DESIGUALDAD EN EL DEPORTE

Los bochornosos premios en la Carrera de la Mujer de Madrid: Thermomix, aspiradora y productos adelgazantes

La organización de una prueba en la que participaron 32.000 corredoras contra el cáncer y la violencia machista asegura que el robot de cocina "promueve hábitos de vida saludables" | Ángela Rodríguez, secretaria de Estado de Igualdad, critica el sexismo de las recompensas

Salida de la 19ª Carrera de la Mujer que se disputó en España y donde participaron 32.000 atletas.

Salida de la 19ª Carrera de la Mujer que se disputó en España y donde participaron 32.000 atletas. / CARLOS LUJÁN / EUROPA PRESS

Denís Iglesias

Denís Iglesias

En una entrevista con este diario, Sara Díaz, campeona del mundo de petanca, explicaba que a los hombres les daban una dotación económica por sus títulos nacionales, las deportistas se tenían que conformar con un muñeco y un diploma. Es la realidad que atraviesan muchas atletas, agudizada en las modalidades minoritarias, pero que se mantiene en el fútbol, punta de lanza en la lucha por la igualdad, como se ha evidenciado con las protestas previas al Mundial de julio. Una cita que podía quedarse sin retransmisión televisiva. 

El trato dispar se convierte fácilmente en discriminatorio, como se ha comprobado en la 19ª Carrera de la Mujer disputada el pasado domingo en Madrid, donde la campeona de la prueba, Ivana Zagorac, fue premiada con una Thermomix, mientras que su hermana, Sladjana Zagorac, recibió una aspiradora sin cable. La tercera en llegar a línea de meta fue la española Silvia Rey Vega. Ella, como todas las participantes en una competición que convocó a 32.000 corredoras, recibieron, en caso de aceptarlos, productos adelgazantes

Críticas de la secretaria de Estado de Igualdad

Las recompensas suscitaron todo tipo de comentarios, tanto anónimos como oficiales. Es el caso de Ángela Rodríguez ‘Pam’, secretaria de Estado de Igualdad, quien criticó el machismo de los regalos: "En la Carrera de la Mujer, a la primera le dieron un Thermomix y al resto productos 0%. Si triunfas, ama de casa, de lo contrario, al menos adelgaza. El problema no es lo 'rosa', sino que las empresas lo usen para tapar lo importante: la lucha contra el machismo. Hacen falta más carreras aún".

La polémica de la prueba contrasta con su vocación, que es la de luchar contra el cáncer y combatir la violencia que sufren las mujeres. De hecho, esta competición es histórica e itinerante, puesto que se disputa hasta en nueve ciudades españolas. La organización en Madrid corrió a cargo de Sport Life, en colaboración con el Área Delegada de Deporte del Ayuntamiento de Madrid. Todas las participantes corrieron con el dorsal único ‘016’, haciendo referencia al número de asistencia contra el maltrato. 

Las calles de Madrid se tiñeron de rosa, con Carolina Marín, campeona olímpica de bádminton, como madrina de la prueba, en la que también se homenajeó a Virginia Torrecilla y a Clara Simal, "futbolista y atleta, porque siempre queremos dar visibilidad al deporte femenino y a todas estas grandes deportistas", según expresó Henar Calleja, portavoz de una carrera que realizará una aportación final de 75.000 euros a la Asociación Española contra el Cáncer

Carolina Marín, campeona olímpica y madrina de la 19ª Carrera de la Mujer disputada en Madrid.

Carolina Marín, campeona olímpica y madrina de la 19ª Carrera de la Mujer disputada en Madrid. / CARLOS LUJÁN / EUROPA PRESS

El valor "saludable" y "económico" del robot de cocina

Sin embargo, el debate sobre el sexismo de los premios ha llevado todos estos logros a un segundo plano. Ante el aluvión de críticas, los responsables de la Carrera de la Mujer emitieron un comunicado, asegurando que desde "hace 19 años, estamos absolutamente concienciados con la lucha por la erradicación de cualquier estereotipo sexista" y que debido a ello realizan "un ejercicio de autocensura diario para evitar que cualquier regalo o marca que nos patrocine pueda generar comentarios negativos".

Además, justificaron la entrega de la Thermomix como "un obsequio que se encuadra en nuestro concepto de promover valores saludables en los hábitos deportivos y nutricionales de las mujeres, porque con este producto, tanto hombres como mujeres pueden cocinar alimentos no procesados en menos tiempo y de una manera sencilla". Además, aluden al "alto valor económico del robot", tasado en más de 1.000 euros.

Las vencedoras de la Carrera de la Mujer disputada en Madrid este pasado domingo.

Las vencedoras de la Carrera de la Mujer disputada en Madrid este pasado domingo. / CARLOS LUJÁN / EUROPA PRESS

Un vibrador o ropa interior: otros premios denigrantes

Finalmente, el comunicado de la Carrera de la Mujer lamentaba si alguna mujer se ha podido "sentir ofendida", por lo que, insisten, es un regalo y no un premio. Los promotores aseguraron que tomarán medidas para evitar polémicas similares en el futuro y defienden que "una prueba en la que han participado 32.000 mujeres, promoviendo hábitos de vida saludable, luchando contra el cáncer y reivindicando el papel de la mujer en el deporte y la sociedad, no puede verse involucrada en esta polémica que no compartimos". 

Pero lo cierto es que el sexismo y la desigualdad siguen siendo problemas que sufren las deportistas. Las ganadoras del Campeonato de Asturias de Squash disputado en 2019 denunciaron ante la federación el conjunto de regalos que recibieron por decisión del club organizador: un set de depilación, un quitapieles y un vibrador.

El kit que recibieron las campeonas asturianas de squash 2019.

El kit que recibieron las campeonas asturianas de squash 2019. / EPE

En 2021, la Federación Gallega de Automovilismo tuvo que retirar las recompensas a los equipos femeninos, que consistían, según los directivos, "en un conjunto de ropa interior deportiva". Premios que sobran y otros que faltan, como los que Lydia Valentín, oro olímpico en Londres 2012, reclamó tras ser reconocida como la mejor haltera del mundo: "Estoy feliz y triste, porque el premio masculino obtuvo un reconocimiento económico que yo no tuve. Algo no va bien" y sigue sin ir como debería.