BART LEMMEN

El comandante del Ejército del Aire que se convirtió en ciclista profesional

El neerlandés Bart Lemmen, tras una temporada como corredor amateur, da el salto al profesionalismo en 2023, aparcando momentáneamente su carrera en las fuerzas aéreas de Países Bajos: "Es increíble pensar que hace 15 meses nadie en el pelotón sabía quién era"

Bart Lemmen en sus dos facetas profesionales: militar y ciclista.

Bart Lemmen en sus dos facetas profesionales: militar y ciclista. / EPE

Sergio R. Viñas

Sergio R. Viñas

"Es increíble pensar que hace apenas 15 meses nadie sabía quién era en el pelotón. Y yo tampoco conocía a nadie". Bart Lemmen era entonces un anónimo militar, solo conocido fuera de su entorno por los más cafeteros del ciclismo amateur neerlandés. Que, en Países Bajos, no son precisamente pocos, todo sea dicho. La bicicleta era un mero entretenimiento en una vida focalizada en el ejército de su país, en el que tenía el rango de comandante de pelotón de las Fuerzas Aéreas Reales.

Lemmen, 15 meses después de ser un absoluto desconocido, prepara ahora su debut en el ciclismo profesional a los 27 años. El equipo estadounidense Human Powered Health, de categoría Continental Pro, la segunda división del pelotón del mundial, se acercó a él para proponerle correr durante dos años en sus filas. Oferta que llevaba aparejada, por fuerza mayor, su renuncia temporal a su carrera militar. Y Lemmen aceptó.

Otras transiciones

La llegada al ciclismo de 'paracaidistas' procedentes de otras disciplinas no es nada extraño. Abundan los ejemplos, siendo el más conocido el de Primoz Roglic, triple ganador de La Vuelta entre 2019 y 2021 y segundo el Tour de 2021, quien era saltador de esquí en sus inicios. Michael Woods, tercero en el Mundial en ruta de 2018 y doble ganador de etapa en La Vuelta, no llegó al ciclismo profesional hasta los 30 años, tras abandonar su carrera de atleta de medio fondo.

Remco Evenepoel y Primoz Roglic, en Sierra Nevada.

Remco Evenepoel y Primoz Roglic, en la Vuelta de 2022. / Agencias

También los hay, por supuesto, procedentes del triatlón, como el español Ander Okamika, que arranca su tercera temporada en el las filas del Burgos BH. Y procedentes del ciclismo electrónico, con Jay Vine, doble ganador de etapa en la última Vuelta y desde este curso gregario de Tadej Pogacar en el UAE, como gran exponente.

Incluso se puede añadir a esa categoría a Remco Evenepoel, vigente campeón del mundo, de La Vuelta y de la Lieja-Bastoña-Lieja, que se subió a la bicicleta como adolescente tras aborrecer una incipiente carrera como promesa del fútbol belga. Y por supuesto a Jason Osbourne, remero con una medalla de plata en los Juegos de Tokio que esta temporada correrá como profesional en el Alpecin de Mathieu Van der Poel.

Un equipo militar

En el terreno militar, hubo en Francia durante cuatro años un equipo aficionado llamado Armée de Terre (Ejercito de Tierra), auspiciado por el Ministerio de Defensa francés y formado parcialmente por miembros del ejército galo. Cuando tenía 19 años, allí corrió el doble campeón del mundo Julian Alaphilippe, antes de ser contratado por la estructura del Quick Step.

Pero la transición realizada por Lemmen es la más llamativa de todas, pues se produce a una edad ya relativamente avanzada (27 años) y dejando de lado, al menos de forma temporal, un cargo de relevancia en un ejército.

Durante sus primeros años como militar, y animado por su novia, Lemmen compatibilizó su carrera en el ejército con el ciclismo amateur, corriendo algunas pruebas nacionales a nivel aficionado. Su ascenso a comandante de pelotón, sin embargo, le obligó a bajarse de la bicicleta como competidor. "Trabajaba por las noches en cuestiones relativas a la seguridad de la base y luego empecé a hacerlo por las tardes y los fines de semana", explicaba en declaraciones a su nuevo equipo.

Nueva oportunidad

En 2021, sin embargo, sus horarios cambiaron y pudo compatibilizar su carrera profesional con la bicicleta de nuevo, logrando un destacable octavo puesto en el campeonato contrarreloj de Países Bajos, una prueba abierta a algunos aficionados. Impulsado por ese resultado, y de cara al año recién finalizado, se integró en la escuadra amateur VolkerWessels Cycling Team.

Con el equipo neerlandés fue cosechando buenos resultados en carreras menores, algunas de ellas del circuito nacional, pero también algunas de Bélgica y Francia. Su cuarto puesto en los campeonatos nacionales en ruta le colocaron en el foco, así como su séptimo puesto en la general de la Vuelta de Eslovaquia. Como imagen icónica, su tercer puesto en el podio de Stadsprijs Geraardsbergen, junto a los hermanos Van der Poel.

Todo esto lo logró mientras atendía sus obligaciones en el Ejército del Aire neerlandés. Pero entonces llegó la oferta de Human Powered Health y se vio obligado a tomar una decisión. Y se lanzó al ciclismo profesional, pasando a ser reservista de la armada de Países Bajos.

"Todavía tengo que aprender mucho de este deporte mis compañeros, pero también puedo ayudarles en otras facetas que están alrededor del ciclismo, como a cooperar y trabajar en grupo, que es mi especialidad", explica Lemmen, quien valora que el entrenamiento militar le ha enseñado "a gestionar el estrés para tomar la decisión adecuada en el momento adecuado, aunque estés agotado", conocimientos que le servirán en su nueva etapa. Y, si le sale mal, siempre podrá volver al Ejército.