El enésimo resurgimiento de los Golden State Warriors: segundos en el oeste y la mejor 'Unidad B' de la última década

Muchos parecían haberse olvidado de ellos, pero los Golden State Warriors están más vivos que nunca. El pasado 22 de octubre arrancó la temporada en la NBA y el equipo de Steve Kerr no ha podido tener un mejor arranque. En su undécima temporada al frente del equipo de la Bahía de San Francisco, Kerr parece haber recuperado a un equipo que estaba destinado a desmembrarse. La traumática salida de Klay Thompson en verano hacía presagiar que la etapa dorada de los Warriors estaba más cerca de acabar que nunca, pero, actualmente, son segundos en la Conferencia Oeste, con un récord de nueve victorias y dos derrotas.

En la última década, los Warriors han acumulado cuatro anillos de campeón de la NBA, a los que se suman dos derrotas traumáticas en las finales. La primera de ellas nos hace remontarnos a 2016, cuando los Cleveland Cavaliers de LeBron James remontaron un 3-1 en contra, siendo así la primera vez en la historia que sucedía en las finales. El otro subcampeonato llegó en 2019, cuando los Toronto Raptors de Marc Gasol y Serge Ibaka acabaron con la posibilidad de conseguir un 'three-peat' que pudo ser histórico. Esta última será recordada por los aficionados de los Warriors por ver cómo dos de sus mejores jugadores, Klay Thompson y Kevin Durant, sufrían graves lesiones. Todo ello desembocó en la salida de Durant del equipo de la Bahía.

En 2022, tras varios años convulsos provocados por la salida de KD, el equipo volvió a resurgir. Cuando nadie contaba con ellos en las quinielas al anillo, Curry y compañía dieron la campanada derrotando a los Boston Celtics en las finales. Esta fue la última gran cita del tridente formado por Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green, que tan recordada será por todos los aficionados de los Warrriors. Ahora, se enfrentan al reto de volver a ser competitivos en las eliminatorias de 'playoff'. El equipo pasa por su mejor momento desde el título de 2022, son segundos de conferencia y han arrancado con victoria la Copa NBA. A continuación, repasamos las claves que explican el enésimo milagro de Steve Kerr al mando de este equipo.

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Las opciones pasan por Curry y Draymond

Stephen Curry y Draymond Green han sido algunas de las piezas que han hecho grande a esta franquicia. En los últimos años, grandes estrellas han pasado por la Bahía de San Francisco. Klay Thompson, Chris Paul y Kevin Durant son algunas de las superestrellas de la liga que han vestido la elástica de los Warriors, pero todos ellos han abandonado el barco. Curry y Green son los únicos de la generación de oro que siguen en la franquicia.

Las opciones en esta temporada pasan porque estos dos jugadores alcancen la mejor de sus versiones. Y hasta el momento lo están consiguiendo. El base se perdió los primeros partidos de la temporada, pero ha regresado a un alto nivel. Promedia 24 puntos por partido, pero siendo decisivo tal y como acostumbra. Anotó un triple ganador ante los Dallas Mavericks de Luka Doncic en la primera jornada de la Copa NBA, acompañado de su mítica celebración 'night-night'.

El ala-pívot ha recuperado su mejor nivel, tirando de las riendas de la franquicia en la ausencia de 'Don Stephen'. El '23' de los Warriors promedia casi nueve puntos, cinco asistencias y cinco rebotes, todo ello acompañado de unos porcentajes brillantes: 45% en el triple y 44% en tiros de campos. Draymond parece haber dejado atrás esas peleas con varios jugadores, Rudy Gobert o Jordan Poole entre ellos, por las que fue sancionado durante varios partidos en las últimas temporadas. Su capacidad para poner bloqueos a sus compañeros, ofreciendo un tiro más oportuno, y sus constantes ayudas jugando como '4' demuestran el gran estado físico que vive.

Una de las claves respecto a pasadas temporadas es, precisamente, la vuelta de Green a la posición de ala-pívot, lo que le permite estar mucho más liberado a la hora de realizar las ayudas, impulsando la defensa de este equipo. Es por ello que la vieja guardia de los Warriors sigue siendo decisiva en las aspiraciones de la franquicia.

Los secundarios están a la altura

La NBA vive inmersa en una corriente en la que predominan las plantillas cortas, sobre todo cuando se acerca el tramo decisivo de la temporada. Pero los Golden State Warriors son la clara excepción. Hasta 11 jugadores han jugado como titulares esta temporada de la mano de Steve Kerr. Ha habido lesiones, sí, pero esto demuestra la confianza que tiene Steve Kerr en sus hombres. Precisamente, uno de los puntos fuertes de los Warriors en sus primeros campeonatos era la cantidad de jugadores de banquillo que podían salir a revolucionar el encuentro.

Jonathan Kuminga, Buddy Hield o De'Anthony Melton podrían ser los nuevos Andre Iguodala, Andrew Bogut o Shaun Livingston que tanto pudieron ofrecer al equipo de la Bahía aportando desde la banca. El propio Kerr se rinde a la plantilla que dirige en estos momentos: “Este es el equipo más profundo que he entrenado”. Todo ello se sustenta en los datos, los Warriors son el equipo que más puntos anota desde el banquillo con 58 unidades, muy por encima de sus perseguidores Utah Jazz y Cleveland Cavaliers, que se sitúan en 46 y 39.5 puntos, respectivamente.

Pero todo no se reduce a la cantidad de puntos anotados, también dominan la liga en rebotes, asistencias y robos. Y son terceros en tapones. Estas cifras demuestran que estamos ante el mejor banquillo de toda la NBA. Pero no solo de esta temporada, sino que también de las últimas diez campañas. Solo los 53 puntos promediados por el banquillo de Los Ángeles Clippers de la temporada 2108/19, liderados por Lou Williams (mejor sexto hombre durante tres campañas), se pueden acercar a esta anomalía estadística de los Warriors. El resto de plantillas de la última década se sitúa en torno a 45 puntos de media.

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Jonathan Kuminga y Buddy Hield líderes de la segunda unidad

El alto nivel mostrado por la 'Unidad B' de los de San Francisco se debe, en gran parte, a dos jugadores: Jonathan Kuminga y Buddy Hield. Ambos lideran la clasificación de máximos anotadores desde el banquillo. El ala-pívot ocupa la primera posición con 17.3 puntos por encuentro y el escolta es tercero del ránking con 16.6 puntos. Con la lesión de Stephen Curry al inicio de la temporada dieron un paso al frente para mantener al equipo en la clasificación. Cinco victorias y una sola derrota durante el tiempo que el base estadounidense estuvo fuera de las canchas.

Los de San Francisco parecen haber encontrado una versión mejorada de Klay Thompson en Buddy Hield. El bahameño llegó procedente de Philadelphia 76ers por solo 21 millones de dólares en dos años y la rentabilidad que Kerr está sacando de este jugador es muy alta. Ha mejorado su marca en 4.5 puntos por partido respecto a la campaña pasada, donde estuvo a partes iguales entre Indiana y Philadelphia. Hield siempre ha sido uno de los tiradores más reconocidos de la liga, y parece haber llegado al lugar idóneo para desarrollar su mejor juego.

En el caso de Kuminga, la situación es diferente. El americano llegó a los Warriors en el Draft de 2021 y las esperanzas de futuro están depositadas en él. Este verano la franquicia y el jugador debían haber llegado a un acuerdo de renovación, pero no se produjo por la voluntad de los Warriors de ver el nivel ofrecido por Kuminga esta campaña antes de desembolsar grandes cantidades de dinero por el jugador, más aún si tenemos en cuenta el espacio salarial que dedica la franquicia a los jugadores. Kuminga sabe que está en una temporada clave para determinar su futuro en la Bahía, o lejos de ella.

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¿Traspaso a la vista?

Ante esta irrupción de los secundarios se abre una posibilidad de que los Warriors incluyan a varios de estos jugadores en un traspaso por una gran estrella. En primer lugar, el nivel ofrecido por jugadores jóvenes, con valor en el mercado, es una buena moneda de cambio de cara a un posible traspaso. Kuminga, con la situación contractual que vive, o Moses Moody podrían ser dos de los 'sacrificados'.

Por otro lado, la franquicia de los Warriors es consciente de que el final de Stpehen Curry como jugador de baloncesto está cada vez más cerca. La opción de fichar una nueva superestrella y hacer un 'all in' por el anillo es más que probable, teniendo en cuenta el poder económico que maneja la franquicia. Ya lo intentaron la temporada pasada en la ventana de fichajes de febrero, buscando incorporar al mismísimo LeBron James. El propio jugador y la franquicia confirmaron los rumores unos meses más tarde.

Solo con el tiempo descubriremos cuál es la estrategia de la franquicia. Pero las dos posibilidades están sobre la mesa en estos momentos, quedarse con sus jugadores jóvenes y desarrollar futuros talentos o bien hacer un último intento en la lucha por el anillo con el fichaje de una superestrella.