CHAMPIONS LEAGUE: REAL MADRID-LIVERPOOL (OCTAVOS, VUELTA)

El Liverpool, plata o plomo en el templo del Real Madrid

Klopp apostará por un once suicida para tratar de marcar los cuatro goles que necesita ante un Madrid que duda si contemporizar o salir a por el KO

Jürgen Klopp, técnico del Liverpool, en rueda de prensa en el Bernabéu.

Jürgen Klopp, técnico del Liverpool, en rueda de prensa en el Bernabéu. / Kiko Huesca/EFE

Fermín de la Calle

Fermín de la Calle

Acostumbrado en la Champions a manejarse en terrenos épicos salpicado de remontadas, este aristocrático Real Madrid- Liverpool de vuelta de octavos en el Bernabéu con tres goles de renta se ha convertido en un trámite incómodo para los madridistas. Lo advertía el propio Carlo Ancelotti: "A nivel psicológico, creo que el partido es más complicado para nosotros que para el Liverpool. Ellos tienen que ir a tope para sacar lo mejor desde el primer minuto, pase lo que pase. El resultado de la ida nos pone un poco en duda. Intentaremos ir a tope desde el primer minuto, pero tenemos más dudas que el rival". Tampoco desprendía confianza un Antonio Rudiger que pese a haber sido el último en llegar tiene jerarquía suficiente para levantar la voz en la sala de prensa: "Tenemos que empezar el partido mejor. No podemos dormirnos en los primeros minutos como en Anfield".

El Real Madrid gana 5 a 2 al Liverpool en Anfield.

El Real Madrid gana 5 a 2 al Liverpool en Anfield. / EFE

Experiencia o energía

Ante la tesitura de nadar y guardar la ropa o salir a por el KO frente a un Liverpool con pegada de cemento y mandíbula de cristal, Carletto ha preferido guardar sus cartas para el encuentro. Síntoma de la inquietud que le despierta el duelo ante los de Klopp. De puertas hacia fuera el mensaje es inequívoco: "Será un partido abierto porque nosotros vamos a salir a atacar y ellos también. No vamos a hacer cálculos, ya aprendimos con lo que nos ocurrió el año pasado ante el Chelsea". Habrá plata o plomo. 

El dilema de Ancelotti radica en apostar por la energía de Camavinga y Tchoumeni o por la experiencia de Kroos y Modric en el once para dar personalidad al equipo e imponer su juego, aunque le condenaría en un partido de ida y vuelta la falta de piernas de ambos. El italiano ha advertido que "Camavinga es insustituible", lo que invita a pensar que el francés será uno de los fijos, por lo que la duda es si apostará por las dos ‘vacas sagradas’(Luka y Toni) o si pondrá a uno de ellos al mando de las operaciones y apostará por meter más pulmones con Tchouameni junto a Camavinga en el mediocampo. Arriba regresa Benzema, que formará con Vinicius y, si no hay sorpresas, con Valverde. Un equipo híbrido y asociativo entre líneas en el que el uruguayo puede desdoblarse en ataque y en defensa. Atrás Nacho y Carvajal cerrarán los carriles, con Militao y Rudiger en el eje de la defensa. La misma zaga que terminó echando el cierre en Anfield después de la inoportuna lesión de Alaba. Mendy comenzaría en el banquillo, tras su regreso. 

Nacho, ante Salah el martes.

Nacho, ante Salah el martes. / Reuters

El Liverpool llega de caer en la Premier ante el Bournemouth, partido en el que Salah falló un penalti. Klopp parece que planteará un partido a tumba abierta con un once suicida: Alisson; Alexander-Arnold, Konate, Van Dijk, Robertson; Fabinho, Millner; Salah, Gakpo, Diogo Jota; Darwin Núñez. Un equipo ultraofensivo con laterales largos y cuatro bombarderos en ataque para obrar un milagro imposible. Fabinho, con pasado madridista, dio alguna pista sobre el plan del Liverpool: "Aunque parezca raro, hay que tener la cabeza fría. No hay que encajar más goles. Un (0-0) al descanso puede ser un buen resultado. Está complicado, pero no perdido. Hay que ser inteligentes para ganar en este templo del fútbol. Nadie arriesga tanto como nosotros. No sería inteligente cambiar ahora nuestra manera de jugar".  

Nada que perder

Por su parte, Jurgen Klopp compareció en la sala de prensa del Bernabéu relajado para enviar un mensaje optimista a su afición: "El Madrid huele la sangre. El problema no es qué pueden hacer ellos, porque sabemos lo buenos que son, de los mejores del mundo. Estamos solos, porque lo normal es pensar lo que creéis vosotros, que no hay nada que hacer". Para el alemán quiso concluir mandando algo de luz a los suyos: "Hemos aprendido cosas ante ellos que nos hacen más fuertes. Soy el único que cree que tenemos opciones, pero me parece bien. Lo vamos a intentar, seguro. No tenemos nada que perder y eso es mejor que tener todo que perder". Y concluyó con su característica sonrisa despidiendo a los periodistas: "...pero preferiría ser Ancelotti". Carletto no se fía. Klopp no se rinde.