CRÓNICA CELTA 0 - 1 ATLÉTICO

Memphis y Oblak cazan tres puntos para un Atlético en inferioridad

El equipo de Simeone sobrevivió a un mal partido ante el Celta con el primer tanto del neerlandés, que llegó en los últimos minutos, tras la expulsión de Savic

El esloveno fue clave, con varias intervenciones de mérito que sostuvieron a un conjunto rojiblanco que encontró en la carestía su quinto partido sin perder

Denís Iglesias

Denís Iglesias

El Atlético demostró ante el Celta una virtud perdida: saber sufrir. Puede dar un mal concierto, desafinando en ataque por culpa de una versión deshilachada de Griezmann. Puede desangrarse por errores propios, como el cometido por la pareja Hermoso-Savic que terminó con la expulsión del segundo.

Puede hasta salvarse de caer del escenario con un gol salvado en la línea por Oblak. Pero todavía preserva ciertos toques de ingenio para sobrevivir cuando los focos se le caen encima. Así lo manifestó con un triunfo balsámico en Balaídos. Cuando tenía todo en contra, Memphis, cuya aportación al equipo rojiblanco había sido escasa, se estrenó como para dar un triunfo de oro en el último suspiro.

PRIMERA PARTE INSÍPIDA

El Atlético tiene la responsabilidad de, por lo menos, tocar bien los grandes éxitos. Como el Nunca dejes de creer o el Partido a partido. LaLiga necesita que la banda de Simeone no toque de oreja y se deje llevar por los escenarios como si fuera un compromiso contractual. Porque no anda sobrada la competición de referentes. El show business precisa de rivales a los que todos quieran batir. También de equipos con afán de mejora, como el Celta de Gabri Veiga.

Ya se puede poner este complemento circunstancial, con respeto de Iago Aspas, porque el canterano celeste se había erigido como la chispa de un equipo que caminaba sin rumbo. Aunque la diferencia entre uno y otro se plasmó en la gran ocasión del Celta en la segunda mitad, cuando el veterano mandó un balón al larguero que no remachó con éxito el junior.

Pero el futuro es Veiga contra Barrios (novedad en el once junto a Llorente), otro producto de la base, aunque sustituido al inicio del segundo tiempo. Son las estrellas que vendrán en dos equipos que basaron el guión del primer tiempo en el centro de campo. Se produjo un inicio intenso, sobre todo por parte de los célticos, que pusieron el alma en juego.

Figueroa Vázquez puso coto a la algarabía muy pronto, con amarillas para el propio Gabri Veiga y Aidoo, quien cortó en falta un avance de Morata. Estuvo muy aislado el delantero madrileño, al que, como a sus compañeros, le sigue faltando ese punto de precisión que le hace caer en fuera de juego o tener la mira desviada. Justo los detalles que acompañaron a Depay en la jugada ganadora.

El bloque bajo es una expresión de moda en el fútbol actual, sobre todo cuando se aplica como lo hizo el Celta en tiempo inicial. El Atlético quedó reducido a centros laterales. Los locales jugaron con una marcha más, electrocutando a los rojiblancos con movimientos inteligentes como los de Carles Pérez, al que no tembló el pulso para intentarlo desde lejos. No se atrevió nadie en el bando contrincante, que revoloteaba, como las gaviotas de Balaídos, a la espera de un gesto inspirador de Griezmann.

EXPULSIÓN Y RESURRECCIÓN

Tras la reanudación, la estadística invitaba a vivir un momento clave, porque hasta el minuto 60 es el momento favorito del Atlético para anotar y el que más detesta el Celta para defender su portería. Para aprovecharlo, Simeone introdujo a Carrasco en lugar de Barrios, con el objetivo de naturalizar a Griezmann, que acaba haciendo de todo en cada partido. Esto se tradujo en una ocasión, pero no fue tan clara como la que estuvo a punto de costarle el tanto en contra al Atlético.

Oblak salvó sobre la línea un disparo a medida de Aspas, que se quedó en un mano a mano con el esloveno después de un error de Savic, quien se disolvió como un azucarillo. A ojos de Simeone, el plan no había funcionado y Griezmann salió en otra ventana de cambios previa a la acción que rompió el partido. El central montenegrino perdió la posición ante Seferovic y el colegiado lo expulsó, al interpretar que era el último defensor. Tercera roja para Stefan en una temporada de récords negativos para él.

El Celta estuvo a punto de conseguir el combo: falta, superioridad y travesaño. Aspas superó la barrera con un gran lanzamiento, el larguero escupió la bola y el heredero Gabri Veiga no pudo empalar con precisión. Todavía podía ser peor para el Atlético, porque su salvavidas, Oblak, se dolía. Grbic salió rápido a calentar. El meta aguantó, pero su debilidad espoleó al Celta, que en plena tromba concedió una oportunidad que Memphis no llegó a definir.

El neerlandés parecía ahogarse en sus expectativas, pero entonces Carrasco encontró una vía. Regateó hacia dentro y sacó un disparo que pegó en un jugador del Celta. El balón quedó suelto y lo aprovechó Depay para darse una media vuelta suave. Bordeando el error, aunque suficiente para batir a Iván Villar. Sin saber cómo, el Atlético había sobrevivido para firmar su quinto partido sin perder. El acierto que le había esquivado en citas anteriores apareció en un escenario donde fue inferior. Sin embargo, el tema final, interpretado por la estrella invitada, fue decisivo y determinó el resultado, lo que más pesa para este Atlético donde los secundarios mandan.