FÚTBOL FEMENINO

Conchi Sánchez, la primera estrella del fútbol femenino: "Nosotras ya llenábamos los campos en los 70"

Apodada 'Conchi Amancio', conquistó varios títulos en Italia y prolongó su carrera hasta los 39, cuando se retiró en el Arsenal de Inglaterra, donde reside actualmente

"A muchas jugadoras actuales las tratan como 'superestrellas', pero hay que respetar y recordar lo que hicimos nosotras, algunas con una técnica excelente", recuerda

Conchi 'Amancio', Maura Fabbri, capitana de Italia, y uno de los mejores tríos arbitrales de la época del fútbol femenino italiano.

Conchi 'Amancio', Maura Fabbri, capitana de Italia, y uno de los mejores tríos arbitrales de la época del fútbol femenino italiano. / CEDIDA

Denís Iglesias

Denís Iglesias

La vida de Concepción Sánchez-Freire (Madrid, 1957), conocida popularmente como Conchi 'Amancio', se puede escribir si uno se para a escuchar con atención su acento. Sigue hablando perfectamente español, "mi lengua materna", pero las notas italianas y sobre todo británicas se deslizan en las palabras de una políglota que lo es gracias al aprovechamiento de sus experiencias como futbolista. Ahora es experta en Ciencias Holísticas, además de especialista en aromaterapia para el tratamiento de los coronavirus. Antes fue -y es- una de las mejores jugadoras españolas de fútbol femenino.

Ella llevó por primera vez al exterior el fútbol femenino, que puso en valor con una extensa carrera en el Calcio italiano y que terminó con 39 años en el Arsenal de Inglaterra, donde ahora reside. Por el camino, un sinfín de historias vividas con el balón como eje, entre las que destacan innumerables títulos y la capitanía de la primera selección española a partir de 1971, con el franquismo vivo. Un fantasma que ella y otras compañeras consiguieron resquebrajar. Eran jugadoras dispuestas a aprovechar todas las rendijas del sistema.

Gran expectación en el debut de Conchi 'Amancio' en el estadio Boetticher de Villaverde Alto, entre el Sizam de Madrid y el Mercacredit. Terminó con 5-1 con cinco goles de Conchi 'Amancio', que tenía 13 años.

Gran expectación en el debut de Conchi 'Amancio' en el estadio Boetticher de Villaverde Alto, entre el Sizam de Madrid y el Mercacredit. Terminó con 5-1 con cinco goles de Conchi 'Amancio', que tenía 13 años. / CEDIDA

'CONCHI AMANCIO'

Apenas unos meses antes, el 8 de diciembre de 1970, Conchi debutaba en el Estadio Boetticher de Villaverde Alto (Madrid) con el Sizam Paloma, uno de los primeros equipos femeninos de España. El rival fue el Mercacredit y el resultado final 5-1. Todos los goles del equipo local engrosaron la cuenta de esta jugadora, que apenas tenía 13 años. Así lo recuerda en conversación con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA.

"Empecé a jugar en el salón de mis tíos. Subía y bajaba las escaleras de un ático con energía. Aquello era un entrenamiento tremendo. Desarrollé un físico privilegiado sin haber pasado nunca por un gimnasio. Lo mío fue todo autodidacta", explica una jugadora a la que apodaron en la época como 'Conchi Amancio', en referencia a la leyenda del Real Madrid Amancio Amaro, fallecido en febrero de 2023.

"Empecé a ir al Bernabéu cuando jugaban los 'yeyés'. Amancio era un artista del fútbol. Muy técnico, fino, pero fuerte (como ella, de ahí la comparativa). Mi padre me decía que me fijara en estos jugadores. Siempre se portó como un señor conmigo en una época en la que muchos deportistas se reían a carcajadas del fútbol femenino", recuerda una profesional que a los 15 años hizo las maletas para irse a Italia. Fue la cuarta española, tras Luis Suárez, Luis del Sol y Joaquín Peiró que salió al extranjero. Ganó diez Scudettos y cinco Copas en sus más de dos décadas en el país donde se formó en todos los sentidos. Militó en equipos como el Gamma 3 Padova, Lazio o Verona.

Conchi, con el SS Lazio que conquistó el Scudetto y la Copa Italia en la 1986/1987 sin caer en un solo partido.

Conchi 'Amancio', con el SS Lazio que conquistó el Scudetto y la Copa Italia en la 1986/1987 sin caer en un solo partido. / CEDIDA

INDEPENDIENTES Y LIBRES

Concepción Sánchez-Freire no es una pionera, porque ese término reduce a un momento muy concreto su ejercicio futbolístico. Además, encorseta su talento en un cajón donde caben más compañeras, que con igual mérito desarrollaron el fútbol femenino. Pero Conchi fue un paso más allá, gracias a la perseverancia en un contexto tremendamente masculinizado que cortaba las cabezas que asomaban.

"En los mejores años de oro del fútbol italiano éramos independientes. Dudo de que haber pasado a estar bajo el mando de las federaciones haya sido beneficioso. Esto acabó siendo un método de control, porque se nos iba de las manos. Hacíamos unas entradas tremendas y desplegábamos un gran juego en terrenos de juego que eran patatales", reivindica la exinternacional española, destacando la cantidad de problemas entre organismos y jugadoras que ahora existen. Es el caso de España y Jorge Vilda, Francia y Corinne Diacre, Canadá, Chile...

"No había manipulación. Era pura garra. En los 70 nosotras ya llenábamos estadios", recuerda Conchi. Junto a sus compañeras desplegaron un juego con conceptos tácticos y sensitivos que algunos creen descubrir en la actualidad, a rebufo de la nueva ola del fútbol femenino. "A muchas jugadoras actuales las tratan como 'superestrellas', pero hay que respetar y recordar lo que hicimos nosotras, algunas con una técnica excelente", expone la futbolista.

Conchi 'Amancio', con la camiseta del Olímpico de Madrid en un partido amistoso en 1972.

Conchi 'Amancio', con la camiseta del Olímpico de Madrid en un partido amistoso en 1972. / CEDIDA

EL DOLOR DE LAS LÍDERES

"Estábamos empoderadas. Lo transmitíamos en cualquier sitio al que íbamos. Encandilábamos a muchas niñas. Por eso causa curiosidad cuando en los 2000 se decía que las jóvenes jugadoras no tenían referentes. Por supuesto que las había. Nacimos al calor de las reivindicaciones de Mayo del 68. Nosotros éramos puro feminismo", expresa una jugadora escurridiza, con una gran visión de juego y un regate excelente, aunque sin todos los avances de la denominada mediáticamente como 'generación de oro' del fútbol femenino español.

A esta primitiva estrella la exprimieron al máximo en Italia. Sumado a que ella era incapaz de jugar a medio gas, Conchi terminó colapsando. "En un partido donde no nos jugábamos nada, durante los últimos cinco minutos se me fue la rodilla. No por una cuestión de equilibrio, sino por cansancio. Tenía 30 años. Me dejaron en el campo más de la cuenta y me rompí el ligamento cruzado", cuenta alguien que se ha formado como terapeuta, lo que le permite analizar estos episodios o el sufrido por Alexia Putellas.

Conchi 'Amancio' (dorsal 9), en el estadio Moscardó, con el Olímpico de Villaverde en el primer campeonato de fútbol femenino en España.

Conchi 'Amancio' (dorsal 9), en el estadio Moscardó, con el Olímpico de Villaverde en el primer campeonato de fútbol femenino en España. / CEDIDA

FALTA DE GRATITUD

Ambas son jugadoras con un nivel de responsabilidad muy alto que requiere una cuidada gestión física y emocional. En todas las fotos que Conchi envía para ilustrar esta entrevista se ve a una jugadora fuerte, con un gesto de suma concentración. "Un perfil que nunca ha gustado a la Federación, como se ha demostrado con figuras como Vero Boquete. Personalidades fuertes a las que han dejado tiradas, a pesar de marcar el camino", lamenta.

En el devenir de Conchi, cada duelo era una oportunidad para emborronar las caricaturas que ciertos sectores hacían de ella. Algunos de los cuales intentaron después aprovecharse de una futbolista sin reconocimiento actual. "En Italia a las extranjeras nos dejaron fuera del salón de fama, en España ni siquiera existe. Yo nunca he recibido un reconocimiento en mi país y pocos conocen mi historia", denuncia, "aunque no por ello dejo de sentirme española".

Antes de la pandemia, Sánchez-Freire había puesto su empeño en desarrollar una academia de fútbol femenino que combinaba idiomas y deporte. Una vía diferente para seguir vinculada al mundo donde giró a toda velocidad sin miedo al vértigo. "Hubiera sido maravilloso jugar en estos tiempos, porque tienen más facilidades, más respeto, cobran mucho más dinero, pero nosotras fuimos libres y nos criamos en el fútbol de calle. Fue estupendo abrir puertas", dispara en un último remate a gol.

La palabra que tantas veces gritó y que escribió con sus botas manchadas de barro o sudor. Un orgullo difícil de fundir en medallas que todavía no tienen quien las ponga en el cuello de las jugadoras que, como ella, dieron pasos hacia adelante sin los que todos los demás habrían sido saltos al vacío.