TENIS | ROLAND GARROS

Medio año sin ganar y una rodilla que se tambalea: ¿ha empezado el declive de Djokovic?

El serbio, que se retiró de Roland Garros por un desgarro en el menisco que pone en jaque su presencia en Wimbledon y en los Juegos, afronta a sus 37 años una de las peores rachas de su carrera y ha perdido el número uno a manos de Sinner

Novak Djokovic , dolorido tras caerse en Roland Garros.

Novak Djokovic , dolorido tras caerse en Roland Garros. / Associated Press/LaPresse

Daniel Gómez Alonso

Daniel Gómez Alonso

De pronto, ese hombre que parecía indestructible se vuelve humano ante los ojos de todos y se desmorona sobre la tierra batida de París. Pero se levanta, tira de orgullo, que para eso es Novak Djokovic, el más grande de todos los tiempos, y no va a permitir que el mundo vea en vivo su rendición. Y por un momento, cuando remonta ese partido de octavos ante Cerúndolo a la pata coja, los allí presentes y los que lo observan por la tele piensan que esta película ya la han visto. Que es lo de siempre, uno más de sus atajos hacia lo único que le importa: ganar.

Lo ha hecho tantas veces, eso de lesionarse y seguir, eso de parecer roto y ganar, que el mundo del tenis se ha acostumbrado a poner en cuarentena a Djokovic y sus problemas físicos. Pero esta vez no, no es ningún farol. El menisco de su rodilla ha quebrado en el peor momento. Cuando lleva medio año sin catar metal y su cabeza está llena de dudas y nubarrones, al tantarantán psicológico se le une el golpe físico, que le retira de Roland Garros sin ni siquiera poder pisar la pista en cuartos de final. Y no queda ahí la cosa, porque Nole pasará este miércoles por el quirófano de una clínica de París para operarse, según avanzó el diario francés L'Equipe, perdiéndose con casi toda seguridad Wimbledon, que se disputa sobre la hierba londinense del 1 al 6 de julio.

"Es una lesión grave y no se va a curar mañana. Me deja un poco sin palabras. En la gira de césped las rodillas son fundamentales porque estás resbalando todo el tiempo", auguraba Boris Becker, su exentrenador y una de las personas que mejor le conoce, antes de conocerse que el serbio pasaría por el quirófano. "En los últimos torneos ya había tenido problemas de rodilla, aunque no había hablado de ellos. Obviamente, es un trago amargo para él", reveló el seis veces campeón de Gran Slam.

Cuidadoso como pocos con su cuerpo, tanto en lo que respecta a la preparación física como a la alimentación, el serbio es uno de los tenistas que menos lesiones ha experimentado durante su carrera. De hecho, solo se le recuerda una de gravedad, aquella en el codo que en 2017 le llevó a estar un año sin ganar grandes torneos. Salvo esa, su físico ha parecido siempre de acero, uno de los factores que explican un palmarés inabarcable para el resto de mortales, tanto en títulos como en partidos jugados.

La lesión de Djokovic, en el peor momento

Hasta ahora, quizás en el momento que menos convenía. Acostumbrado a ganar y ganar, el serbio atraviesa a sus 37 años, cuando el ocaso de su carrera asoma, una de las peores rachas de su vida deportiva. Después de un 2023 en el que se quedó a un solo partido de conquistar los cuatro Grand Slams, en 2024 se ha secado. Ningún título desde que en noviembre ganara en Turín la Copa de Maestros, una racha impropia en él y en la que ni siquiera ha llegado a una final, habiendo perdido partidos contra rivales que jamás hubieran soñado con ganarle.

Novak Djokovic, atendido por el médico de Roland Garros después de lesionarse en la rodilla.

Novak Djokovic, atendido por el médico de Roland Garros después de lesionarse en la rodilla. / Associated Press/LaPresse

Con su entorno tambaleándose tras haber despedido a todo su equipo y sin un entrenador fijo, tras retirarse en París perderá el número uno del ranking frente a Jannik Sinner y podría caer incluso a la tercera posición, dependiendo de lo que haga un Carlos Alcaraz que ya está en semifinales de Roland Garros. Ahora mismo, Wimbledon parece un imposible y los Juegos Olímpicos, con ese oro que le falta y que tanto ansía Djokovic, están en el alambre.

El tiempo de baja de un desgarro de menisco puede ir desde dos o tres semanas, en el mejor de los casos, hasta varios meses, dependiendo de la gravedad de la lesión, desconocida por el momento. Y los Juegos, su gran objetivo del año, arrancan el 26 de julio, por lo que el tiempo apremia. Después de sus decepciones olímpicas en Río 2016 (cayó en primera ronda) y en Tokio 2020 (perdió en el partido por el bronce ante Pablo Carreño), Nole había avisado de que el torneo olímpico, que precisamente se juega en la tierra batida de Roland Garros, era su prioridad y gran motivación este año.

Con casi toda seguridad, su última opción de lograr ese oro para Serbia que sería la guinda para su leyenda inabarcable. Ese que siempre se le ha resistido y que ahora parece volver a alejarse. Quizás así, acorralado y contra las cuerdas, vuelva a reencontrarse con ese espíritu de escapista que tantas veces le ha salvado. O quizás, solo quizás, esta vez sí sea el principio del fin.