LALIGA | REAL MADRID 1 - 0 GETAFE

Camavinga se marcha cojeando en el trámite ante el Getafe que resuelve Asensio

Ancelotti acabó dando minutos a muchos titulares, que enmendaron a Hazard y a los secundarios ante su enésima oportunidad perdida | El técnico italiano tranquilizó al madridismo sobre el estado del francés: "Es solo un golpe que le molesta un poco"

Denís Iglesias

Denís Iglesias

Había mucho mejores planes para un sábado noche que presenciar un Real Madrid - Getafe con Eden Hazard y otros secundarios de titulares. Arrancó una versión 'pirata' del campeón de Europa, como aquellos recopilatorios de éxitos interpretados por artistas desconocidos. La actuación de cualquier país báltico en Eurovisión presentaría una mejor puesta en escena que la de un equipo con la mente puesta en el Manchester City.

Ancelotti: "Lo de Camavinga es solo un golpe"

Sin embargo, animales competitivos como Kroos y Modric son insaciables. Puede que sea su enorme profesionalidad o que el talento es algo incontrolable. Por eso recurrió a ellos Ancelotti en la segunda mitad, aun riesgo de desgastarlos o romperlos, como le sucedió con Camavinga. El francés tuvo que ser sustituido en la segunda parte por lesión y terminó con hielo en la rodilla. "Es solo un golpe, le molesta un poco", dijo Ancelotti tras el encuentro para tranquilizar al madridismo. A su vez, Camavinga había reemplazado en el lateral a Mendy, de regreso a la titularidad en el lateral. Acabó jugando un Odriozola casi inédito.

La enésima oportunidad perdida de Hazard

La verdadera importancia del partido estaba en el equipo de Bordalás, metido de lleno en la lucha por una permanencia más disputada que el 'televoto'. Sobre todo después de las derrotas del Cádiz y Almería. Ancelotti no ocultó lo que le molestaba el encuentro sin nada en juego para él en LaLiga. Nada más que incentivar o retrasar el alirón del FC Barcelona.

Solo unos cuantos titulares seguros, con el miedo a que se queden a medio estribillo ante un equipo más necesitado: Courtois, Camavinga, Valverde y el retornado Militao, obligado a recuperar su puesto después de la exhibición de Rüdiger en la ida de las semifinales, cuando secó por completo a Haaland. A su lado, una lista de elegidos digna de la candidatura más variopinta, con Eden Hazard como dudoso cabeza de lista.

Sus giros, mucho más lentos que antaño, compitieron en desgracia con los derrapes de Mendy, quien regresaba tras lesión. El lateral francés fue el mejor ejemplo del 'playback' al que jugó el Real Madrid en la primera parte. Impreciso, descolocado y considerado como un 'okupa' por Camavinga, quien no pocas veces volvía al lateral para recomponer la compostura en la zaga y la creación. En la segunda parte terminaría ocupando este puesto y después abandonándolo. Mendy no aguantó más, dejando la duda de si era necesario su retorno. La jugada fue peor cuando en el segundo acto Camavinga se retiró por lesión y terminó con una bolsa de hielo en el banquillo. El partido lo tuvo que acabar Odriozola.

Eduardo Camavinga, jugador del Real Madrid, lucha por un balón con Djené, del Getafe.

Eduardo Camavinga, jugador del Real Madrid, lucha por un balón con Djené, del Getafe. / ISABEL INFANTES / REUTERS

Los de siempre para 'el ritmo de la noche'

A nadie le agrada verse señalado en estos partidos, donde los excluidos se sienten señalados. Sin embargo, a Carletto no le gustó nada de lo que vio en el acto inicial. Apenas aplaudió un par de internadas de Lucas Vázquez y ni él mismo entendía su sistema, donde Asensio se esmeraba por ser el 'falso 9'. Pero su movilidad terminaba en la nada, como todas las conducciones locales. Así, al descanso se llegaba con el ofrecimiento de la Copa del Rey a la afición como mejor jugada.

Ancelotti podría haber hecho como si este partido no existiera. Una mancha más en el expediente liguero que se olvidará con una nueva Champions. Pero no estaba por la labor de ofrecerle una 'dramedia' a los 52.000 espectadores presentes en el Bernabéu. El italiano introdujo a Kroos para tocar el 'Ritmo de la noche', lo que se notó desde el primer pase. Sin embargo, entró mejor el Getafe con una doble oportunidad de Gastón y Mayoral.

Eden Hazard se duele tras recibir una falta contra el Getafe en el Bernabéu.

Eden Hazard se duele tras recibir una falta contra el Getafe en el Bernabéu. / ISABEL INFANTES / REUTERS

Asensio, el eterno desatascador del Madrid

Al alemán le faltaban acompañantes. Carletto no temió las consecuencias y a pesar del desgaste físico o el riesgo de lesión, a la hora de juego dio entrada a Vinicius, Modric y Mariano, otro de esos jugadores que no aparecen en el cartel. Con todo, el Getafe era un bloque sólido que esperaba su oportunidad. La tuvo Juan Iglesias, quien con un zapatazo despertó a Courtois. Aunque al Real Madrid le pesaban los minutos, con los mediocampistas protagonistas en el campo el balón circulaba más y mejor.

Pero si algo sabe el Bernabéu es que solo hay un modo de desatascar estos partidos. El salvoconducto pasa por la pierna de Marco Asensio. El balear armó desde fuera del área un disparo marca de la casa que tocó en Maksimovic y despistó a David Soria. Son ya 12 goles (pudo ser uno más tras un remate que sacó a bocajarro David Soria) y ocho asistencias para el delantero. Uno de esos 'países' a los que siempre se vota por tradición. Quiso aparecer en el resumen del concierto un omnipresente Vinicius: su gran definición fue anulada por fuera de juego. Las que cuentan y valen se quedan para el festival del Etihad.

Marco Asensio celebra su gol contra el Getafe en el Bernabéu.

Marco Asensio celebra su gol contra el Getafe en el Bernabéu. / THOMAS COEX / AFP