laLiga Santander

El Real Madrid refuerza su liderato en una Liga que necesita un tutorial para las manos

El cuadro de Ancelotti amplía a ocho puntos su ventaja ante el Sevilla después de golear a la Real Sociedad

Joao Félix lidera al Atlético frente al Betis y el Barça vence al Elche con un penalti por mano de Barragán

El Cádiz se libra de la maldición del Mirandilla y el Granada despide a Robert Moreno tras la derrota ante el Valencia

Benzema volvió a marcar desde los once metros después de que el VAR señalara penalti sobre Vinicius.

Benzema volvió a marcar desde los once metros después de que el VAR señalara penalti sobre Vinicius. / EFE| Rodrigo Jiménez

Denís Iglesias

Denís Iglesias

¿Se aplicarán en los patios los cambios reglamentarios del fútbol? Antes se necesitaría una clase de biología, para saber dónde empieza la mano, el hombro, el codo y las falanges, conocimientos necesarios para un deporte que presumiblemente se juega con el pie entre seres vivos con extremidades despegadas del cuerpo. [Así va LaLiga]

Todo esto en la teoría, porque en la práctica el reglamento arbitral exige un tutorial para explicar qué es una mano, cómo puede usarse y terminar con el concepto de la voluntariedad que aún se utiliza en el recreo. No durará demasiado la libertad con la invasión de decisiones como las de esta jornada, donde el Barça remontó de penalti ante el Elche por una pena máxima a la que se llegó por una mano. 

Pero se libró del empate al no ser sancionada otra mano de Jordi Alba. Los intermedios de las clases necesitarán ser ampliados para poder explicar acciones como las que enloquecieron el Celta - Mallorca. Ajenos a todos estos debates, un Real Madrid más líder que tiene a los mejores de la clase como Luka Modric. Con pinta de repetidor, pero más listo que ninguno. Ocho sobre el Sevilla, librándose así de cualquier mano a mano.

“¡Mano natural!”


El que asistió en el Martínez Valero al Elche - Barcelona (1-2) dudó de su sistema locomotor. Y del fútbol en sí mismo, porque Pedri se mostró terrenal para disipar todas las glorias que le rodean. Entregó un rechace que Fidel no desaprovechó. A principio de temporada, esto habría supuesto la muerte del Barça. Reaccionó por medio de la insistencia de Ferran Torres y después llegaron las manualidades.

En el 82, Hernández Hernández señaló una mano dentro del área de Barragán después de ser avisado por el VAR. El chivato del aula, que condiciona al que está juzgando en directo el desenlace del encuentro. En esa misma acción, el balón le tocó a Memphis, que transformó el penalti. Como si tuviera un imán, el cuero también tocó la mano de Jordi Alba. No hubo sanción. A Pere Milla, implicado en la jugada, no le sentó bien la decisión que condicionó el partido y dijo: “¡Mano natural! El refranero español nunca falla: quien no llora no mama!”.

No había polémicas cuando el astro de la clase cogía el Mikasa. No le hacía falta correr para tumbarte. Enganchaba el balón entre sus Paredes y la empalaba en la escuadra. Te cabreabas y corrías lo más rápido posible para sacar de centro y olvidar el golpe al honor. 

El profesionalismo ahoga estas virtudes salvo en jugadores como Modric, bandera de un Real Madrid que es más líder de LaLiga y que se conjuró para la Champions ante el PSG con una goleada frente a la Real Sociedad (4-1). El croata es el tipo al que todos quieren ver sonreír, el que pone orden cuando hay una pelea sin motivo y el que enseña al resto cómo hay que actuar en los momentos complicados. 

Un zapatazo suyo, junto con otro de Camavinga y dos tantos más de Benzema y Asensio pusieron luz y taquígrafos a las aspiraciones madridistas. El título solo se les escapará en caso de incomparecencia. Algo impensable en una entidad que acaba de cumplir 120 años con la genética ganadora intacta. La remontada ante Mbappé, que le permitiría echar el lazo psicológico sobre el extraterrestre, ha empezado. La salida de los jugadores tras arrollar a la Real, como si fuera bis, inspiró al Bernabéu para la cita mágica que viene.

Joao Félix avanza

No hay malos alumnos, solo colegiales mal tutorizados. De ello es consciente el Cholo Simeone, que vio como Joao Félix confirmó su condición de aventajado con dos goles frente al Betis (1-3). Talento bruto que ha tardado en responder a las expectativas. Le faltaba el corazón que se ha dejado en su racha reciente, con una asistencia y cuatro dianas en los últimos cuatro duelos. Es el chaval que perdía el tiempo en la grada con sus pensamientos, siempre a la expectativa, pero nunca protagonista. 

Al que cuando le caía el balón en los pies te lo devolvía dando tres toques y de rabona. “¿Y tú por qué no juegas?”. Porque no le gustaba entrar en el “oro, plata, oro, plata…” tan azaroso de la elección de bandas. Mejor contra la pared, donde controla el pase, el remate y la definición. El grupo ha terminado por atrapar a Joao Félix, cuando por fin ha manejado la palabra decepción y se ha quitado todas las etiquetas individuales. 

El Atlético es un equipo que necesita conjuntar las prendas de lujo que tiene. Por arriba, armadura, y por debajo, pantalón de seda, con Griezmann en una pierna y el luso en la otra. Sombrero De Paul, Llorente en la muñeca y Oblak al cuello. Sumadas las piezas, las debilidades se notan mucho menos y este equipo supera los lances importantes de la temporada, como este, ante un Betis cansado por la Copa y por la permanencia en tres competiciones sin tener plantilla para ello. Solo el Liverpool y el Chelsea llevan más encuentros en el máximo nivel que los de Pellegrini.

Fin a la maldición del Mirandilla

En ocasiones sucede lo del Celta - Mallorca (4-3), que se juntan los de A y B por una excursión y alguien tira un balón en medio de un parking. En principio, para hacer tiempo mientras llega el autobús. Aquello se convierte en una batalla que necesitaría la intervención de la ONU. Penaltis, expulsiones y, por supuesto, manos. En esta jornada polideportiva, de fútbol y balonmano, la más clara fue la de Valjent, que separó lo suficiente su zarpa para mostrar, sin dudas, lo que es una acción punible. 

Esta acción llevó a Iago Aspas al punto de penalti para anotar el definitivo 4-3 en inferioridad. El gallego es de los jugadores que no dejan de tirar ni cuando suena el timbre para volver a clase. Poco antes, Hugo Mallo, expulsado por otra mano de las que solo se ve en el VAR. Si se impusiera este mismo sistema en el aula se acabaría por completo la pillería. Los sancionados siempre serían los mismos y el ingenio quedaría reducido a los libros. 

Todo parece controlado en LaLiga, pero el descontrol tiene fácil acople cuando el árbitro tiene que rectificar su decisión en medio de un barullo atronador y con la sospecha de que si le han avisado es por alguna razón evidente. 

En los torneos escolares era muy importante escoger bien el nombre. No había que parecer demasiado presuntuoso, con “All Star” o “Los best boys”, pero tampoco pertenecer al bando de la broma fácil con “Nottingham Prisas” o “Steaua de Grifo”. La nomenclatura puede definir el futuro de un club

El Cádiz lo piensa desde que el ayuntamiento aplicó la Ley de Memoria Histórica para borrar a Ramón de Caranza de su estadio y lo rebautizó como Nuevo Mirandilla. La decisión fue polémica y hasta los que aceptaron el cambio se contrariaron después de tantas derrotas. "Ha sido como limpiar un camión de mierda, pero ya lo tenemos limpio", señaló Sergio González, técnico gaditano. Escatológico y cierto.

Frente al Rayo (2-0) por fin llegó el primer triunfo en casa (llevaba 13 derrotas seguidas) de la temporada gracias a los tantos de Rubén Alcaraz e Idrissi. El último se aprovechó de que el meta Luca Zidane usó peor sus manos que algunos compañeros de campo. Los locales acertaron con una camiseta violeta morada con motivo al 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, que se convirtió en talismán. 

Alguno no descarta teñir las amarillas para lo que queda de temporada, ahora que se acercan a uno de la permanencia que marca el Granada, donde también hubo cambios. De los grandes, porque la derrota ante el Valencia por 3-1 le costó el puesto a Robert Moreno. 

El que fuera ascendido a seleccionador español por la ausencia personal de Luis Enrique era de los que tenía hasta el último cromo de Panini. El que anotaba en la libreta las promesas del PC Fútbol y el que dejó un buen trabajo en La Caixa para irse de analista al Barça B de Lucho después de trabajar de guardia de seguridad en una gasolinera o como comercial de informática. En la élite todo el camino recorrido no importa y son solo los resultados los que mantienen al personal en el cargo. 

El Sevilla se cansa

Robert Moreno ha vivido todo el curso a la sombra del imperial rendimiento del EuroGranada de Diego Martínez. La sexta derrota en siete encuentros, la eliminación en Copa frente al Mancha Real de 2 RFEF,  los doce tropiezos acumulados y el ver el descenso tan cerca en una fase clave del campeonato llevaron a la propiedad china del club a activar el botón rojo. En estos cataclismos emerge el localismo. Rubén Torrecilla, entrenador del filial nazarí, asume una oportunidad única.

Como consejo, Bordalás, técnico del Valencia, le diría que lo mejor es mirarse hacia dentro y despegarse de todos los tópicos. Semana fantástica para su profútbol, con la clasificación para la final de Copa y un triunfo solvente que convierte el aire irrespirable que durante meses ha existido en Mestalla en una atmosfera esperanzadora. 

Lo mismo le sucedió al Espanyol, que volvió a la senda de la victoria contra el Getafe (2-0). El primer triunfo en caso del 2022 con tanto de Cabrera, uno de los señalados en la paliza del Villarreal, y un autogol de Cabaco. Importó más que nunca que la afición perica, lejos de frustrarse, transformó el dolor en apoyo.

Las temporadas son de tres trimestres, al igual que el curso escolar. La media, hasta junio, nada. El Sevilla está cansándose de estudiar y sacar horas de donde no las hay para hacer pensar que alguien puede plantarle cara al Real Madrid. Por el camino de esta lucha se apeó de la Copa y se ha ido desangrando de todas las maneras que permite el cuadro médico. No pudo pasar del empate ante el Alavés (0-0). Los babazorros sumaron, como el Cádiz, y en su espejo quiere mirarse el Levante ante el Athletic en el partido que cierra la jornada.  Los viajes de Lopetegui se han convertido en un cuadro de confianza ciega. El preparador espera que durante el trayecto a los campos salga un rayo de luz para reducir la enfermería de cara al duelo contra el West Ham de Europa League.

La misma angustia se vive en otro de los representantes europeos, el Villarreal, que perdió frente Osasuna (1-0) y se quedó sin uno de sus referentes, Alberto Moreno, lesionado de gravedad. A la espera de conocerse el alcance, se sumará a la docena jugadores groguets que han sufrido un percance en la rodilla en las últimas temporadas. Clima opuesto al que vivió el Sadar, que llevó al éxtasis el Chimy Ávila con un cabezazo que llevó la firma de Arrasate, culminación de una transición perfecta. 

No necesitó una mano, por lo que su triunfo es impropio para la categoría, que aspira a ser un mundial de Subbuteo, con figuras sin brazos articulados. Anclados en una barra, como en el futbolín. Y sin ruletas, que no se pueden en el VAR y, por tanto, penalizar. A los pillos siempre les quedarán las pachangas, analógicas, pero más fáciles de entender. El que la tira va a por ella, el último en tocar es portero y las manos son y serán involuntarias salvo que la presión sobre el infractor diga lo contrario.

Resultados LaLiga

Alavés 0 - 0 Sevilla

Osasuna 1 - 0 Villarreal

Espanyol 2 - 0 Getafe

Valencia 3 - 1 Granada

Real Madrid 4 - 1 Real Sociedad

Cádiz 2 - 0 Rayo

Elche 1- 2 Barcelona

Celta 4 - 3 Mallorca

Betis 1 - 3 Atlético

Athletic - Levante (21:00)