FÚTBOL

El triunfo de la comunión en LaLiga: el Danubio 'Azulón', la fuerza de Luuk y el beso de Aspas

El Real Madrid, campeón de invierno, cae ante un Getafe que engrandece al Coliseum

El Atlético sale del bache y un descarte como Luuk de Jong sostiene al Barça

Aspas firma un doblete ante el Betis de Rui Silva, al que abraza tras la muerte de su padre

Quique Sánchez Flores da indicaciones durante el choque entre el Getafe y el Madrid.

Quique Sánchez Flores da indicaciones durante el choque entre el Getafe y el Madrid. / EP

Denís Iglesias

Denís Iglesias

Esta jornada no iba a ser normal. Era imposible. Demasiados puntos de fricción. Era la última de la primera vuelta, pero también la que inauguraba el año. Empezó en 2021 con la victoria del Espanyol ante Valencia y terminará hoy con otros tres partidos. [Así está la clasificación en LaLiga]

Más de 140 positivos por coronavirus llegaron a registrarse en la previa, en la que se adoptó la restricción de los aforos al 75%. Cenas, confinamientos, desconexiones, descanso, secundarios llamados a filas ante las bajas… Fútbol y LaLiga, al fin y al cabo.

Nadie mejor pare definir el actual estado de las cosas que Daniel Barenboim, el director argentino que inauguró el año desde su batuta en el Concierto de Año Nuevo. Lo hizo a punto de cumplir 80 y ante un auditorio enmascarado y con toda su orquesta vacunada. ¿Vértigo por la edad o la situación?

"¡Claro que envejecer no es nada agradable! Pero las alternativas son peores, así que no hay que tomárselo en serio", dijo en la previa a otra proclamación de la cultura popular.

Así que el fútbol es bienvenido en todas sus formas y circunstancias, porque mantiene a la humanidad en la línea de la normalidad quebrada tantas veces en los últimos tiempos. Aunque esto no debe coartar los giros de guion como los aplicados por el Getafe en la sacudida al Real Madrid, la reversión de la fe atlética ante el Rayo o la rebelión de los números del Barça con un descarte como Luuk de Jong al frente.

"Te quiero, Quique"


El Coliseum Alfonso Pérez, por nombre, únicamente debería ofrecer a sus espectadores un número de fieras y gladiadores. Sin embargo, el programa de las primeras jornadas fue terrible, con apenas un punto en ocho jornadas.

Volvió a casa Quique Sánchez Flores para revolucionar la tragedia y convertirla en resistencia. Desde su llegada, el equipo del sur de Madrid es otro y así lo demostró “estrangulando” -verbo que usó el técnico- al líder de la categoría. Detrás de la fiereza del verbo hay un trabajo delicado de reconstrucción grupal de un vestuario que, sencillamente, no sabía saltar al campo.

El Getafe triunfó al tempo del vals de Enes Ünal. El turco interpretó de modo prodigioso un error de Militao, que desafinó para inundarse en el Danubio Azul ante el público que viste de ese color y que puso letra a la partitura: “Bordalás, te quise, ahora quiero a Quique”. Una referencia al pasado glorioso que escribió el técnico alicantino, que a veces paga caro el precio de su éxito.

El Valencia que dirige con un ritmo más moderado despidió el 2021 el viernes con un topetazo ante el Espanyol, que le negó el derecho a ingresar, aunque fuera temporalmente, en el club Champions. La culpa no la tuvieron los goles de Raúl de Tomás o Puado, sino un segundo violín llegado desde el filial ‘perico’: Jofre Carreras.

Cuando el extremo debutó en Primera División era el minuto 81 y su equipo perdía por la mínima. Quince minutos después volvía a ganar como visitante, algo que no hacía desde enero de 2020 en Primera (la temporada pasada militó en Segunda).

Ter Stegen reclama su rol


El Barça fue un paso más allá con los números. La lista de Xavi parecía una convocatoria de la NBA, con dorsales por encima del ‘40’. Una nómina más parecida a la del filial de 1 RFEF que a la del equipo que anuncia cada semana su reconstrucción.

En la entidad azulgrana se vive al día, mirando si el límite salarial aumenta como la inflación o esperando que alguna nómina exagerada y sin rendimiento desaparezca. La necesidad es tan acuciante que el entrenador barcelonista se ve obligado a disponer de jugadores a los que intenta dar salida.

Es el caso de Luuk de Jong, autor del único gol ante el Mallorca con un cabezazo de artillero, razón de su fichaje, aunque poco demostrado. Fue la reivindicación de un delantero vilipendiado hasta el punto de ser suplente por detrás de un futbolista del filial como Jutglá frente al Elche.

Este gesto era su sepultura. Después se activó una subasta, aún activa, que quiso apagar con su fuerza en los remates. Uno de chilena, esfuerzo inédito en una jornada en la que los equipos han economizado los esfuerzos. Aunque de nada hubiera valido si Ter Stegen no hubiera salvado al Barça al final, con una parada arquitectónica, de pilar, como le exige su club.

Claro que a veces lo único que quiere un auditorio, sin tener en cuenta su capacidad, es escuchar la misma partitura una y otra vez. Que le pongan la Marcha Radetzky y aplaudir. Nada más.

Por eso el Metropolitano se fue tan contento después de la victoria del Atlético ante el Rayo. Los colchoneros volvieron a casa con el temor acumulado de las cuatro victorias consecutivas. Una racha inédita que a más de uno le cerró el estómago en la cena de estos días.

El mazo de Correa


Simeone salió de la cueva de su banquillo en la que se había refugiado estas semanas, estirándose como si le estuvieran retorciendo el pescuezo. Se sumó a las tan necesarias palmas del estadio para remendar los errores de los suyos.

Correa consiguió salirse de la trazada dos veces con su inteligencia natural. El argentino es un jugador para la percusión. Con el mazo alzado para cambiar el compás del partido cuando todos miran al balón.

Dos definiciones para la galería de remates y freno a un Rayo que “sencillamente negativo”, como concluyó su preparador, Andoni Iraola, que estuvo a punto de ponerse de corto para paliar el parte de guerra con el que afrontó su equipo el derbi.

Aunque hubo equipos que supieron hacer de la necesidad la mejor de sus virtudes. Ese fue el Celta de Coudet, que tuvo que improvisar posiciones y confiar en el filial para una salida empinada ante el Betis, también marcado con una decena de ausencias.

Rui Silva, compromiso total


El equipo vigués fue pura solidaridad en todas sus acciones. Hasta en la celebración de los goles, ambos obra de Iago Aspas, el genio que saca la varita en cualquier escenario, pero que siempre tiene los pies en la tierra.

Es, posiblemente, el futbolista que más sabe de su mundo. Lo demuestra en cada entrevista, en la que puede ejercer de entrenador, director deportivo aunque sobre todo, de compañero. Por eso no dudó en abrazar a Rui Silva, después de anotar el primero de penalti, para darle el pésame por la muerte de su padre.

El guardameta del Betis recibió la noticia el jueves. Viajó a Portugal y regresó para ser titular. Un ejemplo de compromiso, como el de Aspas con su escudo, que nunca se olvida de besar tras anotar.

A veces simplemente es cuestión de resistir y darle crédito a un punto como el conseguido por el Elche frente al Granada después de acabar el partido con diez y sin su técnico Francisco. El VAR, como la pandemia, llegaron para hacer el fútbol más justo, siempre y cuando el coeficiente humano no falle.

Como los protagonistas no pueden quejarse sin recibir una sanción, algunos clubes ejercen de acusación particular. La Real Sociedad pidió “penalti y expulsión” por una acción sobre Isak que le hubiera dado la posibilidad de ponerse 0-2 ante el Alavés en Mendizorroza. “Yo no sé si ha sido o no”, se escurría Mendilibar tras el empate en su debut en el banquillo vitoriano, uno de los más calientes de la categoría. De ahí la paciencia y el esmero que ha de tener.

"La comunión con la grada"


Aunque en su situación es clave creérselo, porque, volviendo al Martínez Valero, el Granada no sintió que el destino le estuviera dibujando una victoria. Solo un remate del colombiano Luis Suárez con el cronómetro al límite estuvo a punto de costarle un empate al equipo franjiverde, que acabó ganando algo más importante, como recordó el preparador del Elche: “La comunión con la grada”, la textura de la música a la que aspiran los equipos de la zona baja, llenos de interferencias.

Un espíritu de esfuerzo colectivo reivindicado por Barenboim: “Este concierto es más importante que nunca. El covid no es solo una catástrofe médica, ¡es una catástrofe humana! Necesitamos hacer más fuerte nuestra comunidad. Es el único de combatir este terrible virus”. Más que una cita, toda una orientación para estos tiempos oscuros.

Resultados de la 19ª jornada

Valencia - Espanyol 1-2

Getafe - Real Madrid 1-0

Atlético - Rayo 2-0

Elche - Granada 0-0

Alavés - Real Sociedad 1-1

Betis - Celta 0-2

Mallorca - Barcelona 0-1

Villarreal - Levante Lunes, 19:00 horas

Osasuna - Athletic Lunes, 21:00 horas

Cádiz - Sevilla Lunes, 21:15 horas