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Giménez ya no es de cristal y el Atlético lo agradece volviendo a ser el equipo menos goleado de LaLiga

El central uruguayo ha jugado más que nunca en el primer tramo de temporada tras llegar a diciembre sin lesionarse, algo que no ocurría desde la temporada 2017/2018

José María Giménez celebra un gol con el Atlético.

José María Giménez celebra un gol con el Atlético. / EFE / Kiko Huesca

Daniel Gómez Alonso

Daniel Gómez Alonso

Que José María Giménez es un central de la más absoluta élite cuando está sano es algo que pocos se atreven a negar. El problema, recurrente hasta lastrarle física, lo obvio, pero también mentalmente en los últimos años, es que eso no ha ocurrido con regularidad en las 11 temporadas lleva jugando en el Atlético de Madrid. "Lo paso mal, que sepa la gente que también lo paso mal como cualquier persona que se lastime y no puede hacer su trabajo", llegó a reconocer hace justo ahora un año, señalando a "la ansiedad" como "el desencadenante de mis problemas". Esos que, por fin, parece haber dejado atrás.

Porque la realidad, su realidad actual, es otra bien distinta, y mucho más que positiva, para él. Y en consecuencia, para un Atlético que en lo defensivo nota, y mucho, cuando puede contar con él. Algo que está ocurriendo, más que nunca, esta temporada, y sobre todo en la buena racha que ha protagonizado el último mes. En sus 11 años como rojiblanco, nunca antes había jugado 16 partidos (serán 17 de cumplirse su previsible titularidad ante el Valladolid) antes de llegar a diciembre. De hecho, y según recogen desde el canal de Youtube Atlético Stats, es la primera vez desde 2017, cuando no era tan indiscutible en los onces, que llega a estas fechas sin ninguna lesión.

En toda su estancia en Madrid (llegó en la temporada 2013/2014), solo ha logrado encadenar en dos ocasiones un periodo tan largo de partidos sin lesionarse, y en ambas se quedó en 16, por lo que si nada se tuerce a última hora, en Valladolid logrará su mayor racha de continuidad. Solo en las temporadas 22-23 y la 21-22, además de la 15-16, se quedó tan cerca de la marca de partidos seguidos actual.

145 partidos lesionado en 11 años

15 jugó hasta diciembre en las dos primeras y 14 en la otra. En el otro lado de la balanza se quedan los solo cinco de la 2014/2015 (la última temporada de Miranda), los cinco de la 2016/2017 (cuando ya era pareja de Godín en la línea defensiva del Cholo) y los seis de la 2020/2021. Una losa, tanto en el cuerpo como en la cabeza, que ahora parece olvidada, y que ha coincidido, casualidad o causalidad, con la salida del Profe Ortega y la llegada de Luis Piñedo como nuevo preparador físico.

Se dice pronto. 145 partidos se ha perdido el charrúa por lesiones, la mayoría musculares, en su trayectoria como rojiblanco. En total, 40 percances, o parones, que no le han permitido explorar todo el potencial que tenía dentro. Ese que está sacando ahora, seguro que tocando madera para que la situación siga como está. Y también lo hará el Atlético, que ve como su situación cambia radicalmente cuando puede contar con su tercer capitán con regularidad. En las 14 jornadas que van de Liga, apenas ha encajado 8 goles (el que menos del campeonato), reencontrándose con su versión más sólida, esa que le permite competir más allá de la vistosidad de su juego.

Lo saben todos, el primero un Simeone que pasara lo que pasara siempre lo ha tenido entre su guardia pretoriana. Y que nunca le ha dejado separarse a un Giménez, por otro lado, agradecido al club. "La mayor parte de mi vida consciente la pasé aquí. Con 18 años llegué, el club es el club de mi vida, es la realidad, soy hincha del club, he tenido ocasiones de salir, pero prioricé el club por encima de otras cosas, la gente del club lo sabe, me enorgullece saber que fue así y mi familia me apoyó en mis decisiones".

José María Giménez despeja de cabeza en el Betis-Atlético de Liga.

José María Giménez despeja de cabeza en el Betis-Atlético de Liga. / Julio Muñoz (EFE)

A la espera de Le Normand

Sostiene el fuerte Giménez de una defensa que había empezado como un muro en los primeros partidos en los que estrenó asociación con Robin Le Normand. Hubo un antes y un después, de hecho, en el momento en el que el central de la selección española cayó lesionado tras un golpetazo cabeza con cabeza con Tchouameni en el derbi de octubre que aún lo mantiene fuera de los terrenos de juego.

Aunque se apuntaba a que podría volver en Valladolid, el Atlético mantiene la cautela y la reincorporación al día a día sigue siendo progresiva. Ya trabaja con el grupo, pero todavía está limitado en ciertos aspectos, como los remates de cabeza. De hecho, en las últimas sesiones ha ejecutado cabezazos suaves con los preparadores, pero en las jugadas rutinarias de la práctica siempre remataba con el pie

Así las cosas, la semana que viene, con el duelo en Copa ante el Cacereño, asoma en el horizonte como un momento asumible para entrar en competición, quizás con unos minutos el jueves. Y el domingo 8 de diciembre, con el duelo ante el Sevilla en el Metropolitano. Mientras tanto, a la espera de su nueva mano derecha, Giménez sostiene el fuerte y espera ansioso a dar continuidad a una pareja con la que el Atlético aspira a ser lo que fue durante una década. Una roca.