CRÓNICA ATLÉTICO 1 - 1 GETAFE

El Atlético se dispara en el pie con un penalti y amnistía al Getafe

El equipo de Simeone cedió dos puntos en el Metropolitano tras conceder en el tramo final una pena máxima que transformó Unal tras la mano de Saúl

Los rojiblancos se adelantaron en el marcador con un gol de Correa en diferido: fue autorizado por el VAR después de la sustitución del argentino

Denís Iglesias

Denís Iglesias

El Atlético ya no juega por títulos. Busca asegurar la cuarta plaza de Champions, pero sobre todo sale al campo por su afición. Es el gran objetivo declarado por Simeone, que, a pesar del año y medio de contrato que le resta, ha adoptado un tono de despedida. También pidió Griezmann el apoyo del Metropolitano para el partido contra el Getafe, donde los rojiblancos acabaron contrariados. Unal aguó la celebración del gol en diferido de Correa con un penalti perfectamente ejecutado que cometió Saúl.

El punto puede amnistiar a Quique Sánchez Flores, que llegaba a este encuentro "señalado, acusado y amenazado" por su club, según él mismo admitió en la previa. "Les doy las gracias a los jugadores, porque están de pie y se mantienen en los partidos. Han representado bien a su equipo", aseguró el preparador tras cortar una racha de cuatro derrotas.

Para El Cholo es la interrupción de la secuencia victoriosa en la única competición donde el Atlético sigue vivo. Realmente, el feudo rojiblanco solo vería reparado el desacato de esta temporada con un pleno de triunfos de un equipo donde se pasa de héroe a villano rápidamente. Como le sucedió a Saúl, clave en el triunfo ante Osasuna y en el tropiezo contra el Getafe al cometer el penalti que resultó decisivo.

Con un solo partido por semana, Simeone confía lo que resta de temporada a su guardia pretoriana, repartida en el 4-3-3 que se transforma en un 4-4-2. Los protagonistas asentados no transformaron en gol la presión tras pérdida del Getafe en la primera mitad. Por su parte, el cuadro dirigido por Quique Sánchez Flores, quien mejoró al equipo con los cambios, mutó la angustia en solidaridad defensiva.

UN ATLÉTICO SIN PENALTIS

A pesar de jugar en el alambre, el cuadro getafense movió bien la línea defensiva para dejar en fuera de juego a Griezmann o Morata, dos de los principales argumentos ofensivos rojiblancos. El internacional español anotó en posición ilegal después de un buen pase de Rodrigo De Paul.

Superado el cuarto de hora reclamó un penalti tras un agarre de Djené, que pasó de estar lesionado en el calentamiento a cargarse con una amarilla en prácticamente la primera acción de juego. Esta acción habría supuesto la expulsión del defensor. Mateu Lahoz no consideró las protestas y el Atlético sigue siendo el único equipo de LaLiga sin penas máximas a su favor. El Getafe también demandaría su penalti por manos de Savic. Esta petición sí fue ignorada, a diferencia de la que en la segunda mitad le otorgó el tanto del empate.

El Atlético no encontraba el modo de cortar las ramas del bosque azulón, que repelía las acometidas con más fuerza que orden. La ineficiencia de los de Simeone terminó por dar alas al Getafe, que pasó de bombear esféricos imposibles para Unal y Borja Mayoral a hilvanar jugadas. Con la aguja descosió al rival, que pidió el descanso después de que ambos delanteros protagonizaran sendas ocasiones de peligro. Como ya viene siendo habitual, el Atlético dejaba los deberes para la segunda parte.

GOL EN DIFERIDO

No hay duda de que la temporada colchonera está siendo diferente en muchos aspectos. Pero hay síntomas de identidad que se mantienen, como el efecto de las cholinas tras el descanso. Aunque hasta estas lecciones actitudinales han perdido intensidad. El Atlético mejoró tras la pausa. Añadió el punto de velocidad que necesitaba para desestabilizar el marcador.

Correa fue el protagonista de la acción que puso en ventaja al Atlético. Vio puerta tras aprovechar un rechace de un latigazo de Lemar. Pero no fue consciente de ello hasta después de ser sustituido. Cuando ya se lamentaba en el banquillo por la malograda ocasión empezó a vibrar el pinganillo de Mateu Lahoz para legalizar un tanto que parecía definitivo.

Sin embargo, el equipo rojiblanco fue incapaz de cerrar su zona de seguridad. Saúl, que contra Osasuna desatascó el partido con una gran definición, cortó con las manos un remate de Mayoral. La acción no admitió discusión. "Un penalti que nació en una jugada sin peligro", aseguraba Simeone tras el partido. Esta moción de censura contra el triunfo del Atlético la llevó a trámite Unal. Lo hizo del único modo posible, mediante un impecable decreto-ley cuya trayectoria adivinó Oblak. Se podría haber tirado para el otro lado, porque era imparable.

Carrasco intentó levantar a las tropas en una galopada como las que usaba para iluminar su banda en los mejores tiempos. No pudo definir ante David Soria, que, dentro de su corrección habitual, se esmeró por ordenar a su zaga, que se exprimió para ganar el primer punto del año. Un pequeño bálsamo para su herida. Para el Atlético, postrado en un diván, es otro tiro en el pie. A veces parece que a este equipo no le queda nada y solo busca olvidar esta temporada para el psicoanálisis.