad Real Madrid y más tarde saltaron al césped, donde realizaron rondos, ejercicios tácticos y de posesión, y el tradicional partidillo final. Valverde, Bellingham y Mbappé se quedaron dentro de las instalaciones y no saltaron al césped, Vallejo trabajó fuera en solitario y Camavinga no se entrenó por un proceso gripal. Pocas palabras y caras serias en una sesión en la que el técnico quería conocer el estado de los tocados de cara a la cita del jueves en Copa ante el Celta.

La jornada terminó con la publicación de una noticia que no sorprendió a Ancelotti. EL PERIÓDICO DE ESPAÑA informaba al cierre de la edición que el Real Madrid había atado el desembarco de Xabi Alonso en el Bernabéu el próximo verano, lo que confirmaba las sospechas del italiano y su entorno sobre los movimientos del club a sus espaldas respecto a su continuidad. La prueba de esas sospechas es el mensaje alto y claro que Carletto mandó desde Italia al club en una entrevista concedida a ‘Radio Anch'io Sport’ en las vacaciones navideñas: “Tengo dos años más en el Real Madrid, pero los contratos, además de romperse, se pueden alargar”.

Miércoles: reunión con JAS y tensa rueda de prensa

Si el martes acababa movido, el miércoles se convirtió en una de las jornadas más tensas que se recuerda para Ancelotti. Para empezar el técnico se vio las caras con el director general, José Ángel Sánchez (JAS). Encima de la mesa aparecían dos temas: la autopsia de la goleada ante el Barcelona y la posibilidad de cerrar la llegada de algún refuerzo en enero. De lo primero no hubo mucho que hablar, Carletto ofreció su diagnóstico y e incidió en la necesidad de reforzar la defensa, especialmente el lateral diestro. Pero ahí llegaban las malas noticias. Según fuentes del club consultadas por este medio, el dirigente confirmó al italiano que el intento de acelerar la llegada de Trent Alexander-Arnold a enero no había sido atendido por el Liverpool. Florentino, que ha adoptado como modelo de fichaje traer jugadores libres pagando la prima de fichaje (Alaba, Rudiger, Mbappé... Alexander-Arnold o Davies), estaba dispuesto a hacer un esfuerzo y pagar una cantidad de hasta 25 millones para adelantar el desembarco del lateral inglés. Pero Anfield dio un portazo y Ancelotti tendrá que afrontar el resto de la temporada con Lucas y Valverde.

Finalizada la charla con JAS, en la que el técnico recibió la mala noticia, se celebró un entrenamiento tras el que estaba programada una rueda de prensa del entrenador, al ser día de previa de partido. En este caso del que le mediría este jueves al Celta en el Bernabéu en los octavos de Copa (21:30). Carletto compareció con un semblante muy serio. Mediada la rueda de prensa se cuestionó si el problema en Yeda fue la falta de compromiso defensivo de los atacantes. Pero si la prensa quería nombres, se equivocaba de persona porque en los códigos futbolísticos del de Reggiolo no aparece señalar individualmente a cualquiera de sus jugadores. “La falta de compromiso fue colectiva, no individual. Mi evaluación del partido es que fue un mal partido defensivo en todas las líneas, no solo atrás”. La tensión aumentó cuando otro periodista le preguntó si había un problema de actitud. Entonces Ancelotti se revolvió respondiendo con una aspereza inusual: “Esto es una rueda de prensa, no un debate. El debate ya lo he hecho con mi cuerpo técnico y mis jugadores para buscar la mejor solución posible. Este no me parece el sitio más indicado para abrir un debate”.

Ancelotti: “No soy el mejor, pero tampoco soy el más tonto”

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Y luego llegó otro de los momentos más significativos de su comparecencia. Preguntado si el Real Madrid necesitaba un refuerzo en este mercado de enero, Carlo respondió de forma tajante: “No te contesto a eso”. No dijo que sí, pero tampoco que no. En el ambiente quedó la sensación de que elegía la callada por respuesta de forma intencionada. La respuesta no era casual. Sobre todo cuando minutos después matizó su sospechoso silencio: “No hemos cambiado de idea respecto al mercado. Hablamos con el club para tener el equipo más competitivo y no voy a hablar aquí de lo que hablamos en nuestras reuniones”. Especialmente cuando la reunión con el director general aún estaba caliente...

Ancelotti trató de quitarle hierro a los encontronazos con un titular amable (“No es difícil ser Carlo Ancelotti”), pero se marchó rematando la rueda de prensa con otra declaración que sonó a mensaje para las redacciones de los medios y, sobre todo, para los despachos del club donde se está cocinando su salida y la llegada de Xabi Alonso. “Un día eres el mejor del mundo y el otro eres el más tonto. No sigo la onda de la crítica. Afortunadamente, tengo la experiencia para tener el equilibrio necesario y no seguir esa onda. Si la sigues, no sabes quién eres. No creo que sea el mejor, pero tampoco soy el más tonto”. Y se levantó y se fue con el semblante serio y cara de pocos amigos poniendo fin a la rueda de prensa más áspera de esta segunda etapa como técnico del Real Madrid. Las aguas bajan revueltas en la ‘Casa Blanca’.