OLIMPISMO

Muere a los 76 años Viktor Saneyev, leyenda del atletismo y del triple salto

Protagonista de la gran final de México 68, fue tres veces campeón olímpico

Viktor Saneyev.

Viktor Saneyev.

Sergi López-Egea

Viktor Saneyev , una de las grandes leyenda del atletismo, protagonista de la que se considera mejor final de triple salto de unos Juegos (México 1968), falleció el lunes en Australia

, adonde emigró en 1990 tras la caída de la Unión Soviética. Tenía 76 años. Fue tres veces campeón olímpico, pues, aparte del oro conquistado en la capital mexicana, logró otros dos en Múnich 1972 y Montreal 1976. En Moscú 1980 consiguió la medalla de plata y fue otras dos veces campeón europeo de la especialidad.

Nació como soviético en Georgia, en 1945, junto al mar Negro. Era hijo de una humilde familia, con graves problemas económicos que no le impidieron debutar en el atletismo cuando era un niño, aunque comenzó con el salto de altura antes de dedicarse al triple salto donde se le considera como uno de los mejores de todos los tiempos y una leyenda en esta especialidad. Es más, si no consiguió en Moscú 1980 otro título olímpico se debió al gran número de saltos anulados por un jurado demasiado exigente. En tres ocasiones batió el récord del mundo. Su mejor salto llegó en 1972 con 17,44 metros, una marca solo tres centímetros por debajo de la medalla de bronce del atleta Hugues Fabrice Zango (Burkina Faso) en los recientes Juegos de Tokio. Y hasta la aparición del gran Jonathan Edwards sus saltos impresionaron al mundo. Edwards sigue en posesión de la plusmarca mundial, con 18,29 metros desde 1995.

La gran página en la historia del atletismo fue escrita por Saneyev el 17 de octubre de 1968, en los Juegos de los 8.90 metros de Bob Beamon en longitud. Dos veces tuvo Senayev que mejorar el récord mundial de triple salto para batir al italiano Giuseppe Gentile y al brasileño Nelson Prudencio, quienes a su vez superaron las plusmarcas anteriores. Saneyev se debió impulsar hasta los 17.39 metros para enmarcar una final de triple salto nunca vista hasta entonces.

En 1990 emigró con su familia a Australia, al perder su trabajo como técnico de atletismo de la Unión Soviética. Tampoco le fueron muy bien las cosas hasta el punto de tener que subastar algunas medallas de su época atlética para subsistir. Al final encontró trabajó como profesor de educación física en una escuela de Sydney.