DEPORTES DE INVIERNO

El casting de Ander Mirambell para encontrar a su heredero: "En el skeleton acabas en la meta o en el hospital"

"No podía retirarme sin que hubiese un camino marcado. Por eso decidimos crear un proceso de selección y animar así a la gente a enamorarse del skeleton", explica el deportista olímpico

Seis aspirantes, que nunca antes se habían montado en un trineo, consiguieron superar las pruebas del histórico deportista para formar parte del equipo de la Real Federación Española de Deportes de Hielo

Skeleton

Skeleton / Real Federación Española de Deportes de Hielo

Óscar Hernández

Óscar Hernández

"Teníamos los ojos vendados, no sabíamos lo que estaba pasando, escuchábamos de fondo el sonido metálico de unos anclajes. De repente, nos colocaron frente a un precipicio, nos destaparon los ojos, contaron hasta tres y tuvimos que saltar al vacío desde un puente", así narran Daniel y Javier Basas, dos competidores de la selección de skeleton, a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA la última de las pruebas que tuvieron que sortear como aspirantes para conseguir entrar en el equipo de la Real Federación Española de Deportes de Hielo.

Lo curioso del casting que Ander Mirambell, deportista olímpico y entrenador del equipo, diseñó para encontrar a sus herederos es la inexperiencia de sus alumnos. Ninguno de los dos hermanos (ni el resto de los participantes) se habían tirado en trineo, ni conocían de cerca el hielo y tampoco sabían muy bien lo que era el skeleton.

Y es que el desafío final que Mirambell diseñó para los aspirantes guarda mucha relación con este deporte. La sensación de adrenalina y miedo es la misma que se sufre o se disfruta (según quién se lance) entre el puenting y este deporte de velocidad. "Yo lo llamo la Fórmula 1 del hielo", así describe Mirambell la emoción que se experimenta al competir en este deporte de invierno. No pudiendo estar más acertado porque encima del trineo se alcanzan velocidades por encima de los 100 kilómetros por hora, la misma velocidad a la que se conduce por la autovía. Sin embargo, a diferencia del coche, en el skeleton solamente estás agarrado a un trineo que se desliza por el hielo sin más volante que el peso de tu cuerpo.

Esta solo fue una de las pruebas físicas que tuvieron que sortear los más de 40 competidores que se presentaron al proceso de selección para convertirse en pilotos de skeleton. Entre todos los que lo intentaron, solo seis debutantes consiguieron llegar a la fase final del proyecto en Sigulda (Letonia).

Todo este circuito fue diseñado por Mirambell para encontrar a sus sucesores en este deporte que escasea en aficionados. Sin embargo, todos los que lo prueban coinciden en que es "adictivo como una montaña rusa", explican los hermanos.

Los nueve de Letonia

La primera bajada en pista de Daniel Basas, uno de los competidores de la Federación de Hielo

La primera bajada en pista de Daniel Basas, uno de los competidores de la Federación de Hielo. /

El camino no fue fácil hasta el Campeonato de España. A través de las redes sociales, los dos hermanos se enteraron de que la Federación estaba buscando nuevos competidores para el equipo nacional de skeleton. Ander Mirambell pedía a los aspirantes "un currículum deportivo notorio, una carta motivacional y el 'por qué' de probar el skeleton", lo cual los Basas aprobaron.

Pasando a la siguiente fase, 40 deportistas se examinaron durante una semana en diferentes pruebas que medían disciplinas físicas aplicadas al skeleton y, como en España no hay pistas para practicar el deporte, tuvieron que tirar de imaginación.

Aunque no hubiese muchos medios, Mirambell diseñó un proceso de selección para preparar a los deportistas de cara a Letonia. El deportista cuenta a este diario de dónde surgió esta idea: "No podía retirarme sin que hubiese un camino marcado. Por eso decidimos crear un proceso de selección y animar así a la gente a enamorarse del skeleton. Buscamos perfiles en las universidades, centros deportivos, gimnasios… desde ahí, filtramos a los candidatos, hicimos test físicos y de todo el proceso quedaron los once mejores", explica el olímpico.

La recta final se disputó en la costa de Barcelona. En esta parte, el equipo se centró en las habilidades mentales necesarias para ser un piloto de skeleton. Por ejemplo, "tomar decisiones en situaciones de estrés, actos de valentía y trabajo en equipo", menciona Mirambell. Finalmente, seis nuevos deportistas que nunca se habían tirado en trineo y tres más veteranos formaron el equipo que está compitiendo en Letonia contra selecciones de todo el mundo. Allí, "en la fase del hielo", se decidirá que pilotos van al Mundial.

La primera vez en el hielo

"El cuello aguanta cinco veces la fuerza de la gravedad, vas a escasos centímetros del suelo con los ojos clavados en el hielo y no ves nada". Así describen los hermanos la primera sensación encima del trineo. Ambos coinciden y también comparten sus ganas de volver a tirarse por la pista: "Lo ideal sería seguir en el skeleton, pero muchas veces es complicado compaginarlo con el trabajo o los estudios, porque tampoco puedes llegar a vivir de esto. Si por nosotros fuera, nos dedicaríamos a esto toda la vida. La sensación y la adrenalina de este deporte es adictiva", cuentan los hermanos.

Como en todos los deportes minoritarios, es complicado dedicarse en cuerpo y alma a ellos. Pero además, en el caso del skeleton se suman muchas complicaciones: tener que desplazarte a otro país para practicarlo, los precios de los trineos y el material (que se multiplica porque solo hay tres constructores de estos en el mundo) o el riesgo que supone lanzarte por la pista a tal velocidad. "En este deporte acabas en la meta o en el hospital. No hay más", explica Ander Mirambell.

Pese al riesgo y las complicaciones, los nueve de Letonia están dispuestos a sacrificar todo esto para repetir la sensación y entrenar hasta llegar a lo más alto. "Nuestro objetivo es aprender y hacer la mejor marca posible. Aunque quede mucho camino, nuestro sueño es participar en unos Juegos Olímpicos", concluyen Daniel y Javier Basas. Quizá uno de ellos sea el próximo Ander Mirambell.