PRIMERA RFEF

La paradoja del Dux Internacional, el club que denunció a Rubiales: no competir este año para seguir con vida

El club madrileño no jugará en la Primera Federación, que empieza este sábado, si no encuentra un inversor que le permita cumplir las exigencias económicas de la competición

Si suma dos incomparecencias (y ya ha anunciado que no disputará la primera jornada en Riazor), será descalificado, pero podrá reengancharse el año que viene en Segunda RFEF

El Dux Internacional, antes de un partido de Primera RFEF.

El Dux Internacional, antes de un partido de Primera RFEF. / Archivo

Sergio R. Viñas

Sergio R. Viñas

La Primera Federación, la que desde el año pasado es la tercera categoría del fútbol masculino español, arrancará este fin de semana. Tenía que hacerlo con 40 clubes, repartidos en dos grupos (oeste y este), pero de momento lo hará con solo 39. Y es probable que la situación se alargue durante toda la temporada. El club que rompe la normalidad es el Dux Internacional de Madrid, que ante la falta de garantías para afrontar las exigencias económicas de la competición ha decidido no disputarla. Salvo que aparezca en los próximos días un inversor externo que le dé la vuelta a la situación.

El primer compromiso del Dux esta temporada era este sábado a las 20.00 horas en el estadio de Riazor, frente al Deportivo. Un partido al que el club madrileño no se presentará, como ya ha confirmado tanto al conjunto coruñés como a la propia RFEF. El motivo es sencillo: no tiene ni un solo jugador con contrato en vigor. Y no lo tiene porque hasta ahora no ha encontrado el dinero suficiente para poder formar una plantilla de garantías, conforme a las bases de competición de la categoría.

Hay que remontarse al verano pasado para entender cómo la situación ha llegado hasta este punto. La RFEF creó esta categoría como paso intermedio entre la antigua Segunda B y el fútbol profesional (Primera y Segunda). Para ello, diseña una bases de competición con requisitos exigentes, como la obligación de disputar los partidos en campos de césped natural de al menos 4.000 espectadores de aforo. Clubes pequeños como el Dux se rebelan frente a este articulado e impugnan el reglamento ante el CSD. Ese movimiento provoca que las exigencias no sean aplicables.

Courtois y Borja Iglesias

El Dux consiguió acabar la temporada en el puesto 14º, ganándose un año más su permanencia en la categoría. Un gran éxito para un equipo pequeño, fundado hace 20 años por tres empresarios y patrocinado por el club de e-sports Dux Gaming (que goza de un paquete minoritario de acciones), participado por los futbolistas Thibaut Courtois y Borja Iglesias y por el popular youtuber DjMaRiiO. Un club, además, enfrentado a Luis Rubiales, al que denunció ante el CSD tras la publicación de sus audios privados, buscando su inhabilitación como presidente de la RFEF. Como telón de fondo, su intención (con otros cinco equipos) de crear una asociación de clubes de la categoría, maniobra que enfureció a Rubiales, quien llegó a amenazar con expulsarles de la Primera Federación si no rectificaban.

En ese contexto, se lanza la segunda temporada de la Primera Federación con exigencias incluso reforzadas. Para cumplir la relativa al estadio, el Dux alcanza un acuerdo para mudarse de Villaviciosa de Odón a un campo de césped natural de Aranjuez, tras solicitar sin éxito jugar como local en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, propiedad de la RFEF. Un cambio nada traumático, pues el Dux ya había jugado antes en diferentes localidades madrileñas como Boadilla del Monte, Moraleja de Enmedio y en la propia capital.

El problema llega con otro de los requisitos de la competición, el que determina que todos los equipos de Primera Federación deben contar con al menos 18 futbolistas con ficha profesional, a los que debe pagar un sueldo mínimo de 20.000 euros anuales, además de las cuotas a la Seguridad Social correspondientes. Y ahí es donde las cuentas no le salen de ninguna de las maneras al club madrileño. "Esa cantidad solo la cobraban uno o dos jugadores el año pasado y ahora lo tienen que cobrar casi todos", relata a este periódico una fuente conocedora del club.

Durante todo el verano, el Dux ha entablado conversaciones con diversos grupos inversores para poder dotar de mayor músculo económico al proyecto y solventar el problema. La negociación más avanzada fue con un grupo argentino, pero se rompió hace un par de días. Este periódico ha tratado de contactar con el presidente del Dux, Stephen Newman, para recoger su testimonio, pero no ha obtenido respuesta.

Ni pretemporada

El club, en previsión de que la situación se solventara, había apalabrado la continuidad de seis jugadores y estaba en conversaciones con otros ocho para formar una plantilla mínima de cara al debut este fin de semana. Un estreno sin garantías competitivas, pues no ha existido pretemporada, pero suficiente para al menos poder presentarse. Sin embargo, tras el fracaso de las negociaciones, ni siquiera se presentará, como confirmó Alfredo Santaelena, entrenador de un equipo sin jugadores, en Cope.

"Otros clubes tiran para delante, fichan jugadores y luego llegan a diciembre y no pueden pagar. Ahí está el ejemplo del Extremadura el año pasado, sin ir más lejos. Pero Newman tiene claro que no va a arriesgarse a dejar de pagar a nadie. Nunca lo ha hecho y no lo va a hacer ahora, lo tiene clarísimo, prefiere ser honesto y renunciar a salir al campo esta temporada", cuenta una persona próxima a él.

El reglamento dicta que una incomparecencia conlleva una multa de 6.000 euros y tres puntos menos en la clasificación. La segunda implica la descalificación del equipo, que pasa a quedarse con cero puntos en la cola de tabla, descenso de categoría incluido.

Mantiene la cantera

Un castigo que el Dux está dispuesto a asumir si no llega en la próxima semana un inversor de garantías. El plan pasará, en tal caso, por mantener la cantera activa (se financia con las cuotas que pagan los padres), mantiene su pequeña estructura administrativa y de formación, y congelar la actividad del primer equipo hasta el verano que viene. Entonces, el Dux competirá en Segunda Federación, con la limitación de que no podría ascender en esa primera temporada, aunque se lo ganara en el campo.

"Hacer otra cosa, con un serio riesgo de impagos, es exponerse a la desaparición del club y los tres fundadores no están dispuestos a ello. Llevan 20 años poniendo dinero y trabajo en el proyecto. No competir este año sería la solución transitoria para mantener el club con vida. Es una apuesta muy peculiar en el fútbol, pero es la que han tomado", resume una fuente conocedora de la situación que está atravesando el Dux. La paradoja es que la solución para mantener vivo el equipo pasa por no competir. Cosas del fútbol.