SUPERCOPA | REAL MADRID 2 - 5 BARÇA

Vinicius se pierde en Arabia: 16 fallos y una sustitución incómoda para el jugador con más tarjetas del Real Madrid

El brasileño estuvo desaparecido en un 'clásico' en el que pudo ser expulsado tras pisar a Koundé después de recibir la enésima amarilla por protestar

Vinicius le da la mano a Raphinha, su compañero en la selección brasileña, después del 2-5 de la Supercopa.

Vinicius le da la mano a Raphinha, su compañero en la selección brasileña, después del 2-5 de la Supercopa. / EFE

Denís Iglesias

Denís Iglesias

"Es muy difícil ser Vinicius", se afana en repetir Carlo Ancelotti cada vez que su estrella se ve envuelta en un episodio polémico. Y lo cierto es que es difícil que el Real Madrid tenga éxito cuando uno de sus jugadores más desequilibrantes se borra del mapa, como ocurrió en la dura derrota contra el FC Barcelona en el 'clásico' de la Supercopa. Solo comparecieron en la resistencia contra el atropello del 2-5 Courtois en primera instancia y Mbappé con un gol, además de provocar después la expulsión de Szczesny. Nada que ver con un sustituido Vinicius, quien cometió 16 pérdidas de balón.

Un inicio de 2025 para olvidar

El brasileño perpetró un mal partido que va en sintonía con los que ha firmado desde el inicio de 2025, que no ha sido nada positivo para él. Arrancó con la expulsión frente al Valencia que le permitirá oxigenarse en los dos siguientes encuentros de Liga frente a la UD Las Palmas y el Real Valladolid. No los jugará después de la sanción de dos partidos que le impuso Competición. Una penalización recurrida por el Real Madrid, quien en su alegación considera que su jugador volvió a ser objeto de insultos racistas y que el VAR no mostró la secuencia completa con Dimitrievski a Soto Grado.

Vinicius pidió perdón a sus compañeros, que remontaron sin él en el campo. Contra la Deportiva Minera su aparición fue testimonial, para recibir el aplauso de Cartagonova, uno de los pocos campos en los que ha sentido cariño de visitante. En la semifinal de la Supercopa frente al Mallorca volvieron los problemas. Cayó en la trampa de Maffeo, quien consiguió sumar un capítulo más a los combates que ha mantenido con el ganador del The Best, pero el segundo en el Balón de Oro, una espina que todavía sigue clavada. No pudo marcar ni asistir en el 3-0, como tampoco logró ser decisivo en la final de la Supercopa ante el Barça.

Frente a los bermellones, Vinicius fue más protagonista por el duelo particular con Maffeo y el enfrentamiento posterior en el túnel de vestuarios. Su temperamento sigue siendo un arma de doble filo. Tras la expulsión de Mestalla tuvo que ser retirado por Rüdiger cuando se iba a por el colegiado, que no registró este incidente en el acta arbitral, decisiva para que no le cayese una sanción mayor, de cuatro partidos, que le habría impedido estar en la Supercopa. Finalmente, viajó a Arabia Saudí, el país que le ha tentado y sigue haciéndolo por una oferta millonaria que ha escuchado. Hasta ahí.

Un cambio que iba para Bellingham

De hecho, durante la final se produjo un desenamoramiento entre el público de Yeda y el Real Madrid, cuando Ancelotti decidió cambiar a Vinicius en el minuto 76 en una sustitución confusa e incómoda. Los rótulos anunciaron en primera instancia que Bellingham iba a ser el jugador sustituido. El inglés fue otro de los que firmó un encuentro pésimo, en el que se mostró superado por completo y con dejes de mala actitud que arrastra desde hace tiempo. Con el cartelón para los cambios ya preparado, el asistente dio marcha atrás y apareció el '7' de Vinicius, reemplazado por Brahim.

El brasileño torció el gesto, miró hacia abajo y caminó lentamente hacia el banquillo. Se fue con una asistencia en su expediente, la que logró tras el robo a Casadó en el gol de Mbappé. Inició la estampida contra el Barça, aunque estuvo a punto de malograrla al cruzarse con el francés, que aprovechó el caos para definir a la perfección. Ahí el Real Madrid se las prometía muy felices. Era el contexto en el que tantas veces se había visto: gol a favor después de salvarse con dos intervenciones clave de Courtois. No fue el día y sufrió en carne propia su habitual recurso de la remontada.

Vinicius, en el banquillo, tras ser sustituido en la final de la Supercopa.

Vinicius, en el banquillo, tras ser sustituido en la final de la Supercopa. / EPE

En la acción revisada por el VAR que desemboca en la expulsión de Szczesny, Vinicius volvió a demostrar su impaciencia al protestarle a Gil Manzano una decisión que estaba siendo revisada. En el primer partido de la Liga, también contra el Mallorca, el extremo parecía haberse aprendido la modificación del reglamento que solo permite a los capitanes hablar con los colegiados. Cuando Soto Grado intentó conversa con él, le dijo: "Yo no puedo, habla con Dani (Carvajal)". Le duró poco la sistematización de los diálogos en el campo.

El que más tarjetas ve, la mayoría por protestar

En lo que va de temporada, Vinicius es el jugador que más tarjetas ha visto en el Real Madrid: nueve amarillas, la mayoría por protestar, y una roja, la de Mestalla, tras empujar a Dimitrievski en otro partido de reiteradas quejas. Gil Manzano le exoneró de la roja en Yeda después de pisar por detrás a Koundé en la zona del talón de Aquiles que le habría costado la segunda amarilla. Para ponerlo en comparativa con el resto de la plantilla: Luka Modric y Lucas Vázquez, con siete y seis amarillas, son los siguientes en la dicotomía de las tarjetas del Real Madrid, el equipo que más amonestaciones ve en Europa, pero el segundo, después del Barcelona, que menos recibe en Liga.

Vinicius se quedó en el banquillo mirando cómo sus compañeros eran incapaces de generar un atisbo de remontada ante un equipo con diez jugadores. La frustración tras un partido en el que solo completó un 58% de pases precisos (11/19) y apenas completó un regate exitoso. Esto, sumado a su falta de implicación ofensiva, como es habitual en entre los delanteros del Real Madrid, dejó apagado al brasileño en Arabia en la que fue su peor final, un territorio decisivo en el que se había mostrado infalible, con ocho goles y cinco asistencias (sumará la del domingo).