LaLiga Santander

El Barça vapulea al Real Madrid y Xavi engulle a Ancelotti

El técnico azulgrana gana su primer Clásico como entrenador y se quita los complejos ante el gran rival en el Bernabéu

Aubameyang se confirma como goleador rehabilitado de un conjunto azulgrana que arrolla al líder destacado de LaLiga

Denís Iglesias

Denís Iglesias

El Barça ha conseguido imponer su relato. La cuestión es la siguiente. El “es lo que hay” de Koeman contagiaba la tristeza en una afición que no sabía ni cómo ir al campo. Hasta el punto de abandonarlo parcialmente. Después de lo sucedido en el Bernabéu (0-4), con una imposición sin apelación de la soberanía azulgrana ante el Real Madrid, el credo barcelonista es de nuevo ganador. Se consideraron exageradas las arengas en el vestuario después de perder en Supercopa ante el gran rival. Hubo mofas por la tragicomedia exhibida cada jornada en campos dispares. Hasta del mercado se hicieron comentarios que hablaban de futbolistas inhabilitados como Aubameyang

El francogabonés lideró la descarga eléctrica contra un experimento de Ancelotti que acabó denunciado ante el comité del juego y que se tradujo en una cuenta de cuatro goles en contra. Cuatro balas en la red de Courtois, que ha permanecido inmaculada tantas jornadas. Pudieron ser más, pero los otros dos agujeros llevaron la firma de Araújo y Ferran. Generaron una escena de impacto en el campo del líder, que no esperaba un accidente de tal calibre en un campeonato doméstico que domina con mano de hierro. Cuando se produce un atentado así, la pirámide se resquebraja y el territorio que se ha vendido como inexpugnable, glorificado en unos octavos de final contra el PSG, es, de hoy en adelante, vulnerable. Y el Chelsea, rival blanco en cuartos, lo sabe.

El guardameta belga del Real Madrid, Thibaut Courtois, tras detener el balón en un lanzamiento por parte del FC Barcelona durante el partido de Liga en Primera División que disputaron en el estadio Santiago Bernabéu, en Madrid. EFE/Sergio Perez.

Solo Courtois se salva de una noche negra en el Bernabéu. / EFE

Por Concha Espina 1 no habían saltado aún las alarmas, que se apagan con una lectura sosegada de un presente de doce puntos de ventaja sobre el Barça, aunque con un partido más. La calculadora no evita la reflexión en caliente. Ancelotti quedó completamente eclipsado por la propuesta de Xavi, quien vuelve a reivindicarse con un triunfo ante "los grandes". Como si el agujero negro del inicio de curso relegara a los azulgranas a una posición de inferioridad.

Es una victoria contra los que criticaron su falta de experiencia como director en grandes ligas, su insistencia por entender que el Barça estaba mejorando y que era mejor que la mayoría en determinados aspectos. En la cartilla, un 2022 inmaculado. Con mejora en la creación, talento joven y señalamiento del arco contrario. No quisieron tomar en serio a Xavi aquellos que minusvaloraron la Europa League como un torneo indigno. LaLiga, quimera, donde luchar por clasificarse para Champions era suficiente. Y así intentaron decretar un año de vacío en territorio azulgrana.

Fuego constante


Mientras el Barça se rebelaba contra el destino, Ancelotti se empeñaba en confiar en su apparátchik, un aparato de no más de 14 funcionarios. Cuando falla uno de los principales, como Benzema, ausente en el Clásico por lesión, la ideología se desmorona de tal modo que el equipo se vuelve una minoría absoluta. Entonces los focos apuntan a los disidentes como Hazard, Isco o Bale, enrejados por la falta de confianza del Garibaldi madridista.

Con la ceja tan torcida como de costumbre, se tragó una gran parada de Ter Stegen a Valverde al inicio como un mal síntoma. Si el guardián arrugado durante tantas jornadas se mostraba así, algo raro había. El suyo tampoco fallaba. Eso compensaba la intranquilidad. Sin embargo, el campo se escurrió y se partió, con una zona en medio que el Barça reclamó como suya para construir su tratado. A partir de ahí, otras líneas, con laterales incisivos, bandas recubiertas de carbón y una pareja de centrales totalmente amedrentada.

A la media se prendió el fuego, Dembéle dejó atrás a Nacho en velocidad, metió un centro de pura sinfonía para Aubameyang, que superó a Militao para cabecear al fondo de la red. Claro que se ha visto al Real Madrid herido de muerte tantas veces en situaciones parecidas... Que el único modo de acabar con su espíritu es rematándolo en el suelo. Para el francogabonés, marcar en un Clásico era cumplir un sueño reconocido.

Se lo había prometido a su abuelo, aunque no el color de la camiseta. Azucarillos para la épica. Vinicius quiso reclamar su espacio en el Clásico, como ya hizo en su día. Naufragó en un mano a mano que las repeticiones desenmascararon como un lanzamiento al vacío. El brasileño fue de los pocos que se rebeló ante la estampida, pero Piqué le susurró que no habría penaltis y Eric García, en un despliegue de saber hacer, le instó a no pensar demasiado en el Balón de Oro.

Courtois frenó la estampida

El Barça volvió a armar el tumulto y antes del descanso metió el segundo. Esto no iba de resistir ante el Real Madrid, sino de amordazarlo y hacerle llevar un peso para lo que queda de temporada. Araújo ascendió para colarse a la perfección ante la defensa blanca, convertida en un trampantojo que el ataque azulgrana desnudó constantemente. Tantos debates se han impuesto sobre el estilo de Xavi que este ha terminado por unirlos todos, hacer un ovillo y lanzarlo en forma de contraataques. Casemiro, desorientado y Pedri desatado son los polos que mejor explican lo sucedido en el Bernabéu.

Quedaba una segunda parte por delante. Ferran se encargó de evitar cualquier atisbo de reacción con el tercero, una brillante obra que confirmó el suicidio de Ancelotti, ahogado en un esquema que nunca llegó a interpretarse. El Barça buscaba tanta sangre en el campo como la que ha venido perdiendo durante el curso. Sonaron las ambulancias que querían llevarse al Real Madrid a pensar en otra cosa. Courtois se veía vapuleado, por primera vez en la temporada, con tres goles. El trofeo de mejor jugador del mes que recogió en la previa al Clásico acabó tirándolo a la obra aún incompleta del feudo madridista.

Tres deberían ser suficientes. No contra una escuadra que incluso días después de muerta mueve una pestaña para coger al contrincante por la pierna y remontar. Nada. La nada más absoluta en el cerebro blanco, que acabó infectado con el cuarto de Aubameyang en otra demostración de tiralíneas que ni el VAR pudo anular. Celebración homenaje a Dragon Ball, con teletransporte para la historia. Aquello era un billar azulgrana, con el software defensivo de Alaba y Militao, totalmente pirateado. Hubo VAR por eso de hacer moderno al Clásico.

El Barça se quitó la máscara del ridículo. Dio la sensación de que pedía la cuenta. Podría pagarla y volver a empezar un nuevo partido que igualmente ganaría. Thibaut tuvo que mantenerse en pie para evitar un desastre aún mayor después de entrar en la escatológica línea del 0-4. Una goleada sin respuesta que deja dos sentidos contrapuestos. El de un equipo azulgrana que dignifica su propio estilo de vida, el de disfrutar superado el sufrimiento. Y de otro lado, el tono herido de un Real Madrid que seguramente ganará LaLiga, pero que ha mostrado todas sus vulnerabilidades a la vez. La camiseta negra se convirtió en luto y la señera en autodeterminación. Hasta la vestimenta decantó el destino.

Ficha técnica

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Thibaut Courtois; Dani Carvajal (Mariano Díaz, 46'), Éder Militao, David Alaba, Nacho Fernández (Lucas Vázquez, 63'); Casemiro, Toni Kroos (Camavinga, 46'), Luka Modric, Fede Valverde; Rodrygo Goes (Marco Asensio, 63'), Vinicius Jr.

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Marc-André ter Stegen; Ronald Araujo, Gerard Piqué, Eric Garcia, Jordi Alba (Dani Alves, 86'); Sergio Busquets, Pedri (Nico González, 86'), Frenkie de Jong (Gavi, 71'); Ousmane Dembélé (Adama Traoré, 80'), Pierre-Emerick Aubameyang (Memphis Depay, 71'), Ferran Torres.

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0-1, Aubameyang (30'); 0-2, Araujo (38'); 0-3, Ferran Torres (47'); 0-4, Aubameyang (51').

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Juan Martínez Munuera (comité valenciano). Amonestó a Toni Kroos (23'), Luka Modric (74'), Camavinga (82') y Lucas Vázquez (88') para el Madrid y a Frenkie de Jong (26'), Sergio Busquets (31'), Jordi Alba (74') y Nico (88') para el Barça.

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Partido correspondiente a la vigesimonovena jornada de la Liga Santander, disputado en el Santiago Bernabéu. Antes del partido, Thibaut Courtois recibió el premio al mejor jugador de LaLiga del mes de febrero.