REAL MADRID-ATLÉTICO (3-1)

El Real Madrid no sabe perder y el Atlético no sabe ganar

Se adelantó el Atlético con gol de Morata, pero remontaron los blancos con goles de Rodrygo y Benzema

La expulsión de Savic, con dos amarillas en dos minutos, marcó la prórroga

Fermín de la Calle

Fermín de la Calle

Pocas ocasiones tendrá el Atlético de mandar a la cuneta al Real Madrid, al que se le empiezan a notar las arrugas. Pero adonde no llega el equipo llegan los jugadores. Los blancos estarán en las semifinales gracias a la fe, la épica y, sobre todo, al talento de un Rodrygo que rescató una vez más a los de Ancelotti.

Nunca se sabe si Simeone quiere el balón para defenderse con él o para hacer daño al rival. En el Bernabéu el Atlético no solo discutió la posesión al Madrid, se la quitó y mostró aplomo desde los primeros minutos. Aunque a los ocho los de Ancelotti recuperaron una pelota y la convirtieron en un tuya-mía entre Benzema y Vinicius que abortó Reinildo cuando la grada ya cantaba gol del brasileño. No asfixiaron los rojiblancos la salida como sospechaba Carletto, que en el calentamiento ordenó a Rudiger y Militao ensayar el desplazamiento en largo. Prefirió el Cholo flotar en bloque medio, sacando a la defensa del área para acumular jugadores en una franja estrecha y apretar a los mediocampistas blancos.

Sin capacidad de recuperación

Y entonces la audacia atlética encontró premio en una triangulación perfecta con balón de Koke a la espalda de Mendy, donde apareció Nahuel para asistir de primeras a Morata, que adelantaba a los colchoneros. Los de Simeone jugaban con personalidad, especialmente con la pelota, tocando ante la indolencia de un Madrid que se hace mayor y no tiene capacidad de recuperación si coinciden en el once Kroos, Modric, Vinicius y Benzema. El plan del Cholo, defenderse con la pelota en los pies hasta encontrar una oportunidad de hacer daño a este Madrid naif, funcionaba a la perfección.

Con Vinicius dimitido a la hora de tapar las subidas de Nahuel, Mendy quedaba en inferioridad ante los campeones del mundo Correa y Molina. El derbi era un rondo atlético, pero Simeone pedía a los suyos la puntilla. Para más inri se lesionó Mendy, lo que Ancelotti aprovechó para sacar a Ceballos, que tardó tres minutos en salir, los que tardaron los blancos en parar el partido. Camavinga se fue al lateral y Ceballos entró a la medular. Ganaba conducción y perdía recuperación en el medio. Menos aún. 

Necesitaba el Real Madrid recuperar la pelota y ser más agresivo en ataque. Y necesitaba Ancelotti activar a esta versión neymarizada de este Vinicius más preocupado por discutir que por desbordar. Salieron los madridistas con ese fuego que no mostraron en la primera mitad y se encendió el Bernabéu mientras reculaba el Atlético, que había perdido la pelota y el sitio. Boqueaban los rojiblancos pidiendo cambios a los que aferrarse como salvavidas para recuperar el balón. Algo que ocurrió a la hora de partido, cuando Cholo tiró del oficio de Witsel para suplir a Morata. No estaba fino el Madrid, que tenía oportunidades pero no concretaba. Ceballos ganaba peso en la ida y vuelta de un partido al que los atléticos no lograban meter cloroformo.

Puerta grande o enfermería

A los 70 minutos llovía menos para los visitantes, que no regalaban los balones. Pudo dar la puntilla Griezmann, pero no le quedaban piernas. La jugada siguió con un paradón de Courtois a Antoine y una chilena de Witsel. Cholo retorcía el colmillo con Depay y Carrasco. Ancelotti se abrazaba a la épica amontonando atacantes sin un solo recuperador. Puerta grande o enfermería. Y una vez más le salió bien. En esta ocasión con una jugada personal de Rodrygo, que en medio del caos trazó un slalom supremo que clavó con el exterior en las redes de Oblak. Diez minutos por delante con el Madrid subido a la cresta de la ola en el Bernabéu.

Pudo marcar Griezmann y Depay hizo trabajar a Courtois. Pero no dio la puntilla el Atlético y… a la prórroga. Simeone se quedó con Kondogbia, Saúl, Barrios, Witsel, Depay y Carrasco. Los blancos con un once de más jerarquía: Modric, Ceballos, Asensio, Rodrygo, Vinicius y Benzema. La prórroga fue una montaña rusa en la que Savic cometió un error decisivo, al ver dos amarillas en dos minutos. Demasiada ventaja para un Madrid que encerró a los atléticos y selló el pase cinco minutos después con gol de Benzema. El gol final de Vinicius puso el epílogo a un partido muy exigente en lo físico y lo mental. Colorín, pero no colorado. El Atlético no supo ganar al Bernabéu, donde el Madrid no sabe lo que es perder.