MERCADO DE FICHAJES

La jubilación dorada de Cristiano Ronaldo con la que Arabia Saudí quiere organizar un Mundial

El portugués, nuevo jugador del Al-Nassr saudí, no cumplió con la ambición de 2015, cuando declaró: "Quiero terminar mi carrera en lo alto y con dignidad, no jugando en Catar o Dubái"

Con este movimiento, el estado de Oriente Próximo quiere lavar su imagen y mostrarse como candidato a organizar un gran evento futbolístico, al igual que sus vecinos cataríes

Cristiano Ronaldo posa con la camiseta de su nuevo equipo.

Cristiano Ronaldo posa con la camiseta de su nuevo equipo. / Twitter @AlNassrFC

Denís Iglesias

Denís Iglesias

El mercado de fichajes de invierno comenzó en España comienza oficialmente a las 00:00 del día 2, pero antes de abrirse la ventana tuvieron lugar dos sonados movimientos, aunque por motivos bien diferentes. El pasado viernes, todavía en 2022, el Al-Nassr de Arabia Saudí anunció el fichaje de Cristiano Ronaldo hasta 2025 a razón de más de 200 millones por temporada. Con el final del año encima, Lucas Pérez, máximo goleador del Cádiz, anunciaba que rescindía su contrato con el equipo de Primera para descender dos categorías y volver al equipo de su vida, el Deportivo, en una decisión que él mismo costeará. 

Dos movimientos por dinero, uno para el bolsillo propio y otro donde el que el jugador tiene que ponerlo. El primero, más frecuente en un panorama futbolístico que ha llevado a Cristiano, uno de los jugadores más destacados de la historia reciente, a vivir una jubilación dorada en Arabia Saudí que contradice lo expresado en 2015.

MOVIMIENTO GEOPOLÍTICO

"Quiero terminar mi carrera en lo más alto y con dignidad, no jugando en Qatar o Dubái como han hecho otros futbolistas", decía el portugués en una entrevista, criticando el camino que han seguido muchas estrellas en la parte final de sus carreras. Lo hacían cuando llegaban a un punto en el que competir en las grandes ligas reduciría su protagonismo.

Los destinos han ido cambiando, desde los comentados por Cristiano hasta EEUU o Asia Oriental, receptores de figuras como Henry, Beckham, Del Piero, Raúl, Xavi, Iniesta, Drogba... Movimientos con un importante contrato económico de por medio que servían para promocionar campeonatos en desarrollo. La misma línea que el portugués, sobre el que se dibujó un utópico regreso al Real Madrid, club que abandonó en 2018, después de verle entrenando en Valdebebas.

En algunos casos, los 'cementerios de elefantes' son burbujas que explotaron como China, en otros, ligas que han seguido creciendo, tal que la MLS o países como Catar, que convirtió a estos jugadores en embajadores para su candidatura mundialista. De hecho, el fichaje de Ronaldo por el Al-Nassr tiene un claro componente geopolítico con el que Arabia quiere lavar y normalizar su imagen como ya ha hecho con eventos como el Dakar o la Supercopa de España. Y el objetivo final no es otro que llegar a organizar una gran cita, como el estado con el que hace frontera.

Para Cristiano, este movimiento supone su salida de la élite mundial tras firmar una pobre Eurocopa en la que se quedó sin equipo después de la polémica entrevista con 'The Sun' y que provocó su salida del United. El Al-Nassr ni siquiera es el primero de su país, mérito que recae en el Al-Hilal, y este año no disputa la Champions asiática.

POR AMOR A UN CLUB EN CRISIS

Tan difícil de entender es que Ronaldo termine su carrera en el fútbol árabe como que un jugador renuncie a su contrato en Primera para descender dos divisiones. Aunque la decisión cobra sentido si se conoce a sus protagonistas: Lucas Pérez y el Deportivo. O lo que es lo mismo: un blanquiazul hasta la médula y un equipo histórico en horas bajas que lucha por regresar al profesionalismo, el "sueño" del ya exfutbolista del Cádiz, tal y como expresó en su despedida. Antes, en su último partido con el club gaditano, anotó un gol frente al Almería.

El regreso de 'O Neno' es el gran regalo de Reyes deportivista. Será su cuarta etapa (2014/15, 2015/16 y 2017/18) en Riazor, algo que solo es posible gracias a él. Lucas Pérez tendrá que abonar la mitad de un traspaso –tasado en alrededor de un millón de euros– inasumible para el equipo de Primera RFEF. El Cádiz ha puesto de su parte al aceptar el pago en tres plazos por parte de una entidad que en su última junta de accionistas declaró un déficit de 50 millones de euros, después de las pérdidas de 1,6 millones del último ejercicio. 

La deuda ha sido capitalizada por Abanca, el actual propietario del club, y del que depende cualquier movimiento. "Si surge una oportunidad en el mercado, estaría abierto el canal de comunicación con el primer accionista para buscar una solución", aseguraba Antonio Couceiro, presidente del Deportivo, durante el acto, previo a conocerse el fichaje de Lucas Pérez.

A nivel estrictamente futbolístico, el fichaje permite al campeón de LaLiga 1999/2000 contar con un delantero de primer nivel que contribuyó, entre otras misiones, a la permanencia en 2015 (por el contrario, descendió en 2018) del Depor en la máxima categoría española. La que acaba de abandonar para formar parte del actual cuarto clasificado de Primera RFEF (a al que descendió en 2020), donde acumula dos intentos frustrados de ascenso, el último, dolorosísimo, por un solo gol ante el Albacete. Ahora, Lucas Pérez tendrá la pesada responsabilidad –con mucha más carga que el resto– de que esto no vuelva a suceder.