TENIS

Alcaraz prepara el asalto a la última frontera: ganar en territorio Nadal

El murciano alcanza en Madrid el décimo título de su carrera, el séptimo en tierra, y pone la directa hacia Roland Garros mientras el balear apura sus opciones de llegar a París a defender título

Carlos Alcaraz y Rafa Nadal, en un partido.

Carlos Alcaraz y Rafa Nadal, en un partido. / Reuters

Daniel Gómez Alonso

Daniel Gómez Alonso

El pasado viernes, mientras Carlos Alcaraz celebraba su 20º años jugando y ganado a Borna Coric, Rafael Nadal contraprogramó a su heredero anunciando en mitad de su partido de semifinales que no jugaría en Roma, el último torneo antes de Roland Garros. Una coincidencia, podría pensarse. O un momento elegido a conciencia, según se mire. Lo cierto es que Carlitos, como ya se le conoce por todo el mundo, sigue comiendo terreno al balear, que trabaja a contracorriente para apurar sus opciones de llegar al grande parisino.

Pasadas las 22.00 horas, poco después de recibir de manos de José Luis Martínez Almeida el trofeo que le acreditaba como ganador por segunda vez en su carrera del Mutua Madrid Open, Alcaraz compareció para valorar su victoria en la capital de España. Sonriente, pero en calma. Sin excesivos festejos. La cabeza está enfocada en el segundo Grand Slam del año, un objetivo que tiene entre "ceja y ceja" desde que se cayó del Open de Australia por lesión.

Empieza a convertir la victoria en rutina el murciano, que ya suma diez títulos en una carrera aún incipiente. Siete de esos triunfos (Madrid y Barcelona por partida doble, Umag, Río y Buenos Aires) han llegado en tierra batida, una superficie que siempre ha mantenido que no es su favorita, pero en la que no para de ganar trofeos y sigue destapándose como un enorme competidor. El último, con sufrimiento ante un sorprendente Jan-Lennard Struff, que por momentos lo tuvo contra la lona pero que sucumbió como todos ante un Alcaraz que ya suma 21 victorias seguidas en los torneos celebrados en España.

"Me crezco en los momentos importantes"

“Soy de los jugadores que, cuando juega mal, es capaz de sacar partidos adelante”, explicó el murciano. "Con mi equipo hemos comentado que en el 80% de los partidos de un año no juegas al nivel que quieres. Esos días cuesta el doble. Hay que saber sobreponerse. Esos partidos suman el doble. Juego a un nivel alto en los días en los que no me siento cómodo, y eso hace que haga resultados de manera constante", añadió.

"Creo que tengo una gran capacidad para jugar los momentos importantes. Es cuando más me crezco, consigo sacar mi mejor nivel y muestro lo que me diferencia del resto de jugadores", afirmó Alcaraz, que se define "como un jugador de finales" y solo ha perdido tres en su carrera. "Son logros muy bonitos, muy grandes. Estoy muy orgulloso de todo lo que vamos conquistando pero no queremos parar", reconoció el de El Palmar, que este lunes viaja a París para asistir a la gala de los Premios Laureus, como candidato a Deportista Revelación de 2022

Carlos Alcaraz, con el trofeo de campeón en Madrid.

Carlos Alcaraz, con el trofeo de campeón en Madrid. / EFE

Virtual número uno

Todos los títulos de la temporada en arcilla han caído de su lado, a excepción de la final de Río que cedió ante Cameron Norrie jugando tocado por unas molestias musculares en su pierna derecha. Maquina, por tanto, el que sería el gran golpe, no solo para el circuito, sino para el tenis español: ganar en Roland Garros, el bastión de Nadal. El último paso de un relevo que cada día que pasa parece más cercano, y que el propio tenista de El Palmar ya se ha encargado de iniciar dando lustre a un palmarés impropio de alguien que acaba de rebasar la veintena.

"Ya lo he dicho muchas veces que es una pena ver a Rafa saltarse los torneos y más la gira de tierra, que es muy especial para él. Al final, si ha decidido no ir a Roma junto con su equipo es porque se ha visto que todavía no está preparado y obviamente le deseo una pronta recuperación y espero poder verle en Roland Garros al cien por cien, que es lo que el mundo del tenis quiere", reconoce Alcaraz, que siempre ha mostrado su deseo de verse las caras y competir con su ídolo en la pista.

En París desembarcará hambriento después de perderse el Open de Australia por lesión, pero antes llegará el paso por Roma, donde jugará por primera vez. "Soy un chico ambicioso. Nunca he competido allí y no sé cómo va a ser, pero estoy seguro de que lo voy a disfrutar y voy a poder hacer disfrutar al público italiano", valoró el número dos, que actualmente está a solo cinco puntos de Novak Djokovic en la carrera por el número uno y con solo pisar la pista ya recuperaría ese puesto arrebatándoselo al serbio, defensor de los 1.000 puntos de su victoria el año pasado.

Una posición que facilitaría su camino en Roland Garros, aunque este año podría haber una trampa. El sorteo, a menudo caprichoso, podría depararle un encuentro tempranero con Nadal, 14º en el ránking, en caso de que acabe presentándose en París. Y tras la victoria del murciano en Madrid, todas las miradas apuntan ya a un posible cruce con el balear en su feudo. Ese, y ningún otro, sería el desafío definitivo.