LA EVOLUCIÓN DE LA DAVIS

La Copa Davis de Piqué: cada año un formato diferente tras cuatro décadas de inmovilismo

El torneo organizado por Kosmos arrancó en 2019 con una única sede en Madrid, se expandió a cuatro en la edición 2020-21 y este curso se celebrará en cinco ciudades diferentes

Madrid abonó 24 millones de euros a la empresa de Piqué por albergar la primera copa Davis con el nuevo formato

La Copa Davis de Piqué: cada año un formato diferente tras cuatro décadas de inmovilismo

La Copa Davis de Piqué: cada año un formato diferente tras cuatro décadas de inmovilismo

Sergio R. Viñas

Sergio R. Viñas

¿Cómo es la Copa Davis de Kosmos y Gerard Piqué? Pues depende. En 2019 fue de una manera, en la edición 2020-21 fue de otra y en 2022 será de una tercera diferente. Cambios constantes de formato desde el polémico acuerdo de 2018, de cuyos detalles viene informando EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, para una competición que, hasta entonces, se mantuvo casi invariable durante 40 años.

La Copa Davis como la hemos conocido en los últimos nace como tal en 1981, cuando se instaura el llamado Grupo Mundial. Hasta entonces, las eliminatorias se celebraban divididas en cuatro zonas geográficas (dos en Europa, una en América y otra llamada Este, para Asia y Australia) y posteriormente se disputaban unas semifinales entre los cuatro campeones y la posterior final.

En los años 80 se instaura una especie de primera división mundial con ascensos y descensos cada año en función de los méritos deportivos de cada selección. Las segundas divisiones sí se dividían por zonas geográficas, que fueron evolucionando conforme el tenis fue llegando a más rincones del mundo como un deporte competitivo.

Sede y superficie

La localidad de cada enfrentamiento, siempre directo, se iba alternando, de manera que quien había jugado la ronda como local lo hacía en la siguiente como visitante, con ciertos factores correctores en caso de coincidencia. Y más allá de jugar ante su propio público, la elección de la sede era determinante por la capacidad de la selección local de elegir la superficie más conveniente para sus tenistas. España, por ejemplo, siempre se decantaba por jugar sobre tierra batida.

Albert Costa, Gerard Piqué, José Luis Martínez-Almeida e Isabel Díaz Ayuso en la presencia de la Copa Davis de 2019.

Albert Costa, Gerard Piqué, José Luis Martínez-Almeida e Isabel Díaz Ayuso en la presencia de la Copa Davis de 2019. / David Castro

El formato se mantuvo estable durante 40 años, pero la propia evolución del deporte y el incremento de la exigencia física para los tenistas lo fue convirtiendo en un torneo cada vez menos atractivo. Su difícil encaje en el calendario (quien jugaba la final debía dedicarle un mínimo de cuatro semanas repartidas por todo el año) provocó que muchos de los mejores tenistas decidieran no competir en muchas rondas, restando atractivo a la competición.

Con el diagnóstico realizado y compartido por prácticamente todo el mundo del tenis, especialmente por los tenistas, Piqué y Kosmos comienzan en 2014 a trabajar en la creación de una Copa del Mundo. La idea original es muy similar a la que finalmente cuajó, concentrando durante una única semana a las mejores selecciones y deportistas del mundo. El planteamiento, en realidad, era trasladar al tenis el espíritu del Mundial de fútbol.

La asamblea

Tras varios años negociando con la ITF para tratar de lanzar esa nueva competición, en 2018 se alcanza un acuerdo para que Kosmos se integre en la remodelación de la Copa Davis. Es en ese contexto cuando se produce el viaje de Tomás Carbonell a la Asamblea de Orlando (EEUU) en el avión privado alquilado por la empresa de Piqué, como ha informado EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. En dicha junta de la ITF, el proyecto de Kosmos sale adelante con el 71,43% de los votos favorables de los asambleístas.

Kosmos, con el respaldo financiero de Rakuten, se compromete a organizar la Copa Davis con un nuevo formato durante 25 años, acordando una inversión de 3.000 millones de dólares, entre el canon a la ITF (40 millones anuales), el pago de premios a selecciones y jugadores (18, de inicio) y otros conceptos.

La idea básica de la nueva Davis era, tras una fase previa al comienzo del curso, concentrar toda la competición en un torneo de una semana al final de la temporada. Madrid aporta 24 millones de euros públicos para celebrar la primera edición, con 18 selecciones, en la Caja Mágica, entre el 18 y el 24 de noviembre de 2019.

El nuevo torneo resulta mucho más atractivo que el tradicional, pero también sufre problemas importantes. El principal radicó en que la cantidad de partidos que se tenían que disputar en tan poco tiempo acabaron provocando que muchos encuentros terminaran a altas horas de la madrugada. "Es la primera vez que lo hacemos. Sabíamos que podía pasar, no se puede planear toda a la perfección. Tendremos que ser más creativos", reflexionaba Piqué tras aquella primera edición.

El primer cambio

La competición se readapta para la siguiente edición, que por culpa la pandemia acaba fusionando las de 2020 y 2021. Se mantuvo el número de equipos (18), se alargó el número de días (de 7 a 11) y sobre todo se amplió el número de sedes: de una a tres.

La fase de grupos (seis con tres selecciones cada uno) se repartió entre Innsbruck, Turín y Madrid, a razón de dos grupos en cada ciudad, así como los cuartos de final. Las semifinales y la final sí se jugaron en una sede única, que volvió a ser Madrid, entre el 3 y el 5 de diciembre de 2021.

Autoridades de la ciudad de Málaga durante el sorteo de la Copa Davis de este año.

Autoridades de la ciudad de Málaga durante el sorteo de la Copa Davis de este año. / Efe

De nuevo, el formato caducó tras la primera edición. El pasado mes de febrero, la ITF y Kosmos anunciaron una nueva remodelación, apelando a las peticiones formuladas por "países, jugadores, aficionados y el tenis en general". Los 18 equipos quedan reducidos a 16 y la competición pasa a dividirse en dos tramos del calendario.

De este modo, en septiembre se disputará una fase de cuatro grupos, integrados por cuatro selecciones cada uno de ellos y en otras tantas sedes: Valencia, Glasgow, Hamburgo y Bolonia. Ocho selecciones se clasificarán para una fase final de eliminación directa, que se celebrará en Málaga entre el 23 y el 27 de noviembre.

No se ha desvelado el dinero que pagará cada una de las cinco sedes, pero resulta obvio que la suma del montante de todas ellas será superior a la que pudiera pagar una única ciudad. Y, de este modo, la bolsa de Kosmos y Piqué no para de crecer. Según fuentes conocedoras de la operación, las autoridades locales van a desembolsar 15 millones de euros por organizar la fase final en Málaga los próximos dos años.