Remontada histórica en Moto3

David Muñoz, el niño que deslumbró al mundo en Silverstone

El piloto de Brenes (Sevilla) protagonizó, el domingo, en Inglaterra, a los 16 años y 2 meses, una remontada impresionante, con el castigo añadido de una 'long lap penalty': del 19º puesto al primero

El sevillano David Muñoz, la admiración del Mundial de Moto3.

El sevillano David Muñoz, la admiración del Mundial de Moto3. / Alejandro Ceresuela

Emilio Pérez de Rozas

Es probable, sí, que cuando ustedes empiecen a leer este perfil, esta llamativa reseña, piensen en algo así como “vaya, ya nos descubren al próximo 

Marc Márquez

” cuando, desde hace ya un año, se está hablando de que el ‘nuevo’ Marc Márquez, cuando el ‘viejo’ promete dar mucha guerra, a los 29 años, es el murciano Pedro Acosta, el ‘tiburón de Mazarrón’, flamante campeón del mundo de

Moto3

y, ahora, aún en el dique seco de Moto2, pero que volverá, la próxima semana,

en Austria

.

Solo les contaré un detalle: Acosta no significa novedad alguna. El motociclismo mundial pare, cada 10 años, una estrella de relumbrón. A 

Valentino Rossi

 le siguió Marc Márquez y a MM93, le sigue el ‘tiburón de Mazarrón. Por eso David Muñoz, el niño de 16 años y 2 meses de Brenes (Sevilla), es digno de destacar, porque es tan bueno, tanto, tanto, que ha roto con esa escalera de color. Se diría que ha nacido, surgido y deslumbrado antes de lo que le tocaba, antes de hora.

Un tigre enjaulado

Lo que ha hecho David Muñoz, subcampeón de la Red Bull Rookies Cup, en su aparición en el 

Mundial de Moto3 no es normal. Y, no solo porque tiene poco más de 16 años (edad que ya no tiene nadie en la parrilla menor), sino porque lo ha hecho con un atrevimiento descomunal, con una determinación digna de admiración y porque, en ningún momento, se ha asustado. “Llego tarde para ser el Pedro Acosta de este año, pero ¡ojalá! el año que viene lo pueda ser”, comenta el de Brenes.

[Consulta la clasificación del mundial de MotoGP]

José Enrique Boé, propietario del equipo BOÉ Motorsports, tuvo enjaulado a Muñoz durante los siete primeros grandes premios, pues aún no tenía los 16 años para poder correr. El tigre vivía enjaulado. Arrancó en Italia, deslumbró al mundo en Barcelona, donde fue ya segundo en su segunda cita mundialista, fue noveno en Alemania, peleó por el podio, de nuevo, en Assen y, el pasado domingo, fue, sin duda, la estrella del domingo, aunque muchos parecieron no enterarse.

Aurora, una amiga de la familia, trata de consolar a David Muñoz, en Silverstone.

Aurora, una amiga de la familia, trata de consolar a David Muñoz, en Silverstone. / Emilio Pérez de Rozas

En medio de una jauría impresionante, repleta de otros 29 pilotos que le superan en edad y experiencia mundialista de forma escandalosa, Muñoz asombró a todo el mundo, o casi, arrancando desde la 19ª posición de la parrilla y pese a sufrir una ‘long lap penalty’ (trazar una curva más larga de lo habitual), en la séptima vuelta, ya era octavo. ‘Davidillo’ inició en cuarta posición la última vuelta. Cuando se fue al suelo (“algún error debí cometer, seguro, pero estoy orgulloso de la carrera que hice, la mejor, sin duda, de mi vida”) estaba a punto de ganar, sí, sí, o, como poco, de conseguir su segundo podio ¡en cinco carreras! Muñoz rodó por los suelos, a dos vueltas del final, cuando tenía garantizado su segundo 'cajón' o, quién sabe, su primera victoria.

Acabada la carrera, un ‘stewart’ de

Silverstone

le llevó, en su Honda de motocross, hasta el boxe de su equipo. Muñoz no quiso entrar. Nadie le esperaba fuera. Y él se sentó, desesperado, roto, destrozado, en la escalerilla del camión. Y lloró amargamente su mala suerte. Y lo hizo durante más de 10 minutos. Solo. Hasta que llegué y le dije, ante su mirada atónita, que había sido un piloto valiente, decidido y poderoso. “Que sepas”, le dije (perdonen mi atrevimiento), “los 29 pilotos de la parrilla se han enterado hoy que, pronto, les vas a ganar”.

"Llego tarde para ser el Pedro Acosta de este año, pero ¡ojalá!, el año que viene, lo pueda ser"

David Muñoz

— Piloto del BOÉ Motorsport de Moto3

Fue entonces cuando entramos en el boxe y todos, todos, desde Boé hasta el maravilloso José Luis Cardoso, expiloto de relumbrón, su descubridor y manager desde hace siete años, le aplaudieron a rabiar y le felicitaron. Hubo un lago de lágrimas sobre la moqueta del ‘boxe’. “Has hecho lo que debías: intentarlo hasta la última vuelta. Estas caídas serán las que te llevarán, pronto, a lo más alto”, le gritó Cardoso, cuyo hermano, Alex, cuida y mima a su ‘pura sangre’.

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Ya nadie duda de esa escalera de color: RossiMárquezAcosta y Muñoz. Nadie. Lo que ocurre es que este joven, con cara de niño silencioso pero con toneladas de coraje en su sangre, se ha adelantado a su tiempo. Cuando quedó segundo en Montmeló, le pregunté qué había hecho: “He hecho lo que me ha pedido José Luis: haz lo que sabes, correr, correr y correr hasta el final, hasta el podio. Simplemente, he hecho lo que me han pedido”.