FÚTBOL

Al Real Madrid se le agota el gol y a Florentino, la paciencia con Ancelotti

En los despachos no han gustado las actuaciones del equipo ante el Atlético y el Barcelona, en Copa

Desde las altas esferas se recrimina que el italiano no rentabilice el potencial de jugadores como Ceballos, Asensio o Nacho 

Florentino Pérez, Carlo Ancelotti y Kylian Mbappé, en el ojo del huracán.

Florentino Pérez, Carlo Ancelotti y Kylian Mbappé, en el ojo del huracán. / Nacho García

Fermín de la Calle

Fermín de la Calle

El 21 de mayo de 2022 Kylian Mbappé detonó una bomba deportiva cuya onda expansiva alcanzó de lleno a las oficinas del Santiago Bernabeú. El delantero del París Saint-Germain anunció a Florentino Pérez su intención de renovar con los parisinos con un escueto mensaje de What's App. El francés, que era el delantero elegido para reforzar la delantera del Real Madrid, se desdecía y plantaba a los blancos. Desde aquel 21 de mayo hasta el 1 de septiembre, fecha de cierre del mercado veraniego, pasaron 103 días. 

Mbappé o nada

103 días en los que Florentino Pérez no se planteó fichar a nadie porque Haaland, que acababa de firmar por el Manchester City, tampoco restaba disponible. Al confirmarse la noticia de la renovación de Mbappé por el PSG, Carlo Ancelotti manifestó a José Ángel Sánchez, director general del Real Madrid, su deseo de contratar a otro delantero para complementar en la faceta goleadora a Karim Benzema. El italiano llegó a deslizar incluso el nombre del brasileño Richarlison, por entonces en el Everton, donde Carletto le había entrenado. El Madrid escuchó su petición, pero Florentino fue categórico en su decisión: "El fichaje es Mbappé. Y acabará jugando de blanco. Pero hasta que eso ocurra, la plantilla blanca sigue presentando un desequilibrio ofensivo, donde Benzema, a sus 34 años, es el único recurso real. Ni Mariano ni Hazard, como han demostrado con su rendimiento, son recuperables, por lo que el italiano se veía obligado a improvisar colocando a Rodrygo de 9 falso con las limitaciones que eso conlleva. 

A Florentino no se le discute y la decisión estaba tomada. En un entrevista previa al partido con el Betis, Manuel Pellegrini, que fue entrenador madridista en la temporada 2009-10, advertía: "En el Real Madrid creen que un técnico tiene que dirigir al tipo de jugadores que le dan y tiene que dedicarse a eso nada más, y yo creo que el técnico tiene que tener opinión sobre el plantel que va a dirigir. Desgraciadamente había una falta de comunicación entre el presidente y yo, o una 'descomunicación' desde el principio por diferentes opiniones personales. Yo no tengo ningún problema con Florentino, pero cuando el presidente y el entrenador tienen ideas distintas, el entrenador tiene que irse. Y supe muy pronto que no iba a seguir en el Madrid". 

En su libro 'Liderazgo tranquilo', publicado en 2021, Carlo Ancelotti hablaba de su primera etapa en el Real Madrid y su relación con Florentino: "Aunque me dieron libertad para cambiar el estilo de juego, se me dijo y repitió que, quisiera o no quisiera yo, el juego del equipo tenía que ser más ofensivo. Afortunadamente, tenía experiencia en satisfacer los deseos de un presidente. Florentino estaba empeñado en fichar a las mayores superestrellas del fútbol mundial, así que llegaban y se iban jugadores que a lo mejor yo no habría elegido, pero mi obligación era que el equipo funcionase con los activos que se me daban". Y apuntaba una reveladora reflexión: "En el Madrid hay una organización extraña, no es un club para echar raíces".

En las últimas semanas, el italiano está perdiendo crédito en la zona noble del club. Después de disparar su popularidad tras la histórica goleada en Liverpool, el equipo ha enlazado tres partidos, ante Atlético, Barcelona y Betis, en los que solo ha marcado un gol, del canterano Álvaro Rodríguez. Dato sobre el que el propio Ancelotti puso el foco al acabar el partido del Villamarín: "En los últimos tres partidos, solo hemos marcado un gol y a balón parado. Es evidente que debemos ser más efectivos. Los equipos rivales se encierran, pero tenemos calidad como para hacerlo mejor, para ser más eficaces y más contundentes".

Una decepción y un enfado

El empate en Liga ante el Atlético ya supuso "una decepción" en las oficinas del club por la pobre propuesta ofensiva. La derrota en el Bernabéu ante el Barça generó "un enfado" por la inoperancia goleadora del equipo. Además, desde las altas esferas se desliza que "Ancelotti no optimiza los recursos de los que dispone en el banquillo". Resignados con Hazard, a Florentino y sus colaboradores no les hizo gracia ver cómo en Sevilla Nacho, Ceballos y Asensio volvían a arrancar como suplentes

Antes las bajas de Alaba y Mendy, Carletto prefería colocar a Camavinga en el lateral antes que a un Nacho al que pretenden Bayern, Wolverhampton y equipos de la MLS que llaman a su puerta con jugosas ofertas. Ceballos, que está en el mejor momento desde que es jugador blanco, no dispone de los minutos que se gana cuando juega. Y Asensio, sencillamente, no es del gusto de Ancelotti. Tres jugadores que están con un pie fuera del Madrid, por más que desde el club se pretenda renovar a los dos primeros, algo que complican las decisiones del entrenador. 

Hipotecados por la espantada de Mbappé y con el futuro de Modric, Kroos, Benzema, Nacho, Ceballos y Asensio en el aire, Ancelotti sabe que no tiene asegurada su continuidad en el banquillo la próxima temporada pese a tener contrato hasta 2024. Aún están vivos en la Champions, la Copa (donde debe remontar en el Camp Nou) y una Liga muy complicada. Pero sin goles, no hay paraíso. Y como bien advertía el propio Carletto en su libro "en el Real Madrid no es posible completar una temporada sin ganar un título". Al Madrid se le agota la pegada al mismo ritmo que a Florentino la paciencia con su entrenador.