CRISIS

Reverter quiere abandonar el Barça cuanto antes

El CEO azulgrana, que esperará, tal y como se ha comprometido, a su sucesor, ha suspendido toda su agenda de las próximas semanas

Ferran Reverter y Joan Laporta.

Ferran Reverter y Joan Laporta.

Emilio Pérez de Rozas

Pese a que, cuentan, la conversación que mantuvieron Joan Laportapresidente del FC Barcelona, y Ferran ReverterCEO del club desde hace unos ocho meses, fue de lo más cordial y el máximo responsable azulgrana no tardó ni dos minutos en aceptar la carta de dimisión del ejecutivo culé, es más, hay quien piensa que la estaba deseando, lo cierto es que la propuesta de quedarse “el tiempo que haga falta” hasta que la entidad encuentre un nuevo director general y pueda realizarse el traspaso de carpetas con toda normalidad, fue realizada con la boca pequeña.

EL PERIÓDICO, diario perteneciente al mismo grupo editorial que este medio, ha podido saber que Reverter arde en deseos de dejar el club cuanto antes y no porque tenga ya varias ofertas de trabajo encima de su mesa, sino porque considera que la situación no es buena para el Barça y no tiene sentido mantenerla en el tiempo. Es más, Reverter ha borrado ya de su agenda (casi) todos los compromisos, reuniones y entrevistas que tenía previstos para las próximas semanas y meses, lo que da idea de que quiere dejar su despacho cuanto antes.

Se veía venir

Parece evidente que nunca se conocerán las auténticas razones por las que Reverter deja, repentinamente, el cargo más importante del Barça después del de presidente, mayoritariamente elegido por la masa social. Cobra entidad la versión, evidentemente muy alejada de la que dio el director general en su despedida, donde señaló que dejaba el cargo “por razones personales y familiares”, de que la manera de gestionar el club de Laporta y Reverter tienen muy pocos puntos en común, tal y como intuyeron, nada más llegar el ejecutivo al club, muchos de los empleados y ejecutivos que llevan varios años en la casa. El comentario de “este no dura aquí ni un año”, que lanzaron muchos de los trabajadores de toda la vida del Barça, se ha cumplido a rajatabla. Reverter abandona el barco a los ocho meses de entrar en él.

En el club existe cierta incertidumbre por el papel y futuro del vicepresidente Eduard Romeu y Jaume Guardiola, presidente de la Comisión Económica, que compartían criterios con Reverter

Cuando hablamos de forma de gestionar, maneras, proyectos, líneas de trabajo y estilo de hacer las cosas en ningún momento se habla de modelo de club, tal y como han difundido los partidarios de la línea presidencialista. Los veteranos empleados del Barça e, incluso, algunos de los ejecutivos que ya han dejado la entidad, aseguran a EL PERIÓDICO que la acusación de que Reverter quería convertir el Barça en el Bayern de Múnich, donde el 49% del accionariado está en manos de grandes patrocinadores y socios de viaje poderosísimos (AdidasTelecom DeutschlandGrupo Allianz y Audi), en contra de la apuesta de Laporta de que el Barça tiene que seguir siendo propiedad de los socios, es, simplemente, una cortina de humo para ocultar la auténtica realidad: Laporta y su fieles, entre los que está Mateu Alemany, no congeniaban con las exigencias profesionales y el poder que atesoraba Reverter, de cuyo ego también hablan algunos.

Patrocinadores y/o socios

Quienes defienden esta versión, es decir, la de que el ‘modelo Bayern’ no estaba en la cabeza de Reverter, consideran que para pensar en esa fórmula de club hay que trasladarse a Alemania y, más concretamente, a Múnich, a Baviera, una de las regiones más ricas de Europa. La ‘fórmula Bayern’ no se basa en el complemento que aportan sus patrocinadores sino en el hecho de que todos apoyan la misma causa y de una forma muy determinada: como accionistas, como socios, no ‘solo’ como patrocinadores o colaboradores.

En ese sentido, lo que aquí, en el Barça, se entiende, simplemente, como espónsors, es decir, la versión de Nike, cuya implicación en el Barça no tiene nada que ver con la de Adidas en el Bayern, Rakuten, que ya no quiere seguir, o Beko sin ir más lejos. Los patrocinadores alemanes son todos alemanes, son socios accionistas y su presencia en el club bávaro no tiene nada que ver con los resultados de la entidad. Se trata de un compromiso más de país, social, económico y de vinculación que, al margen del sentimiento, existe para compartir una idea, un estilo de hacer las cosas.

En ese sentido, el Barça jamás ha tenido ni socios ni patrocinadores de ese nivel. Es más, una de las quejas de Reverter en estas semanas es su oposición a que el acuerdo con Spotify sea solo por tres temporadas, lo que demuestra la fragilidad del compromiso, muy alejado de los acuerdos del Bayern con Adidas, Telecom, Allianz y Audi.

Triunvirato económico

Es evidente que desde la llegada de Reverter en el seno del Barça han ido conviviendo, con más o menos armonía, dos estilos de gestión y de entender, no solo el día a día del club sino, incluso, la contratación de determinado tipo de ejecutivos y refuerzos, que han terminado chocando y acabado con la salida del líder de los ‘profesionales’ frente a los amigos del presidente.

Ferran Reverter.

Ferran Reverter.

En ese sentido, el triunvirato que integraban Reverter, el vicepresidente económico Eduard Romeu y el prestigioso banquero Jaume Guardiola, del Banc de Sabadell, artífice de la noche-madrugada de los avales y presidente de la Comisión Económica del Barça, parecía irrompible y, sin embargo, lleva camino de quebrarse del todo y/o hasta desaparecer. De momento y, según informa la web 'Culémania', José Elías, socio y amigo de Romeu y uno de los principales avaladores de Laporta, acaba de renunciar a su cargo como miembro del consejo de Espai Barça.

Laporta, más que sus directivos, que no juegan aquí un papel muy relevante (muchos de ellos, así como Xavi Hernández y todo el vestuario de la Ciudad Deportiva ‘Joan Gamper’ se enteraron de la dimisión de Reverter por la prensa), está convencido de que la fuerza que estaban adquiriendo los tres pesos pesados del área económica del Barça iba en contra de la manera que él quiere gestionar la entidad, estilo que, ahora, ya sin las ataduras de los avales (curiosamente ha sido Albert Soler, un ejecutivo despedido por Laporta del Barça, quien más ha peleado en el CSD para librarle de esa losa), puede poner en práctica sin apenas oposición.

Futuro incierto

Hay gente en el interior del Barça que tienen serias dudas sobre si Guardiola, que, en compañía de Romeu, trató durante las últimas semanas de convencer a Reverter de que no lo dejara “aún”, querrá seguir con su importante papel en el club, pese a contar con el apoyo incondicional, como se vio en la asamblea de compromisarios, de los socios.

Y hay quien tiene la seguridad de que Romeu, que ha desmentido la posibilidad de abandonar el Barça en junio, esperará a saber quién es el sustituto de Reverter, en cuya elección tal vez ni siquiera quiera intervenir al haber hecho tan buenas migas con el aún CEO azulgrana, para planear su futuro inmediato.

De cualquier forma, todo el mundo en el seno del Barça ha oído la declaración de Laporta de que, ahora, lo único que le interesa, más que un gran gestor o un profesional contrastado, de prestigio, es un hombre de su entera confianza. “Leal”, es la palabra que utiliza el presidente para definir al próximo director general del club. No hay duda de que no es nada fácil encontrar una persona así en días, escasas semanas, máxime sabiendo que Reverter quiere abandonar su despacho cuanto antes. Y menos intuyendo que Reverter se va porque no ha podido imponer su estilo profesional frente al coleguismo y/o amiguismo de Laporta, factor que podría alejar a algunos candidatos de la tentación de ser el inquilino del despacho de Reverter.

Regreso a las oficinas

Lo que, de momento, se descarta en el seno del Barça es que se produzca una desbandada general o de los ejecutivos más próximos a Reverter. Es evidente que las dos o tres personas que el CEO se trajo de la mano al Barça para formar su ‘núcleo duro’, dejarán la entidad en las próximas semanas, pero el resto de ejecutivos, pese a meditar esa posibilidad, acabarán quedándose pues no está el mercado laboral, ni siquiera a ese nivel, como para arriesgarse a perder un puesto de trabajo bien remunerado y que ofrece prestigio a sus poseedores. Pese a todo, la movida en las oficinas importantes del club empezará a detectarse a partir de este lunes que es cuando se pretende que el 70% de los trabajadores, ahora teletrabajando, vuelvan a sus mesas.