El fichaje de Griezmann y los goles de Correa echan más tierra sobre Joao Félix

El pasado sábado, en la agónica victoria del Atlético frente al Girona, Simeone realizó un cambio que no gustó a los aficionados presentes en el Metropolitano. Ángel Correa, bigoleador de la tarde, salió del campo a falta de un cuarto de hora del final, con el 2-1 ya definitivo en el marcador, y Joao Félix tomó su sitio en el terreno de juego. En las gradas se pasó de corear con pasión el apellido del argentino a pitar al portugués.

A veces no se sabe bien si una hinchada pita al entrenador por el cambio que ha realizado o está realmente cargando las tintas con el jugador entrante. En esta ocasión, las dudas quedaron disipadas enseguida. En los 15 minutos que jugó Joao Félix recibió otros dos abucheos más. Primero, por intentar una ruleta en el centro del campo, perder el balón y facilitar un contragolpe del Girona y después por perder otro balón. Tres pitadas en un cuarto de hora para un jugador habitualmente protegido por la afición atlética.

La secuencia de acontecimientos refleja el bajo momento que vive el futbolista más caro de la historia del Atlético, una etiqueta que siempre le perseguirá, al menos hasta que sea capaz de reflejar en el terreno de juego que mereció aquella monstruosa inversión de 126 millones de euros, propia de tiempos prepandémicos, impensable ahora mismo.

23 años

En la que es su cuarta temporada en Madrid, a un mes ya de cumplir 23 años, el 'Menino de Oro' sigue sin convertirse en el futbolista determinante que estaba llamado a ser. Al contrario, continúa anclado en una dinámica de encadenar actuaciones notables para después pasar a una fase de intrascendencia, reflejada en pasos por el banquillo.

Joao Félix debería ser ese jugador al que se tendría que agarrar el Atlético en citas clave como la de esta tarde, cuando el Brujas pasará por el Metropolitano. El equipo de Simeone necesita la victoria de forma imperiosa para no meterse en un lío todavía mayor en la Champions. El conjunto belga es líder del grupo con nueve puntos y el Atlético está empatado con Oporto y Leverkusen con tres. Perder no sería definitivo, pero sí complicaría mucho las opciones rojiblancas.

Sin embargo, el delantero portugués apunta a la suplencia por cuarto encuentro consecutivo: jugó tres minutos contra el Sevilla, diez en el encuentro de Brujas y 16 frente al Girona. Morata, Griezmann y Cunha han sido titulares en dos de estos tres partidos y Correa lo ha sido en otro, aprovechando la oportunidad sumando dos goles, lo que a priori debería darle continuidad esta tarde frente al Brujas.

Correa y Griezmann

La reivindicación del argentino, un clásico del Atlético en las últimas temporadas, empuja aún más al banquillo a Joao Félix. Pero sobre todo lo hace el reciente acuerdo entre el Barça y el Atlético para el definitivo traspaso de Griezmann. Hasta ahora, el portugués se beneficiaba de la peculiar situación contractual de su compañero, que en la práctica le convertía en un futbolista solo disponible en la media hora final de los encuentros. Pero dado que Griezmann ya es propiedad del Atlético hasta 2026, Simeone puede alinearle de nuevo sin restricciones. Y a buen seguro que va a jugar casi siempre, restando un espacio en ataque al resto de sus compañeros.

Y así, Joao Félix repite sus dinámicas habituales, de ir de más a menos. Esta temporada debutó con una actuación portentosa en el 0-3 colchonero en Getafe, sirviendo las tres asistencias del primer partido de LaLiga... pero en sus otras diez apariciones del curso no ha sumado ni goles ni pases definitivos. Y eso sin olvidar que en sus tres temporadas completar en Madrid su mejor balance (calcado en las dos últimas) es de 10 goles y cinco asistencias. El Atlético sigue esperando el paso al frente del portugués, pero empieza a temer que no llegue nunca.