Trabajo específico con el futbolista

Terapia para Vinicius: el Real Madrid, preocupado por su 'Neymarización'

El club blanco trabaja para que el extremo brasileño no se distraiga en los partidos cayendo en las provocaciones de los rivales ni sea estigmatizado como un provocador

Vinicius se enfrenta a Raíllo en un partido entre el Real Madrid y el Mallorca.

Vinicius se enfrenta a Raíllo en un partido entre el Real Madrid y el Mallorca. / Cati Cladera/ Efe

Fermín de la Calle

Fermín de la Calle

La primera alarma saltó el 20 de marzo de este año. El Barcelona ganaba (0-1) en el Bernabéu a la media hora de partido, momento en que Vinicius recibió un balón y se plantó ante Ter Stegen. El brasileño encaró al portero, y con todo de cara para regatearle, se fue al suelo cayendo como un saco ante el alemán, que no le había tocado. Una reacción extraña en el carioca, siempre más centrado en resolver la jugada que en buscar el piscinazo. Algo todavía más extraño sabiendo que las cámaras delatarían su teatral maniobra. Mientras Piqué reprobaba al delantero su feo gesto y el VAR confirmaba a Munuera que se dejó caer, Ancelotti le miraba sorprendido por la resolución de la jugada. Algo impropio de él.

Hace un par de veranos, cuando Carletto aterrizó en el Real Madrid, el italiano se llevó a comer al brasileño y hablaron de su vida, sus aficiones, su familia... Lo trató como a un hijo, lejos de mostrarle algún tipo de inquietud sobre su problema en la toma de decisiones ante los porteros. “Lo importante es crear ocasiones, acabarán entrando”, le animó. El técnico insistió en que se tomase su tiempo para definir las jugadas y que dejase el vértigo para regatear a los defensas. Vini lo entendió y pasó de anotar seis goles y dar cuatro asistencias en la temporada anterior a marcar 22 tantos y repartir 16 pases de gol en la primera con Carletto. El salto cualitativo no estaba en sus piernas, estaba en su cabeza. Ahí trabajó Ancelotti, con la ayuda de Benzema, entre otros.

Problema inesperado

Todo iba bien este año, hasta que sorprendentemente surgió un problema inesperado. Vinicius, pieza de caza mayor para las defensas rivales, se está enrocando más de lo recomendable en polémicas, disputas verbales y guerras extradeportivas que le sacan de los partidos. Un problema que han detectado tanto el entrenador como el club, y en el que trabajan para corregirlo. Nada tiene que ver con el asunto de celebrar los goles bailando, algo por lo que fue señalado inoportunamente por Koke. El problema es que Vinicius acumula en 2022 varios capítulos de desplantes, gestos indecorosos y palabras fuera de contexto en episodios que le han hecho irse de los partidos.

El más sonado se produjo el 11 de septiembre, cuando los blancos se midieron al Mallorca. Vinicius vivió un duelo caliente con Maffeo, quien mostró su lado más áspero al brasileño, que no se mordió la lengua. Los blancos ganaron (4-1) remontando el gol inicial de Muriqi, y los mallorquinistas denunciaron posteriormente que Vinicius les faltó al respeto. Varios medios afirmaron que les dedicó palabras como “¿os creéis que vais a ganar?” o “¡sois muy malos!”. En ese partido las cámaras grabaron a Javier Aguirre gritando a los suyos “¡Pégale!” o “¡Rómpelo!”, palabras a las que el técnico restó importancia, acogiéndose al viejo código de “lo que pasa en el campo, se queda en el campo”.

En ese mismo partido Vinicius se acercó al banquillo balear a recriminarle algo y hasta Ancelotti tuvo que intervenir gritándole: “¡A jugar Vini, a jugar!”. No fue el único porque Kroos y Nacho también trataron de frenarle en las protestas. El brasileño estaba fuera de sí. Cuando Benzema marcó el segundo, el carioca se giró hacia Maffeo y le señaló con los dedos un dos en un feo gesto. Días después, el capitán balear, Raíllo, le mandaba un mensaje en una entrevista en el Diario de Mallorca, editado por Prensa Ibérica, al igual que este periódico: “Vinicius que baile, pero que no falte, que no insulte y que no menosprecie a los compañeros de profesión. Luego cuando se le tilda de provocador usa el comodín del racismo”.

Aquello hizo saltar las alarmas en el club blanco porque la temporada solo acababa de comenzar y el brasileño ya se había convertido en protagonista por cuestiones extradeportivas que podían distraerle tras una temporada anterior deslumbrante. El Madrid lleva tiempo trabajando con él para que no entre en las provocaciones ni atienda las descalificaciones con las que los rivales le desafían. Compañeros, entrenadores y hasta psicólogos del club trabajan con él para crear rutinas de atención que le permitan abstraerse en esas situaciones y seguir centrado en el juego.

Advertencia de Ancelotti

Ancelotti se lo comentó abiertamente en un entrenamiento delante de sus compañeros: “Van a buscarte la tarjeta roja, no me jodas. Ni se te ocurra caer en ninguna”. Por eso en los últimos meses siempre que se produce una falta o una jugada en la que está implicado el brasileño, Modric, Kroos, Benzema o algunos de los jugadores que tiene galones, aquí se incluye también a gente como Nacho o Alaba, acuden prestos a evitar males mayores.

El 2 de octubre, tres semanas después del choque con el Mallorca, el Madrid recibió en Chamartín a un equipo de pierna dura: Osasuna. Los rojillos no escatimaron ni un gramo de agresividad para frenar a los blancos y Vinicius volvió a estar en el ojo del huracán. El extremo, muy activo en el primer tiempo, tuvo encontronazos con Nacho Vidal, Unai García, Lucas Torró y David García. Roces que coronó diciendo adiós con la mano al central David García cuando fue expulsado tras ver la segunda amarilla. El partido concluyó en empate y el brasileño fue perdiendo protagonismo en el juego a medida que aumentaba su lista de enemigos en el campo.

Esta ‘Neymarización’ de Vinicius inquieta en el Madrid, que quiere recuperar la mejor versión del extremo, la que le ha llevado a ser incluido entre los diez mejores jugadores en la elección del Balón de Oro. El club cerró filas en torno al jugador cuando se le intentó estigmatizar por celebrar los goles bailando, algo que ha hecho siempre ante cualquier rival y en todos los escenarios. Una polémica artificial que además se intentó salpicar con tintes racistas. Ahora el Real Madrid trabaja desde hace semanas para que Vini recupere la senda de la pasada temporada y no se descentre. El club sabe que es vulnerable y quiere evitar que aflore ese perfil del que hubo algún brote en su primera etapa en el Castilla. En un derbi de filiales ante el Atlético el brasileño acabó mordido por el capitán rival tras una supuesta provocación de Vini en la que desprecio a otro adversario preguntándole: “¿Tú cuánto cobras?”.

En estos casos lo mejor es acudir a Ancelotti, uno de los hombres más cabales del panorama futbolístico, y uno de los ‘culpables’ de la explosión del jugador. “Vinicius es un jugador especial. Por cómo juega a veces puede pasar que el rival se enfade. Hay que entender que siempre intenta regatear, tanto si su equipo gana como si va perdiendo. A veces eso puede provocar que el rival se enfade un poco más de lo normal, pero son cosas que pasan en el fútbol. Con experiencia irá aprendiendo poco a poco. Para mí juega con la calidad y la alegría que tiene”, señaló el italiano preguntado por la forma de jugar de un Vinicius al que en el club quieren evitar que se 'neymarice'.