FÚTBOL (SUPERCOPA): REAL MADRID 2-BARCELONA 5
El Barça de Lamine y Raphinha humilla a un lastimoso Real Madrid en la Supercopa
El prodigio azulgrana, autor de un gol, lideró a los suyos mientras el brasileño sumaba dos tantos, a los que se añadían los de Lewandowski, Bade, Mbappé y Rodrygo

Los jugadores del Barcelona celebran el título de la Supercopa en Yeda / RFEF
La Supercopa es una competición de escasa jerarquía, pero con finales de enorme trascendencia que suelen tener efectos secundarios. A Ernesto Valverde lo despidió Bartomeu siendo líder en Liga tras perder una final de la Supercopa con el Atlético de Madrid y el principio del final de Xavi comenzó tras un (4-1) en otra final de este torneo. La goleada en esta pasará factura a Ancelotti en un Real Madrid que fue un muñeco en manos del Barça hasta que los culés se quedaron en inferioridad, pero para entonces ya ganaban (1-5). La final deja víctimas colaterales: el propio Ancelotti, Lucas Vázquez y Tchouameni, Florentino Pérez por la pésima planificación defensiva de su plantilla... Mientras que salen encumbrados Hansi Flick y su propuesta de fútbol total, el majestuoso Lamine Yamal, un Raphinha insaciable...
Defender con defensas que no lo son
“En las finales hay que defender bien porque se deciden por detalles”, adelantó Ancelotti. Y llevaba razón. No sabía hasta qué punto. El italiano plantó un bloque bajo compacto para tapar sus vergüenzas defensivas. Y a eso le añadió el mejor factor corrector del fútbol mundial: Thibaut Courtois. Noventa segundos tardó Lamine en hacer trabajar al belga tras recuperar una pelota gracias a la presión alta de Flick. A los cuatro minutos Raphinha dejó en evidencia a un Lucas Vázquez que queda retratado cada vez que se mide a un delantero de enjundia. El azulgrana le madrugó un centro y sacó un testarazo que Courtois salvó milagrosamente.
Aún resoplaba aliviada la parroquia blanca cuando en la siguiente jugada Vinicius robó a Casadó y puso en carrera a Mbappé. El francés desató una de sus características estampidas que Balde defendió mal y el galo terminó batiendo a Szczesny. Otra final, otro gol de Kylian. El Barça, que proponía un tiroteo se disparaba en el pie, pese a que tres minutos más tarde Raphinha volvía a desperdiciar otra ocasión clamorosa. El escenario era reconocible: pelota en pies azulgranas y los blancos atrincherados esperando su momento.
Pero si Mbappé es desequilibrante, Lamine es el jugador más parecido a Messi que vamos a ver. El prodigio culé desató la tormenta perfecta y en poco más de veinte minutos el Barcelona pasó de remontar a sentenciar la final. A los 22 minutos Lewandowski crujió las vértebras de la zaga blanca con un pase de primeras a la espalda de Mendy. Allí apareció Yamal para recortar a un Tchouameni que acudía despavorido al corte y rematar con parsimonia embocando la pelota por el único lugar al que no llegaba Courtois.
El Barça atacaba de forma desaforada y en una jugada sin aparente peligro Gavi persiguió en el área un balón rechazado por Mendy. Camavinga se cruzó levantando la pierna y derribó al azulgrana. Penalti que advirtió el VAR a un distraído Gil Manzano que no se enteró lo que pasaba en la final. El lanzamiento de Lewandowski no dio ninguna opción a Courtois, que se lanzó al lado correcto, pero la pelota ya había pasado. Se relamía las heridas el Madrid cuando solo tres minutos después Koundé insistió en el agujero que había entre Tchouameni y Lucas Vázquez, algo trabajado por Flick en la pizarra. Centró el lateral y Raphinha se lanzó como una pantera a rematar un balón al que no llegó Courtois. Tres goles en 17 minutos que confirmaban que por alinear a un jugador en defensa y llamarle defensa no es defensa, como pretende hacer creer el Real Madrid. El Barça sacaba petróleo de ello.
La magia de Lamine y el hambre de Raphinha
La puntilla llegó en el descuento. Un córner sacado por el Madrid con una jugada ensayada para que Valverde apareciera al borde del área terminó cortocircuitada por los culés, que armaron un contragolpe que concluyó con Raphinha asistiendo a Balde, sin noticias de Tchouameni o Lucas, para marcar el cuarto. Cuatro goles en una parte del Barça al Real Madrid, como en el 'clásico' del Bernabéu. El entusiasmo de la muchachada azulgrana volvía a laminar a las acomodadas estrellas blancas retratando el clamoroso desequilibrio de la plantilla diseñada por Florentino Pérez.
No empezó mejor para los intereses blancos, porque Rodrygo estrelló una volea segundos antes de que Raphinha, en el minuto 52, volviese a explotar la debilidad del flanco de Lucas y Tchouameni marcando el quinto. Ancelotti, que pagará los platos rotos de esta humillación, no pudo disimular más lo evidente y sacó del campo a Lucas mandando a Valverde al lateral, subiendo a Tchouameni al pivote y metiendo a Asencio en el campo. Manita en un partido en el que no dejaban de pasar cosas. En el 55 otra estampida de Mbappé acabó con el galo por los suelos al ser zancadilleado por Szczesny. Roja al portero polaco y en el lanzamiento lo clavó en la escuadra Rodrygo poniendo el 2-5 con media hora por delante en inferioridad de los azulgrana.
Los azulgranas se pertrecharon ante su área dispuestos a defender la renta y el partido pasó de la tormenta perfecta culé a un asedio blanco estéril que no terminó de generar oportunidades de gol. Además, la gestión de la segunda mitad dejó algunas decisiones que van a traer cola como la sustitución de Vinicius, rebajando sus galones al dejar en el campo a un Mbappé tocado en el tobillo y a un Bellingham intrascendente. Cara de pocos amigos del brasileño, que no cuajó un partido llamativo, con el que los saudíes siguen coqueteando para sacarlo del Real Madrid. Y así acabó un partido que anuncia mar de fondo en un Real Madrid que volvió a ser humillado por el 'clásico'. Calienta Solari...
- San Cristóbal, el pequeño tesoro secreto de la arquitectura madrileña a la sombra de Madrid Nuevo Norte
- La obra de El Greco que estuvo oculta 280 años y ahora se encuentra a escasos metros de la Puerta del Sol: 'Es un tesoro en el corazón del Madrid histórico
- Por qué todo el mundo habla de David Tennant en los Premios Bafta: 'Estoy preocupado, he dicho su nombre tres veces
- El grito de auxilio del último pueblo sin calles asfaltadas de Segovia: 'La ambulancia casi no puede entrar cuando llueve
- El examen que indigna a los alumnos de Psicología de la UNED: 'Jugar con cocinitas es esperable en niñas, no en niños
- El hombre que construyó un pueblo él solo y ahora es la mayor escultura al aire libre del mundo: 'Me fui liando
- RTVE contrata a familiares de cargos de UGT pese a haber suspendido la oposición para ese puesto
- Qué fue de… Alfonso Díez, el palentino que se convirtió en tercer y último marido de la duquesa Cayetana de Alba