FÚTBOL (LIGA) REAL MADRID- ATLÉTICO (1-1)

El Atlético certifica el adiós del Real Madrid a la Liga

Los rojiblancos se adelantaron con un gol de Giménez y empató Álvaro Rodríguez en un córner

El Barcelona puede abrir la diferencia con los blancos hasta los diez puntos si gana en Almería

Asensio controla ante la presión de Reinildo y Saúl.

Asensio controla ante la presión de Reinildo y Saúl. / Rodrigo Jiménez/EFE

Fermín de la Calle

Fermín de la Calle

El Atlético se plantó en el Bernabéu con poco que perder y el aliciente de dejar al Real Madrid descolgado de la pelea por la Liga. Y pese a quedarse en inferioridad a la hora por la expulsión de Correa, los de Simeone se llegaron a adelantar en el marcador y le quitan dos puntos a los de Ancelotti, con lo que firman el epitafio liguero de un Madrid al que le faltó la pegada y el vértigo de Anfield. Ahora el Barça puede ampliar la ventaja a diez puntos a falta de 15 jornadas.

Hace apenas un mes del derbi en el Bernabéu que ganó el Real Madrid en la prórroga, pese a ser sometidos por los de Simeone futbolísticamente durante todo el partido. Algo debió ver el Cholo, que para este choque recuperó su perfil más conservador, acumulando jugadores en el medio y dejando solo arriba a Griezmann. Ancelotti, por su parte, apostó por el ‘once de los meritorios’, con Nacho, Ceballos y Asensio. Rotaba el italiano buscando piernas frescas para un duelo en el que los visitantes tenían mucho que ganar y los locales mucho que perder.

Penalti de Padrón

No han pitado al Atlético ni un penalti en lo que va de Liga y tampoco parecía que fuese a ocurrir en el Bernabéu. Una mano tan clara como involuntaria de Valverde generó uno de esos penaltis de Padrón, que unos los pitan y outros non. En este caso Gil Manzano, colegiado de tufillo merengón según los colchoneros, la mandó al limbo. Empezó mejor posicionado el Atlético, que tocó y dominó durante los primeros minutos, hasta que el Madrid, equipo diésel, comenzó a desperezarse. Pero en el momento en que la pelota comenzó a pasar por los pies de Kroos los blancos se activaron con Valverde llegando por fuera y Asensio cayendo entre líneas. Benzema dispuso de un par de remates y el Atleti, que perdió a Reinildo lesionado, se cerró como un puercoespín.

No era capaz de descifrar Ancelotti el sudoku de Simeone ni el Cholo conectar al equipo con un Griezmann abandonado como Robinson Crusoe en ataque. La partida de ajedrez llegó al descanso con tablas. El partido, en su primera parte, resultó tan frío como el ambiente, con nevada previa incluida durante el emotivo minuto de silencio en memoria de Amancio.

Naturalizó algo más su once Simeone en el segundo tiempo con la entrada de Correa por Pablo Barrios, lo que permitió a Griezmann descolgarse con un referente por delante para generar más juego y acumular posesión. El Madrid dominaba el duelo esperando pacientemente el momento para dar el zarpazo y resolver un escollo complicado en su lucha por mantenerse vivo en Liga. Con ocho puntos de renta, estaba claro que la Liga solo puede perderla el Barcelona, pero siempre que el Madrid le exija. Y a este derbi los de Ancelotti no han desfallecido.

Roja ¿excesiva?

Pasaban los minutos y Oblak no veía peligrar su marco. Al Atlético le había sentado bien la entrada de Correa, pero necesitaba dar señales de vida arriba, generar peligro, intimidar a un Madrid que estaba demasiado cómodo atrás. A la hora Griezmann despertó el partido con un disparo cruzado. Poco antes de que Carletto metiese leña a la caldera con Tchouaméni, Camavinga y Modric por Kroos, Asensio y Ceballos. Segundos después del cambio Correa se sacaba de encima a Rüdiger con un codazo en el vientre. El alemán cayó al suelo y Gil Manzano le mostró la roja. ¿Demasiado castigo? Posiblemente. ¿Golpe prescindible? Sin duda.

La expulsión condicionó el resto del partido, devolviendo a Griezmann a su rol de delantero-naufrago y pertrechando al Atlético de nuevo atrás para buscar un empate con más valor emocional que matemático, porque alejaba definitivamente al Real Madrid de la lucha por el título, ampliando la renta (si el Barça gana en Almería) a diez puntos. A los rojiblancos el punto no les valía en realidad para mucho en su lucha por las plazas de Champions, y sin nada que perder Simeone mostró su perfil más audaz al retirar a Koke y Saúl metiendo a Witsel con Morata, para permitir a Griezmann volver a jugar entre líneas. El fútbol le premió inmediatamente esa valentía en un balón parado Giménez embocó en la portería de Courtois a falta de once minutos.

Tiró de épica Ancelotti, terreno donde los blancos se mueven bien, y llegó el empate por obra del canterano Ávaro Rodríguez. El Toro cabeceó un córner a la red y despertó a un Bernabéu congelado. Con seis minutos por delante todo podía pasar. Pero los del Cholo supieron enfriar más la tarde y el Madrid se despide de la Liga. Ahora le queda la Champions y la Copa. Y a Simeone no salir de la zona Champions, por la salud financiera del club.