FÚTBOL DE MESA
De jugar a las chapas en homenaje a su padre fallecido a ganar el primer Mundial

Adrià Garriga, con el trofeo que le acredita como campeón del Mundial de fútbol chapas disputado en Brasil. /
Adrià Garriga se coronó en Brasil como el mejor de esta modalidad que heredó de su padre, al que perdió con tres años por un cáncer, y quien le legó las piezas que aún hoy utiliza
Representó a Cataluña, invitada por la federación mundial, donde la variante 'futbol botons', que nació como reutilización de elementos de la industria textil, moviliza a cientos de jugadores
Adrià Garriga (Centelles - Barcelona, 2001) tuvo que dormir y esperar a que los sueños surtieran efecto para saber que había cumplido uno de los grandes. Este joven catalán era campeón mundial de fútbol chapas. El juego que lleva practicando desde que tiene uso de razón y al que ha dedicado un sinfín de horas. Mientras en España su familia y amigos dormían, él se alzaba en Brasil como el mejor en una disciplina que heredó de su padre, al que perdió cuando tenía tres años por culpa de un cáncer que no rompió el vínculo que les une.
Todavía hoy juega con los botones que él le legó. Porque Adrià es de la escuela del ‘futbol botons’, una de las modalidades de los deportes de mesa. “Es un juego arraigado en territorio catalán, donde a causa de la fuerte presencia de la industria textil se empezó a jugar al fútbol con botones”, explica a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA desde Suiza, donde realiza un Erasmus como estudiante de ADE en la Universidad Pompeu Fabra.
TRES MODALIDADES
Garriga explica con pasión la diversidad del fútbol de mesa con el que tantos niños han crecido. Las chapas, el ‘sector ball’ y el 12 toques son las tres variantes aceptadas por la federación internacional. Además, existen otras disciplinas como el citado ‘futbol botons’ catalán, el 1 toque, el ‘dadinho’ y el Subbuteo, juguete de culto. El ‘sector ball’ es originario de Hungría y en él se disponen 11 fichas de plástico por equipo. “Se juega en una superficie mucho más lisa y deslizante que el resto y a diferencia del resto, la bola es una ficha de plástico plana, no esférica”, explica el campeón del mundo.
Esta variante requiere una enorme técnica y precisión, tanto para el pase como el tiro. En segundo lugar, los '12 toques', un tipo de juego originario de Brasil que se juega con 10 botones en un campo con un diámetro de entre 4 y 4,5 centímetros, además de una pieza rectangular que hace de guardameta. Es un poco más pequeña que la portería. “El campo es de madera y eso permite que los botones se deslicen muy bien, pero que a la vez no sea una pista de hielo”, cuenta Garriga.
El '12 toques' tiene poco de estratégico y es más espectacular. “Prácticamente en cada jugada hay una ocasión de gol”, señala el experto en fútbol de mesa. “Al final, cada cultura hace el juego suyo. Por lo tanto, en Brasil se compite buscando el ‘jogo bonito’, mientras que en Europa del Este el fútbol de mesa se ha orientado hacia la complejidad y técnica, con un reglamento complicado”, añade.
Aquí vemos al gran futbolista #Pele jugando al #FútbolBotones al que era gran aficionado pic.twitter.com/9AxdWjmm75
— Mr.SirColor (@MSircolor) 31 de diciembre de 2022
A estas modalidades hay que sumar las chapas, con las que Adrià Garriga se proclamó campeón en el noveno Mundial de Fútbol de Mesa disputado en octubre en Brasil. “Es la única donde disparamos las fichas o chapas directamente con los dedos, a diferencia de los tiradores que se usan en otras modalidades. Se usan 10 de campo y un tapón como portero en un campo hecho de moqueta”, describe el mejor del mundo.
CHAPAS, TÉCNICA ELEVADA
Las chapas están en el imaginario colectivo de varias generaciones, que espontáneamente desplegaban un ejército metálico en las calles. Algunas son auténticas joyas de colección, con dorsales y hasta serigrafías de jugadores. Otras más sencillas y dobladas, pero utilizadas con el mismo objetivo de tumbar al rival con puntería. “Es la modalidad más sencilla y económica de empezar a practicar, no obstante, se necesita de una elevada técnica, mayoritariamente en los chuts a puerta. Además de mucha estrategia en la colocación en el campo, factor clave para la victoria”, desvela Adrià.
Mientras que Brasil y los países de Europa del Este (Hungría y Rumanía) dominan sus respectivas variantes, el '12 toques' y el 'sector ball', “en chapas está por venir, puesto que en el Mundial se jugó por primera vez esta modalidad, pero es muy probable que los españoles tomen el papel de favoritos, no por mí, sino por los ‘jugadorazos’ que hay en la liga de fútbol chapas de España, con 30 clubs repartidos por todo el país”, indica Garriga.
El campeón participó en la cita brasileña como miembro de la Federación Catalana de Futbol Botons, que forma parte de la Federación Internacional de Fútbol Mesa. “Fue un ‘mix’ interesante, puesto que iba como representante catalán, pero dentro de la competición se me trataba como atleta español”, indica un jugador que considera “artistas” a los que siguen creando con mimo las piezas de las diferentes modalidades.
“Existen sitios donde se fabrican de modo mecanizado, pero me atrevería a decir que a día de hoy la mayor parte se crea a mano unidad por unidad. Al final, no son simples piezas de juego y aquí aparecen los coleccionistas que buscan equipos homogéneos, como podría ser una edición especial de botones rojos con los dorsales y nombres de la selección española que ganó el Mundial de 2010. En mi caso, he tenido siempre los mismos y lo que me ha importado es que me resulten lo más útiles posible para mi forma de jugar”, explica alguien que ha crecido en el lugar más dinámico y organizado para estas disciplinas.
'FUTBOL BOTONS' EN CATALUÑA
En Cataluña hay ocho clubes de ‘futbol botons’ con sus respectivas ligas. Por encima se organizan competiciones como la Copa del Mundo, la Champions League o la Copa Cataluña donde participan los mejores jugadores, que también se dieron cita en la Copa del Mundo que se organizó en diciembre en Barcelona.
“Los ‘botons’ requieren el más alto equilibrio entre una buena técnica y las estrategias de posicionamiento de las fichas, puesto que en otras modalidades normalmente predomina la técnica”, destaca. El gran reto de Adrià ahora es ganar la Champions, el torneo más importante, y liderar el ranking, algo que nunca ha hecho a pesar de su triunfo mundial, que, sin embargo, ha aumentado el interés por este deporte.

Adrià Garriga, durante la disputa del Mundial de fútbol mesa en Brasil.
/“Es probable que muy pronto el ‘futbol botons’ sea aprobado como deporte en Cataluña, lo que supondría un gran cambio estructural y trabajo para acotarse dentro de la Ley Catalana del Deporte. Además, puedo avanzar que se va a intentar involucrar al FC Barcelona y al Espanyol para que hagan sus propias secciones”, avanza Garriga. El ‘futbol botons’ lucha por ser la cuarta modalidad reconocida a nivel internacional: “Esperamos que en el próximo Mundial haya crecido lo suficiente para que sea incorporada”. Este desarrollo desborda todo lo que ha podido imaginar alrededor del juego que todavía hoy ejerce de cordón umbilical con su padre.
DE PADRE A HIJO
“Me acordé muchísimo de él en la celebración. Hace que todo esto tenga sentido. No suelo mostrar mis sentimientos, por eso cuando gané el trofeo me mostré frío. También es cierto que en España la gente ya dormía. Además, estaba solo allá. Al día siguiente empecé a tomar conciencia de lo que había logrado”, rememora el campeón, para quien la suma de felicitaciones derivó “en una explosión que me llevó a pensar mucho en mi padre”.
De ahí que la familia es un pilar fundamental. Su tío ocupó el lugar en el tablero que dejó la figura paterna, jugando día y noche con Adrià. Procurando que nunca le faltaran botones y llevándole a todas las ligas y torneos. Con semejante impulso, no se vino abajo frente a las dificultades para organizar un viaje desde Suiza a Brasil en un deporte que tiene en la búsqueda de patrocinadores una de sus principales luchas.
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— Adrià (@garriga_adria) 26 de septiembre de 2022
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Mientras que en Hungría y Brasil hay instituciones dando apoyo económico, en España el soporte se reduce a patrocinadores pequeños y locales. Las federaciones y clubes se sostienen gracias a las membresías de sus socios y las cuotas de inscripción en los torneos. “Cabe destacar que a nivel internacional se está tratando de cerrar un patrocinio a largo plazo que pueda dar una estabilidad económica a la federación internacional para afrontar los próximos cinco años”, explica un deportista que lanzó una campaña de micromecenazgo para que familia, amigos y otros jugadores financiasen los billetes.
“Fue todo un éxito, puesto que completé el objetivo de los 1.200 euros, que era el coste de los vuelos”, explica Adrià, quien se plantó en Latinoamérica sin grandes expectativas de resultados. “Sabía que mucha gente había apostado por mí. Por supuesto quería ganar todos los partidos, pero pensaba que era prácticamente imposible optar a ningún premio. Iba a vivir la experiencia y, sobre todo, a conocer lo que se mueve internacionalmente en el fútbol mesa”, recuerda.
RENOVACIÓN DE PLANTILLA
Pero la humildad y curiosidad de un explorador se tornó en la vocación del campeón. “Las implicaciones que conlleva este título son enormes. A nivel personal, una felicidad desbordante por haber llevado mi pasión minoritaria al escenario más grande. También, a raíz de este campeonato, en España ha habido un enorme impacto mediático, algo que necesitamos. Finalmente, lo que más me llena es ver a mi entorno feliz y orgulloso”, sentencia Adrià, un 'multicampeón'.

Adrià Garriga, en lo más alto del podio en el Mundial de chapas disputado en Brasil.
/Porque la consecución del título trajo consigo una retahíla de premios como un reconocimiento en su ayuntamiento, el “mayor abrazo de mi vida” que le dio su madre, las fotos de sus primos "diciéndome que me prepare, porque pronto me van a ganar” y “la felicitación de mis compañeros de ‘futbol botons’, recordando entre lágrimas lo brutal que era mi padre”.
Todavía hoy utiliza los botones que heredó de él, aunque este año “tocará renovación de plantilla, porque empiezo a estar limitado por la falta de actualización y desgaste. Puedo avanzar que el azul va a ser un claro denominador en mis equipos”. Es la única pista que Garriga da a los que busquen destripar su estilo de juego, un delicado método donde los dedos empujan cada botón con la fuerza del recuerdo de un padre que sigue vivo en su hijo.