El Villarreal da la campanada y elimina a la Juventus con una goleada en Turín

El 

Villarreal

 sigue soñando a lo grande en Europa. En una noche histórica, el cuadro ‘groguet’ goleó en Turín a la 

Juventus

 en un partido épico (0-3). Tras una primera parte de agónica resistencia, sostenido por las paradas de Rulli y el larguero ante el acoso de Vlahovic, las sustituciones de 

Emery

 en el tramo final propiciaron el arreón castellonense. 

Gerard Moreno

, que reaparecía cinco semanas después, comandó la victoria con el primer gol, al que siguieron los tantos de Pau Torres y Danjuma.

Emery alineó de inicio al recién recuperado Albiol, encargado de vigilar a Vlahovic, junto a Pau Torres en el eje de una zaga donde sorprendió la entrada de Aurier y Estupiñán en los laterales. Sin tomar riesgos con Gerard Moreno, que llegó justo a la cita, Lo Celso completó a Pino y Danjuma en un ataque con mucho mediapunta pero sin una referencia.

Precisamente, lo que le sobra a la Juve desde que llegó Vlahovic. El ariete serbio exhibió su catálogo de recursos en la primera media hora. Rulli, que pronto demostró sus reflejos en un cabezazo de 

Morata

, rechazó el primer intento del balcánico, un zurdazo cruzado tras sentar a Pau de un frenazo. La segunda estocada de Vlahovic, un violento remate en el primer palo, dejó petrificado al cancerbero. Salvó el larguero.  

Sobre la amenaza de Vlahovic, la Juve creció en confianza y amedrentó al Villarreal, cuyo plan de enfriar el duelo con el balón topó con la agresividad ‘bianconera’ en la zona ancha. Lo Celso, en un chut falto de comba, tuvo la única llegada peligrosa antes del receso para los ‘groguets’, sostenidos una vez más por Rulli. El arquero salió con convicción para taponar un testarazo de Vlahovic a balón parado. 

La enérgica reaparición de la Juve encajonó al equipo castellonense. Encerrado en el área, el Villarreal resistió al acoso con papel destacado de Albiol, pegado a Vlahovic como un sello. Sin encontrar al serbio, los ‘bianconeri’ probaron suerte sin acierto desde lejos.

Emery reaccionó reforzando la medular con la salida de Coquelin por Trigueros y Pino, fundido en tareas defensivas, dejó su sitio a Chukwueze. Poco después fue Lo Celso, igual de desgastado en labores ingratas, quien salió para propiciar la esperada entrada de Gerard Moreno.

El exespanyolista, ausente desde el 6 de febrero, se hizo notar de inmediato. Ejerció de imán para la zaga ‘bianconera’, propiciando la irrupción al área de Choquelin, derribado por Rugani en un indiscutible penalti confirmado por el VAR. Szczesny rozó el disparo, pero no falló Gerard para delirio de los 600 aficionados ‘groguets’ presentes en Turín. El encuentro había cambiado de forma irreversible.

Pese a la salida de Dybala, el equipo de Emery volvió a golpear en un córner que Pau Torres mandó libre de marca al fondo de la red. La fiesta amarilla era absoluta y el colofón llegó en el añadido. Otra vez de penalti. Pero en esta ocasión Gerard cedió el honor a Danjuma, que engañó a Szczesny para rubricar la goleada en una noche histórica para el Villarreal, que 13 años después vuelve a estar entre los ocho mejores equipos del continente.