Rally Dakar

Carlos Sainz, sobre el Dakar: "El sabor es agridulce"

“Queremos ser muy competitivos en la segunda semana y seguir aprendiendo para el futuro”, asegura el piloto madrileño

Carlos Sainz: “Un Dakar con sabor agridulce”

/ JOSEP VIAPLANA

Josep Viaplana

Carlos Sainz ha vivido una primera semana del Dakar subido en una montaña rusa, que al final le ha retrasado de la lucha por las primeras posiciones de la general. La victoria en la etapa tres, la primera del nuevo Audi RS Q e-tron, fue el punto más positivo, que a la hora de analizar hay que combinarlo con las dos horas que perdió en la primera etapa por la navegación y los problemas de fiabilidad en las suspensiones que le retrasaron ya definitivamente en la etapa cinco y seis.

El madrileño, ganador en tres ocasiones del Dakar y que debuta con Audi en esta edición, afronta ahora la segunda semana de carrera con otras perspectivas. A casi cuatro horas del líder, Carlos y su equipo se centrarán en mejorar el rendimiento etapa a etapa, acumular experiencia y tratar de solucionar la falta de fiabilidad que ha tenido el coche. Olivier Hoffmann, vicepresidente de Audi, le recibió ayer efusivamente en el campamento.

¿Qué balance haría de la primera semana?

Ha sido duro, empezando porque lo que pasó el primer día, que fue inaceptable. Viéndolo en frío se ve claro que el libro de ruta tenía un error y que no se hayan tomado medidas para anular ese tramo me parece gravísimo y algo para mirar de cara al futuro porque son cosas que no pueden ser. El sabor es agridulce.

¿Le cogen de sorpresa los problemas que están teniendo?

Estoy contento, salvo por los problemas. Los hemos tenido donde menos esperábamos y creíamos que los tendríamos en otra parte del coche, como el software, batería, etc., y al final estamos teniendo contratiempos en un amortiguador y que no deberíamos de tener. Queda una semana por delante, que yo espero que sea muy diferente a la primera.

¿A qué se debe la falta de fiabilidad?

En los test no habíamos tenido ningún problema. Está bien hacer muchos test, pero tampoco exiges al coche al cien por cien y al final la competición es la prueba del algodón, hay cien mil situaciones diferentes. Ahora es el momento de que salgan todas las cosas y prepararnos lo mejor posible de cara al futuro.

No todo son problemas. El coche tiene potencial y prueba de ello fue su victoria en la tercera etapa, la 40ª de Carlos en el Dakar. ¿Qué pasó el primer día con la navegación?

No tengo la menor duda de que el roadbook estaba mal y creo que la carrera tenía que haberse parado en el waypoint anterior. A partir de ahí, paso página.

¿Está satisfecho del comportamiento del coche?

Hay que estar contentos porque sin haber hecho ninguna carrera, llegar al Dakar, ganar una etapa y sobre todo cuando no tenemos problemas siempre estamos cerca de los puestos de cabeza. Somos conscientes que hay ciertos hándicaps por pulir, pero siento que la prueba tendría que empezar mañana y mi planteamiento es tratar de ser muy competitivos en esta segunda semana, seguir aprendiendo y hacerlo lo mejor posible. Echamos en falta esa primera carrera que no se pudo hacer antes del Dakar.

¿Qué nota le pone?

Un notable. Si analizamos los problemas vemos que han sido en una zona del coche que está fuera de la electrificación. Hemos tenido problemas con los amortiguadores, provocados quizá por el peso del vehículo y que no habíamos tenido en los test. También otros pequeños problemas, como un palier, temperatura alta, pero ello hubiese salido a relucir con hacer una sola carrera. 

¿Están solucionados los problemas con el amortiguador?

Aparentemente, si. Crucemos los dedos. El problema que tuve en la sexta etapa con el amortiguador fue un problema de montaje que no tiene nada que ver con el de días anteriores.