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Doherty y Reguilón: del olvido de Simeone al amor y al odio de la afición del Atlético

Los dos laterales son los jugadores menos utilizados por el técnico, pero mantienen una relación diferente con los hinchas rojiblancos

Matt Doherty, jugador del Atlético de Madrid

Matt Doherty, jugador del Atlético de Madrid / Atlético de Madrid

Fermín de la Calle

Fermín de la Calle

En el fondo del banquillo del Atlético de Madrid conviven dos jugadores que proceden del mismo equipo, el Tottenham de Londres, y que despiertan sentimientos enfrentados entre la parroquia rojiblanca. Uno es irlandés, Matt Doherty. El otro, madridista, Sergio Reguilón. Ninguno de los dos cuenta demasiado para Diego Pablo Simeone, por más que llegasen esta temporada para completar las rotaciones defensivas de un equipo que ha sufrido muchos con las lesiones en la zaga este curso. 

Doherty, en una jugada con Bryan Gil, en el partido de su estreno con el Atlético 

Doherty, en una jugada con Bryan Gil, en el partido de su estreno con el Atlético  / Atlético de Madrid

Atlético 'inesperado'

El 28 de mayo de 2016, el timeline de Twitter de Matt Doherty, por entonces un voluntarioso zaguero del Wolverhampton, registró el siguiente mensaje: "Atlético hasta el final, ¡vamos chicos!". Jugaban los colchoneros la final de la Champions ante el Real Madrid y Doherty se posicionó desinteresadamente con el Atlético. Un equipo del que meses antes había escrito también en la misma red social: "Me entusiasma ver jugar al Atlético". Una simpatía tan sincera como inesperada. 

Doherty, internacional irlandés con 29 partidos a su espalda, debutó como profesional vistiendo la camiseta del Wolverhampton Wanderers, por quien fichó en verano de 2010 procedente de la cantera del Bohemians. Este fue el último club con el que pisó un campo en su país porque desde allí se marchó cedido al Hibernian escocés en el mercado invernal de la temporada 2011-12, para después recalar en el Bury de la League One inglesa entre octubre de 2012 y enero de 2013. Y ya desde allí se unió a la manada de los 'Wolves', donde pasó seis temporadas jugando 302 partidos, anotando 28 goles y dando 30 asistencias desde la posición de lateral o central.

Llega Porro, sale Doherty

El verano de 2020 el Tottenham pagó 16 millones de euros por Dohertty al Wolverhampton, completando con los 'spurs' 71 partidos jugados, 54 de ellos como titular, en los que anotó tres goles y ocho asistencias. De esos 71 partidos, 16 corresponden a la primera parte de esta temporada, 10 como titular, pese a que Antonio Conte lo dejó en el banquillo de inicio. Pero el irlandés se ganó el puesto y solo el fichaje del español Pedro Porro le abrió las puertas. El problema es que el Tottenham ya tenía a ocho jugadores cedidos en otros equipos: Tanguy Ndombele (Napoli), Destiny Udogie (Udinese), Giovanni Lo Celso (Villarreal), Sergio Reguilón (Atlético de Madrid), Harry Winks (Sampdoria), Bryan Gil (Sevilla), Djed Spence (Rennes) y Joe Rodon (Rennes). Y el reglamento no permitía ceder más, así que el irlandés fue liberado y llegó libre a un Atlético que buscaba una pieza para ese flanco diestro de la defensa. 

Diego Pablo Simeone.

Diego Pablo Simeone. / EFE

Doherty estaba exultante en la presentación como jugador rojiblanco. Nunca pudo pensar, cuando escribió aquellos tuits, que su destino acabase siendo ponerse a las órdenes de Simeone. Pero aquella declaración inesperada de amor a los colores se convirtió en uno de los argumentos por los que el club colchonero eligió a un defensa rocosa con oficio que le ofrecía el perfil que el Cholo buscaba. Se da la circunstancia, además, de que Dohertty se ha convertido en el primer irlandés en vestir la zamarra rojiblanca en la historia de club. 

Matt se ha ganado el cariño del grupo. Tipo divertido y trabajador que siempre tiene buena cara y que en estos días ha sido una de las estrellas del vestuario durante la celebración de San Patricio, patrón de Irlanda. Sin embargo, deportivamente Doherty solo ha participado en un partido, en el que supuso su debut como jugador rojiblanco. Fue el pasado 4 de marzo, en la goleada ante el Sevilla (6-1), saltando al campo en el minuto 78 para sustituir a Marcos Llorente. Un estreno muy celebrado por el irlandés y por el vestuario. Lo cual no esconde que Doherty tiene un rol residual en la plantilla y todo apunta a que saldrá en verano, cuando se le agota el contrato con los colchoneros. 

Reguilón llegó cruzado

El otro caso es el de Sergio Reguilón. El lateral criado en la cantera del Real Madrid también llegó del Tottenham, en este caso cedido, y no fue bien recibido por la parroquia atlética por su pasado blanco, algo de lo que no tuvo más remedio que hablar en su presentación. "Soy un profesional y no tengo dudas del club que es el Atlético. Fue todo supersencillo. Si me pongo en la piel de algún aficionado, entiendes ciertos comentarios, pero si los miras con perspectiva estamos todos en el mismo 'barco'. Con el tiempo todo se pasará. Entiendo que, por mi pasado, no me quieran, pero todos queremos sumar y cuando me deje todo por el equipo la opinión cambiará", comentó.

Sergio Reguilón, este jueves, durante su presentación con el Atlético.

Sergio Reguilón, este jueves, durante su presentación con el Atlético. / EFE

En ese mismo acto se le preguntó si en el caso de marcarle un gol al Real Madrid en un derbi, lo celebraría. La respuesta fue tibia y políticamente correcta: "¿Cuántos goles he metido en Primera? ¿Tres?. No creo que marque contra el Madrid. ¿Celebrarlo? Tendría que verme en la situación". Algo que terminó de provocar en la afición una desafección con el lateral que le persigue desde entonces. Para más inri, Reguilón llegó lesionado del Tottenham por una pubalgia que duró hasta finales de octubre del año pasado. El lateral se perdió 13 partidos, perdiendo el ritmo de trabajo del grupo de Simeone, que colocó a Reinildo en el carril zurdo en defensa de cuatro o a Carrasco en las ocasiones en que ponía tres centrales y carrileros largos.

Reguilón debutó como jugador atlético a principios de noviembre. Fue en un desastroso partido de Liga en el que el Atlético cayó ante el Mallorca. Jugó apenas 21 minutos y no aportó gran cosas. Desde entonces no ha dispuesto de muchas ocasiones, las cuales tampoco ha aprovechado. Destaca, para mal, su ruinosa actuación en Almería, donde saltó al campo en el minuto 67 y terminó expulsado por doble tarjeta amarilla en apenas cuatro minutos. Todo eso explica que Sergio solo haya vestido la camiseta del Atlético 97 minutos en los cinco partidos en los que ha participado, ninguno como titular.