FÚTBOL

El Sevilla de Monchi se derrumba, de director deportivo estrella a terapeuta de campo: "Jugamos muy mal"

El equipo hispalense, que encajó una goleada contra el Atlético, está condenado a luchar por la salvación tras una mala planificación deportiva del 'León de San Fernando'

Acuña dijo no entender las instrucciones de Sampaoli y el secretario técnico sevillista tuvo que saltar de nuevo al campo para apaciguar a la afición desplazada

Monchi salta al campo durante el derbi disputado entre el Sevilla y el Betis en el Villamarín.

Monchi salta al campo durante el derbi disputado entre el Sevilla y el Betis en el Villamarín. / RAÚL CARO / EFE

Denís Iglesias

Denís Iglesias

El desarrollo de los partidos del Sevilla esta temporada se está consolidando, para desgracia de la entidad hispalense. Uno de los proyectos llamados a ocupar la zona noble de LaLiga, por historia reciente, se ha disuelto hasta convertir la permanencia en una necesidad. Contra el Atlético, los de Jorge Sampaoli se llevaron un 'set' en contra y mostraron en carne viva la vulnerabilidad que les persigue en una temporada en la que todavía siguen vivos en la Europa League, su competición fetiche.

El rostro de la crisis sevillista, más allá del presidente Pepe Castro o del técnico argentino es Monchi, coronado durante temporadas como un director deportivo estrella. Definición casi unánime en el mundo del fútbol ganada a base de grandes descubrimientos que convertía en fichajes de relumbrón. El León de San Fernando, una especie única que no sobrevivió fuera de su hábitat, en la Roma, pero que también está sufriendo la emergencia climática de la peor temporada de la historia reciente del Sevilla.

"SOBREPASA LOS LÍMITES"

En un equipo condenado a luchar por salvarse en lo que queda de temporada nadie se calla ya. Tras el 6-1 del Metropolitano, Marcos Acuña, reciente campeón del mundo con Argentina, explotaba. "La sensación siempre es mala. Jugamos muy mal. Ya no se trata solamente del entrenador, sino de que los futbolistas no comprendemos el juego que necesitamos. Nos dan las herramientas para sacar los partidos adelante y no las entendemos. Esto sobrepasa todos los límites. Jugamos muy mal y por eso nos llevamos esta dura derrota", se lamentaba el hombre de banda.

Acuña es uno de los ejemplos más claros de la frustración del Sevilla. En la derrota contra Osasuna le quitó un papel a Óliver Torres en el que Sampaoli había escrito unas instrucciones, método que usa habitualmente el argentino. Contra el Barça, otra aventura entre papeles. Joan Jordán recibió una cuartilla de su entrenador en busca de un giro táctico que no llegó. Los mensajes y su forma de hacerlos llegar a los jugadores están redondeando la 'pompa y circunstancia' de un equipo que tiene que "levantar la cabeza ya", según Acuña.

UN SOLO CENTRAL

Además de perder los papeles, otra imagen que se repite en el Sevilla de esta temporada es la alocución de Monchi a los hinchas que peregrinan por los campos de España para apoyar a su equipo. Tras perder en Almería, el secretario técnico se dirigió a la grada visitante, repitiendo el mantra de "lo vamos a sacar adelante todos en la misma dirección" y haciendo de director de orquesta para interpretar el himno del Sevilla con el que lograr una terapia de redención.

Pero los focos, que siempre han iluminado la vitrina de trofeos que ha logrado conseguir, comienzan a quemarle. La prueba más palpable de la mala planificación deportiva de Monchi es que el Sevilla viajó a Madrid con un solo central disponible en toda la plantilla: Tanguy Nianzou, quien además está rindiendo muy por debajo del nivel que de él se esperaba. El conjunto hispalense pagó por él 16 millones al Bayern de Múnich este pasado verano. Solo Pape Gueye, incorporado en el mercado invernal como cedido por el Olympique de Marsella sin opción de compra, arroja un rayo de esperanza en un equipo al que las conjuras y los golpes en el pecho no están sacando del atolladero.