Opinión | FC BARCELONA

Emilio Pérez de Rozas

El 'presidente' Piqué sale al rescate de su 'socio' Laporta

Ya encontrábamos a faltar la opinión, la cuchara, el salvavidas, el desenfado, la picardía, la gracia, la sobradez, la altivez del exfutbolista y, por fin, apareció

Gerard Piqué.

Gerard Piqué.

Venga. Más madera que es la guerra. Y siguen cayendo los golpes. Ya encontrábamos a faltar la opinión, la cuchara, el salvavidas, el desenfado, la picardía, la gracia, la sobradez, la altivez de 

Gerard Piqué y, por fin, apareció.

Y lo ha hecho en la emisora amiga del mismo grupo que patrocinó, cómo no, el aniversario de 

Joan Laporta

 en el Círculo Ecuestre. Piqué sabe lo que dice donde lo dice y como se equivocó ya una vez, exponiéndose de madrugada a las preguntas y charlas con medio mundo, en vivo y en directo en su mundo de las

redes sociales

, y salió desprestigiado, desquiciado y trasquilado, ahora o genera sus propios contenidos o acude a la radio de su amigo. Y bien que hace. Asegura el tiro.

Show y negocio

Es evidente que Piqué trató de echarle un cable, una mano, un salvavidas a su nuevo socio empresarial, de negocio, de miles y miles de euros, Joan Laporta. Perdón, perdón, al presidente del Barça, pues el dinero que generará ese negocio, digo, bueno, que ya está generando pues el merchandising de la Kings League ya se vende en las tiendas del Barça y en la web oficial, será, única y exclusivamente, para el club, claro.

Así que como ahora somos socios empresariales, de aventura, de ‘business’, del show con el que pretenden hundir al fútbol y a LaLiga de 

Javier Tebas

, como ya no estamos peleados con el presidente culé (no podemos decir lo mismo de 

Leo Messi

, pues casi nos atragantamos cuando nos preguntaron por su posible regreso), mejor le echamos una mano y, si es necesario, la ponemos al fuego aunque, tal vez, quién sabe, luego nos arderá si la investigación, como parece, empieza a coger calor y se pone al rojo vivo. Metida en el asunto Anticorrupción

, esto ha subido diez puntos de realidad.

Si lo que estamos preparando en comandita con Laporta y el Barça, todo a espaldas de los socios culés, que deberán aceptar (por dinero y egocentrismo de sus líderes) que el Camp Nou se convierta en un circo, es una segunda versión de la lona del Bernabéu, pero teniendo como objetivo Tebas y no Florentino Pérez, si lo que queremos es llegar en helicóptero al ‘estadi’, llenarlo y repartirnos el dinero, que esta vez no será de bolsillo, no, sino para salvar al club, entonces contemos que él, Gerard Piqué, dueño del Andorra, sabe, o intuye, o sospecha, cómo se compra a un árbitro y lo explica: “No se hace pagando al vicepresidente de los colegiados con facturas, sino con dinero negro y hablando, directamente, con el árbitro”. ¿Les queda claro? Blanco y en botella, aunque algunos puedan pensar que me refiero a un club determinado. No, no, es una frase hecha.

"Tú, si quieres comprar un árbitro, es tan fácil como hablar directamente con él y darle un sobre en negro, no pagar al vicepresidente de los colegiados con facturas"

Gerard Piqué

— Excapitán del FC Barcelona

Pero poco después de que Piqué acabase su defensa radiofónica de la gestión de Laporta y anteriores presidentes, apareció, perdón, perdón, reapareció porque, desde que se peleó con un amigo íntimo de Laporta y Jan le llamó la atención, Enric Masip dejó de salir en la fotografía por un tiempo.

La lógica de Masip

Lo malo es que el asesor personal de Laporta, miembro del gabinete de presidencia, inquilino del ‘camarote’ y miembro, ¡ojito!, de la Comisión Deportiva del Barça, en lugar de echarle un salvavidas a su amigo, le echó una mano al cuello al afirmar que, lo que ha hecho el Barça, lo ha hecho todo el mundo. ¿Perdón? ¿todo el mundo le ha pagado 7 millones de euros, durante 17 años, al vicepresidente de los árbitros?

“Lo que digo”, ha afirmado esta mañana Masip, “es que hay cosas, que son habituales, que se han hecho durante muchos años, que las han hecho muchos clubes, y que hay que mirarlo, que no pasa nada, totalmente transparentes en lo que tenga que ser”. El que lo quiera entender, que lo entienda.