LaLiga Santander

La pizarra de los Ancelotti: la influencia del hijo Davide en los cambios del padre Carlo

El mal planteamiento ante el PSG en París y el harakiri ante el Barcelona en el Bernabéu con Modric de 9 falso no encajan con su 'modus operandi' y en el Real Madrid ven la mano de su hijo tras esas decisiones

Carlo Ancelotti.

Carlo Ancelotti. / EFE/Juanjo Martín

Fermín de la Calle

Dos patinazos tácticos han agotado parte del crédito acumulado por Carlo Ancelotti estos meses en el banquillo del Real Madrid. El primero, por su incapacidad para superar la presión del París Saint-Germain en la ida y durante una hora en la vuelta en el Bernabéu. El segundo, la propuesta rocambolesca ante el Barcelona de Xavi (0-4) de situar a Modric de 9 falso para suplir la ausencia de Benzema

Carletto asumió con naturalidad como propios ambos errores ante sus jugadores en el vestuario, donde advirtió: “Ha sido culpa mía y así lo asumiré. Pero no hagamos un drama de esto”. Sin embargo, algunos jugadores, señalados por la goleada, no escondieron su disgusto. Entre ellos, Courtois: “De la táctica hablaremos internamente. No funcionó nada, ni al principio ni lo que se cambió después”.

El 0-4 final salpicaba a una plantilla en la que media docena de jugadores no cuentan para el italiano: Bale, Hazard, Isco, Vallejo, Jovic, Mariano... Una gestión de grupo que incomoda a Florentino Pérez porque necesita que futbolistas como el belga o el serbio tengan visibilidad en el mercado para rescatar parte de los 100 millones que pagó por el primero y los 60 por el segundo.

Mano derecha

En el club, más que preocupar, inquietan estos patinazos tácticos en los planteamientos que menoscaban la fiabilidad del equipo. Pero lo más reseñable es que en las altas esferas del club extraña que procedan de un técnico tan conservador como Ancelotti, que no cambia lo que funciona ni destaca por sus ‘ataques de entrenador’. De ahí que se apunte la autoría a su asistente, su hijo Davide.

Después de tener a su lado como ayudantes a exfutbolistas como Zidane en el Real Madrid, Makelele en el PSG, Salihamidzic en el Bayern o Duncan Ferguson en el Everton, Carletto apostó por convertir a su hijo en su mano derecha en el Real Madrid. Aunque se llegó a filtrar que Álvaro Arbeloa sería su asistente.

Davide es un estajanovista del fútbol que en el Everton alternó con Ferguson como asistente de su padre a sus 30 años, lo que le convirtió en el más joven de la Premier. Allí demostró su valía, ganándose el respeto y la confianza de jugadores, técnicos y aficionados toffees. Precisamente allí se achacó a Davide la actualización del esquema defensivo del Everton. Algo que agradecieron el portero Pickford y su padre, que vivió más tranquilo como entrenador.

Más que un asistente

Davide tiene mucho protagonismo en las intensas sesiones de entrenamiento del Real Madrid en Valdebebas. Joven honesto y cordial, como su padre, dejó una reflexión significativa durante una entrevista que concedió en noviembre al Liverpool Echo: “El trabajo del segundo entrenador es desafiar al primero y rebatirle los planteamientos”.

Es ahí donde algunas figuras de los despachos del Real Madrid han querido ver la sombra de Davide Ancelotti como autor de los arriesgados planteamientos de Carletto en estos últimos partidos. Ante el Barcelona el técnico italiano colocó en punta como falso 9 a Modric, que quedó aislado arriba por la presión alta de los de Xavi, que impedían que la pelota llegase al croata. Luka nunca olvidará su clásico número 26, más que por el 0-4, por la frustración de ver desde arriba como sus compañeros sufrían siendo incapaces de salir tocando desde atrás para superar la presión azulgrana. 

En el Real Madrid esperan que las aguas vuelvan a su cauce en estas semanas de parón por partidos de la selección, lo que además permitirá recuperarse a Benzema y a Mendy de sus molestias musculares. Los blancos conservan nueve puntos de ventaja sobre el Sevilla y doce con el Barcelona, lo que tranquiliza al madridismo. Pero los de Ancelotti deben visitar el Pizjuán y el Metropolitano, dos visitas complicadas que podrían apretar la clasificación. En el vestuario no se duda de Carletto mientras desde los despachos se vigila a Davide.