CICLISMO

La odisea del equipo catalán con ciclistas rusos para ganar su primera carrera

Viajaron de Tortosa a Torredonjimeno (Jaén) seis horas en furgoneta y ocuparon la primera y tercera plaza de la prueba de la Copa de España con victoria en la montaña y los esprints especiales

Gleb Syrijsa, con el dorsal en las manos, todavía vestido con la ropa de invierno de entrenamiento y antes de colocarse el ’maillot’ de competición, el domingo en Torredonjimeno.

Gleb Syrijsa, con el dorsal en las manos, todavía vestido con la ropa de invierno de entrenamiento y antes de colocarse el ’maillot’ de competición, el domingo en Torredonjimeno. / CC CATALUNYA

Sergi López-Egea

De Tortosa a Torredonjimeno, en la provincia de Jaén, hay algo más de seis horas en coche; mejor dicho, en furgoneta. Llia, Egor, Gleb, Nikita, Ivan, Arseny y Lev, todos ellos rusos, llevan las bolsas de viaje a bordo y en el coche auxiliar, con la publicidad de su antiguo equipo tapada con cintas negras, viajan las bicicletas. Es la primera carrera estatal a la que acuden como integrantes del Club Ciclista Catalunya, la entidad que los acogió después de que se les prohibiera competir en España con su patrocinador ruso y ante el temor de que si regresaban a su país fueran llamados a filas para combatir en Ucrania.

En Torredonjimeno se celebró el domingo la clásica valedera para la Copa de España, en la que compiten los chavales que quieren ganarse una plaza profesional, la mejor cantera española, llegados a Andalucía de todas partes. Todavía no se ha encontrado una firma que costee los viajes. "Ni siquiera nos han podido hacer aún los ‘maillots’ con la publicidad del equipo", explica Josep Beltran, presidente del club ciclista. Compraron a toda prisa unos jerséis con la bandera francesa, porque se parece a la rusa, con la que no pueden competir por razones obvias y por las sanciones internacionales contra la locura de Moscú.

Los corredores rusos, en el podio de salida.

Los corredores rusos, en el podio de salida.

Nadie cobra nada, solo hay gastos… y amor al ciclismo. Los chicos han podido quedarse en Cataluña pero siguen sin saber si la carrera jienense será la última en la que han podido participar. "Allí hicieron una excepción y admitieron a 26 en vez de 25 equipos. No sabemos si el domingo podremos acudir a la prueba de Copa de España que se corre en Eibar. Las invitaciones ya están otorgadas y solo lo haremos si la federación española determina que nosotros somos los herederos del equipo ruso, que sí tendría plaza por los resultados de 2021", añade Beltran.

La comunicación, complicada

No es fácil mantener a estos chicos en Tortosa. Hubo que buscar directores deportivos con titulación rápidamente. Pepe Recio y Pere Muñoz, excorredores profesionales catalanes, se hicieron cargo del capítulo técnico. Recio viajó con la expedición a Jaén, aunque acompañado del director ruso, porque él no habla el idioma de los chicos. La comunicación es casi imposible.

El coche del Club Ciclista Catalunya, con la publicidad rusa tapada.

El coche del Club Ciclista Catalunya, con la publicidad rusa tapada.

Llegaron y vencieron, eso sí; primera y tercera posición de la carrera, triunfo en la clasificación de la montaña y los esprints especiales y segunda plaza por equipos detrás del Lisarte, quizá la mejor escuadra española de las categorías inferiores y de donde surgen buena parte de los mejores profesionales del futuro.

Ducha rápida y a la furgoneta

Y una vez acabadas las celebraciones en el podio, una ducha rápida y todos a la furgoneta para regresar a la hora de cenar a la antigua granja de Tortosa convertida desde hace años en academia y residencia de las mejores promesas rusas del pedal. Sin embargo, la mayoría de equipos rivales hicieron el mismo tipo de viaje, trenes de alta velocidad y aviones, al margen de que tampoco los había en el lugar de competición, suelen ser un transporte prohibido por el coste en estas categorías.

Ganó al esprint Llia Schegolkov, el más rápido entre los siete rusos del club catalán. "Esperamos en unos días que nos llegue la ropa confeccionada en Italia", añade Beltran. Por ahora, todos son gastos. Pero al menos los chavales no han ido a la guerra.