COPA DEL REY | OSASUNA 1 - 0 ATHLETIC (IDA)

Abde completa la primera parte del plan de Copa de Osasuna ante el Athletic

El conjunto 'rojillo' se lleva el primer asalto de la semifinal con un tanto del jugador cedido por el Barça en un encuentro donde Arrasate firmó su guion

El equipo de Valverde apretó hasta el final en un Sadar hasta la bandera para llevarse un resultado más favorable, pero deberá remontar en San Mamés

Denís Iglesias

Denís Iglesias

Osasuna completó la primera parte del plan para llegar a una final de Copa del Rey 18 años después. Superó al Athletic con un gol de Abde que carece de los valores hipotéticos que tenían las eliminatorias del pasado reciente, donde se especulaba con uno u otro resultado según la condición de local o visitante. Pero tiene una importancia auxiliar: dar el primer golpe en la batalla de 180 minutos.

Los de Arrasate confirmaron un favoritismo que fue variando en tiempo real durante un partido intenso que decidió una brillante ejecución del jugador cedido por el Barça. Abde es un perfil decisivo en este tipo de torneos, que reclaman héroes temporales, capaces de elevar la nota de corte sobra media que impone el miedo a no fallar.

TÁCTICA RELÁMPAGO

Este era un partido que se jugaba solo. Con una humareda de vaho que salía del alma de un Sadar lleno (récord de asistencia tras la remodelación). Como si cada garganta fuera un bote de humo con el que se encendió una eliminatoria en la que Jagoba Arrasate quiso suprimir la cadencia larga del ida y vuelta. Por eso salió Osasuna con un tridente en ataque (Abde, 'Chimy' Ávila y Budimir) para evitar las excusas y aprovechar la cadencia positiva de la Liga.

En el campo contrario, un Athletic diezmado por las bajas, pero muy seguro de sí mismo, con la moral alimentada por el 'Txopo' Iribar, quien como regalo de su 80 aniversario solo pidió: "Traedme un buen resultado". En el once de Valverde, la gran novedad fue Iñigo Martínez, que no jugaba un partido oficial desde noviembre. En la táctica relámpago que quisieron los locales iba a tener gran incidencia Abde, un futbolista que no necesita una gran hemeroteca de grandes citas para entenderlas.

Camiseta corta y guantes para el marroquí, que exigió la máxima concentración defensiva en un Athletic que se expresó bien atrás en la primera mitad, pero que nunca renegó de buscar opciones en ataque. Aró el campo Muniain. El navarro hizo surcos entre los pitos de su tierra natal para trasladar la inquietud a Sergio Herrera, quien asume el difícil deber de ser el portero de la Copa.

LUPA SOBRE GIL MANZANO

Un gran deber que puso de relevancia al cuarto de hora, cuando vio entrar el balón en su portería, pero en fuera de juego de Williams. Antes, el de Miranda de Ebro desvió un disparo del citado Muniain. La ocasión azuzó al Athletic, que se venía arriba ante el estruendo del Sadar. No hubo un claro dominador en los primeros 45 minutos, con dos equipos instalados en el cuerpo a cuerpo donde se vio la acidez de jugadores como Berenguer como Vesga, quienes terminaron la primera parte con dos amarillas mostradas por Gil Manzano.

El criticado colegiado del derbi madrileño tuvo que gesticular y explicar cada una de sus decisiones como si estuviera en un tribunal. El encuentro estaba trabado y la sangre brotaba del rostro de jugadores intensos que caían en la imprecisión que genera el respeto, aunque no el miedo, reservado para instantes más decisivos.

LA CHISPA DE ABDE

Empezó la segunda parte como imaginó Jagoba la primera, con una aparición demoniaca de Abde que terminó con Vivian caído en combate y con el jugador cedido por el Barça celebrando un gol. Como el decisivo que anotó ante el Sevilla en cuartos y que habrá que ponderar cuando termine el cruce. A estas alturas, su valor es máximo.

El tanto nació en las botas de Moi Gómez, uno de esos jugadores que suben el nivel de cualquier equipo y que evidencian el acierto de Braulio Vázquez, director deportivo de Osasuna. La primera zanja hacia una final copera 18 años después estaba cavada. Sin embargo, el Athletic tiene un historial que se activa en las adversidades. Valverde no quiso ver una herida convertida en hemorragia y movió rápido el banquillo.

OCASIÓN FINAL

Salieron Raúl García y Lekue en la primera ventana de cambios. Después entró Nico Williams y finalmente Guruzeta. Arrasate respondió con Kike García y Rubén García, a los que después se unió Kike Barja. Completaron el baile Brasanac e Ibáñez. Permutas sin perder el norte por el que habitualmente caminan dos equipos condenados a esperar un mes para dirimir esta batalla.

Pudo llegar aún más igualado el cruce, pero al Athletic le faltó acierto en el lapso de inspiración del que goza cada partido, independientemente del rostro con el que haya empezado. Guruzeta no pudo superar a Sergio Herrera en la última jugada que pudo dejar igualada la eliminatoria en los primeros 90 minutos. Con todo, el estrecho margen convertirá el duelo de vuelta de San Mamés en un western donde se resetearán todas las emociones de la ida.