UN NEGOCIO CORRUPTO

Crecen las falsificaciones de edad en los jugadores africanos para irse a Europa: "Ellos no deciden y sufren racismo"

Un control realizado en la selección sub-17 de Camerún destapó un reguero de casos que salpicó a otros combinados, reviviendo un fenómeno corrupto que mueve millones

"Los equipos no fichan a chicos de 21 años", "así dominan los Mundiales de categorías inferiores" y esto provoca "acusaciones xenófobas", relatan distintas fuentes

Una de las últimas alineaciones presentadas por la selección sub-17 de Camerún.

Una de las últimas alineaciones presentadas por la selección sub-17 de Camerún. / FECAFOOT

Denís Iglesias

Denís Iglesias

El inicio del 2023 fue convulso para el fútbol africano, que revivió un viejo fantasma que nunca se ha ido: el de la falsificación en las edades de los jugadores. Un control interno de la Federación Camerunesa de Fútbol (FECAFOOT) que preside Samuel Eto’o descubrió varios pasaportes modificados en la selección sub-17. Lo hizo con la imagen por resonancia magnética (IRM) que la FIFA utiliza como estándar desde 2009. Del total de 30 futbolistas presentados, 21 no pasaron las pruebas

La situación obligaba a Pierre Fiala, preparador del combinado juvenil, a reformar casi por completo su grupo de cara a la clasificación para la Copa Africana de Naciones (CAN) de Argelia. Camerún recibía al Congo, Chad, República Centroafricana, RD Congo y Chad. Los dos últimos equipos también suspendieron en masa los test de edad y quedaron descalificados, a diferencia del cuadro camerunés, que logró armar un conjunto alternativo que quedó líder de su grupo. 

La veda que abrió Eto’o terminó por salpicar a más selecciones del continente, como Liberia, Djibouti y Angola, que también quedaron descalificadas por el trucaje de edad, un mal que continúa a la orden del día a pesar de los controles. “Hay que poner fin a los registros falsos que han empañado nuestro fútbol”, sentenció con firmeza el exjugador del Barça, entre otros equipos.

Pero, ¿en qué consiste exactamente la prueba de imagen por resonancia magnética? “Este test se hace para determinar si un niño ha terminado su fase de crecimiento, hasta los 17 años. La prueba de la muñeca solo vale para esa edad, para el resto es muy aproximativo”, apunta a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA un exinternacional con Camerún desde las categorías inferiores, quien indica que la llegada de Eto’o a la FECAFOOT ha estrechado el cerco a esta práctica corrupta que supone un negocio millonario en el continente

“Antiguamente, la gente se quitaba más edad para venir a Europa. Había muchas falsificaciones y las propias federaciones estaban interesadas en el negocio corrupto”, indica esta fuente, quien asegura que la falsificación de edad se puede detectar en Europa con una comprobación administrativa. “A la gente siempre le han pillado por la partida de nacimiento, que es la que sale del hospital. Esa nunca cambia, por mucho que falsifiquen tus licencias. De ahí que si alguna vez necesitas un papeleo importante, te van a coger”, amplía un futbolista que sigue en activo.

Entonces, ¿por qué se sigue manipulando la edad de los jugadores? "El conocido como 'age cheating' se emplea porque, como todos sabemos, los jugadores jóvenes valen más dinero. Si un futbolista tiene 23 años, su club o agente dirá que tiene 21 para atraer un mayor interés", explican desde African Insider, medio que cubre el fútbol del continente y que reveló la confesión de un jugador que había sido víctima del trucaje.

"Yo jugaba en un club de la tercera camerunesa y la pasada temporada mi entrenador me dijo que necesitaba una foto para hacerme una licencia falsa", explica una de las víctimas del proceso. "Porque la mayoría de las veces, ellos no deciden las trampas, que afectan negativamente a los buenos jugadores, dando lugar a acusaciones racistas de fraude contra muchos futbolistas que son completamente legítimos", defiende el informador especializado, quien, al igual que el afectado destaca que la falsificación de edad es frecuente incluso fuera del fútbol.

"25 AÑOS NIGERIANOS"

"En algunas profesiones, las personas aumentan sus años para ser vistos como mejores candidatos. Sucede con los médicos, los abogados o incluso para lograr visados", explica el responsable de African Insider. Pero el exinternacional camerunés que participa en este artículo señala que el cerco administrativo de un país como España puede desmontar fácilmente el trucaje de edad, por lo que él solo conoce a "dos o tres jugadores" afectados. "Piensa que, cuando vas a la embajada española, antes de hacerte un contrato, mandan un abogado al registro civil del país donde has nacido, para así verificar el nacimiento. Lo mismo si te quieres casar o pedir la doble nacionalidad, como me sucedió a mí", recalca el futbolista.

Sin embargo, en ciertos países se hace difícil determinar la verdadera edad, por falta de registros civiles o la lejanía de ellos. Según han relatado entrenadores del fútbol base africano, hay niños que no saben siquiera su nacimiento, por lo que más que falsificación existe una invención de los datos. Y esa estimación corre a veces por cuenta de los propios técnicos.

Así, a pesar del establecimiento en 2009 del test de edad, hay conflictos cada vez que se aproxima una CAN sub-17, la competición juvenil más importante del continente, tal y como relata Pancho Jáuregui, autor de Fútbol Africano Iy Fútbol Africano II. Esto ha provocado un reguero de comentarios racistas.

En 2009, David Moyes, por aquel entonces entrenador del Everton, hablaba en tono jocoso de Yakubu Ayegbeni tras anotar un triplete: "Solo tiene 25 años, aunque son 25 años en un nigeriano, por lo que si esa es realmente su edad, todavía le quedan unos cuantos buenos por delante". En 2013, Zarco Zecevic, presidente del Partizán de Belgrado, se mofó de Taribo West: "Dijo tener 28 años cuando lo fichamos y más tarde descubrimos que en realidad tenía 40".

Taribo West, con Bora Milutinović, durante una concentración de la selección nigeriana.

Taribo West, con Bora Milutinović, durante una concentración de la selección nigeriana. / REUTERS

NACIDO EL 1 DE ENERO

Nigeria, país con el que fue internacional este delantero, ha sido el más afectado por el 'age cheating', lo que ha puesto en duda su dominio del Mundial sub-17 que ha conquistado en cinco ocasiones (solo dos de ellas después del establecimiento del IRM). Nadie tiene más títulos en esta categoría que las Súper Águilas, incapaces de trasladar este dominio al fútbol absoluto. Tampoco ninguna otra selección acumula tantas sospechas, alimentadas por episodios como el de Laide Okanlawon, portero que fue campeón en Corea del Sur 2008 "y que fue recibido en el aeropuerto por su señora y sus hijos", según cuenta Jáuregui.

La sombra es tan alargada que ha afectado a grandes figuras nigerianas como Okocha, Kanú o Obafemi Martins. "Nuestros muchachos son viejos, estamos pagando el precio por mentir tanto respecto a las edades de los futbolistas", decía en 2010 Ken Augweje, miembro de la Federación Nigeriana, tras el bronce alcanzado en la CAN. Este tipo de situaciones han normalizado que los jugadores tengan dos edades: la del fútbol y la edad real. En casos como el del congoleño Chancel Mbemba Mangulu se detectaron hasta cuatro registros de nacimiento diferentes. A veces el 'pirateo' de los años es tan evidente que los jugadores disputan los partidos con licencias datadas todas a 1 de enero, como sucedió con el combinado de Níger en el Mundial de 2017.

Algunas selecciones también han cuestionado la validez del test IRM. Jáuregui cita el testimonio de Rabie Takassa, ojeador de la Federación Marroquí, quien sostiene que los resultados no son 100% fiables. "En la CAN de 2017 nos privaron de contar con un jugador porque la prueba determinó que su crecimiento no iba en paralelo con la edad. Pero se trataba de Mohamed El Gourari, que estaba en el Borussia Dortmund de Alemania, donde es imposible falsificar la edad", sentencia y centra el problema en la 'África negra'.

De ahí que el negocio corrupto y los casos destapados simplemente se han contenido. La falsificación de edad sigue siendo una lacra para el fútbol africano. "Propaga un estereotipo negativo, un estigma que provoca que los profesionales del fútbol desconfíen de los jóvenes del continente", sentencian desde African Insider, quienes ven una "solución muy simple" al problema: "Al igual que la Asociación Mundial Antidopaje sanciona a un jugador, incluso si dice que no responsable o que no ingirió deliberadamente una sustancia, la CAF y la FIFA deben hacer lo mismo con los futbolistas. Puede que sea injusto para algunos, pero actuará de modo efectivo como elemento disuasorio para los agentes y los clubes corruptos".