ADIÓS A LA TRADICIÓN DE UN DEPORTE CENTENARIO

El 'sacrificio' de los caballos desata la guerra del siglo en el pentatlón moderno

La amenaza de quedar fuera del programa olímpico en Los Ángeles 2028 ha llevado a la federación internacional a sustituir los saltos ecuestres por otra disciplina aún por decidir: escalada, pista americana, patinaje...

"Es una decisión dolorosa, pero o nos cortamos un brazo o no sobreviviremos", defienden los dirigentes federativos; "Se han cargado la tradición y la identidad del deporte para nada", replican los pentatletas

La pentatleta brasileña Ieda Guimaraes sufre un accidente durante la prueba de hípica de los Juegos de Tokio.

La pentatleta brasileña Ieda Guimaraes sufre un accidente durante la prueba de hípica de los Juegos de Tokio. / Reuters

Sergio R. Viñas

Sergio R. Viñas

Es una buena pregunta para poner a prueba a algún familiar en las reuniones de esta Navidad: ¿De qué cinco disciplinas se compone el pentatlón moderno? La respuesta correcta, desde hace más de un siglo, es esgrima, salto ecuestre, natación, carrera campo a través y tiro con pistola. A partir de 2023, sin embargo, la respuesta será otra y aún no está claro cuál. Porque ya está decidido que el salto ecuestre será extirpado del pentatlón moderno, pero resta todavía por dilucidar qué deporte le sustituirá.

La decisión, traumática, fue tomada hace unos días en la asamblea de la Unión Internacional de Pentatlón Moderno (UIPM) por una abrumadora mayoría de alrededor del 85%, aunque con la oposición de algunas de las federaciones más importantes, como las del Reino Unido (ganadora de los dos oros olímpicos en Tokio), Hungría (la más laureada de siempre) y República Checa.

El cambio, totalmente radical, viene dado por la amenaza del Comité Olímpico Internacional (COI) de excluir al pentatlón moderno de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Las bajas audiencias del deporte, su escaso atractivo para el público joven, el coste que conllevan los saltos ecuestres y un desagradable incidente en Tokio 2020 con un caballo son los principales motivos detrás de este órdago del olimpismo a un deporte que difícilmente pueda sobrevivir en la mayoría de países, incluido España, sin un horizonte olímpico.

Deporte minoritario

Hablamos, en clave nacional, del deporte olímpico con menos licencias de España, 441 según recoge el informe estadístico del año 2020 del Consejo Superior de Deportes. Sumando las federaciones no olímpicas (68 en total), la única que registra menos licencias que el pentatlón moderno es la motonáutica (carrera en motos de agua), con 390, aunque en varios de los años anteriores ha estado también por encima. Ningún pentatleta español vive de su actividad deportiva.

"La decisión era cortarte un brazo para intentar sobrevivir o condenarte a morir", explica a este periódico el presidente de la federación española, Carlos Jiménez del Castillo. "Se han cargado por política la tradición y la identidad de este deporte con la excusa de que siga siendo olímpico, pero va a dejar de serlo igualmente", replica el mejor pentatleta español, Aleix Heredia. Los dos reflejan la guerra que existe entre dirigentes y deportistas por la decisión de sacrificar los caballos más de un siglo después de la creación del deporte.

Coubertin

Toca, precisamente, empezar por ahí. El pentatlón moderno es un deporte que ideó el barón Pierre de Coubertin, impulsor de los Juegos Olímpicos modernos. El aristócrata francés entendía que la unión de las cinco disciplinas en un único deporte simbolizaba el espíritu olímpico y el lema 'citius, altius, fortius'. En Estocolmo 1912, el pentatlón moderno debutó en unos Juegos y se ha mantenido en el programa olímpico en todas las ediciones disputadas desde entonces y, al menos, hasta París 2024.

Tal es el peso de la tradición que la federación internacional publicó en su página web un comunicado de los descendientes del creador del deporte, dando el visto bueno a la renuncia a la equitación: "En uno de sus escritos, Coubertin dijo que si tuviera que rehacer lo que hizo 100 años después, probablemente lo haría de manera muy diferente, ya que entendía que la adaptación era necesaria para mantenerse relevante con el espíritu de cada época. Si hoy la hípica está llamada a desaparecer, creemos que Coubertin estaría de acuerdo con un cambio hacia una disciplina que encarne el espíritu del pentatlón moderno y modernice el deporte".

Es, por tanto, mucho más que un deporte, pues también representa un enlace emocional y simbólico con la historia del olimpismo. Motivos que, pese a las muchas dificultades que se ha ido encontrando con el paso de las décadas, le han permitido ser intocable entre los deportes que compiten cada cuatro veranos en la cita deportiva más importante del mundo.

Londres 2012

Eso se acabó tras Londres 2012, cuando el COI comenzó a poner en duda la continuidad del deporte que peores audiencias televisivas cosecha edición tras edición. Ya entonces se planteó la sustitución de la hípica por el ciclismo, pero la UIPM rechazó el cambio y apostó por mantener las cinco disciplinas tradicionales, aunque comprimiendo el calendario para tratar de que fuera un deporte más atractivo y dinámico para los espectadores. Hasta entonces las pruebas se realizaban en cuatro días y pasaron a comprimirse en día y medio.

El sistema de competición ha ido evolucionando, especialmente desde Barcelona 1992. En la actualidad, el primer día, los 36 competidores (pueden ser menos) se enfrentan en formato de todos contra todos en esgrima con espada, a un toque. El segundo empieza con 200 metros de natación, sigue con los saltos ecuestres y después una nueva competición de esgrima en formato eliminación (empiezan el último y el penúltimo y se van incorporando uno a uno, hasta el líder, conforme se producen las eliminaciones). La competición se cierra con una combinación de carrera y tiro, llamada laser run: cuatro vueltas a un circuito de 800 metros, con la obligación de hacer diana con una pistola electrónica cinco veces entre cada vuelta.

Hora y media

Ahora, de cara a París 2024, el formato se ha comprimido todavía más, realizando las cuatro pruebas del segundo día en apenas hora y media, con 15 minutos de pausa entre una y otra, formato que disgusta a los deportistas, que entienden que no hay tiempo para calentar adecuadamente antes de cada prueba, ya que también hay que hacer desplazamientos entre sedes en ese tiempo.

Pero ese cambio no ha sido suficiente para garantizarse la confianza del COI de cara a Los Ángeles 2028. "El pentalón moderno necesita reemplazar las pruebas con caballos y demostrar una reducción significativa de su coste y complejidad para acercarse al público general y en especial a la gente joven", advirtió en forma de ultimátum hace unos días el presidente del COI, Thomas Bach, tras aplazar a 2023 la decisión definitiva sobre si el pentatlón moderno se mantiene o no dentro del calendario olímpico. El surf, la escalada y el skate sí vieron confirmada su continuidad, símbolo de los nuevos tiempos en el olimpismo.

Se da la paradoja de que la prueba ecuestre es la que mejores audiencias cosecha de todo el pentatlón moderno... pero también es la más cara. En este deporte, los atletas no compiten con su propio caballo, sino que es la organización la que se encarga de proveerlos. Se sortean y cada atleta tiene 20 minutos para familiarizarse con el animal antes de saltar con él obstáculos que alcanzan los 120 centímetros. Toda la logística que llevan aparejada los caballos puede alcanzar los 30.000 euros por competición. Los animales se suelen alquilar a escuelas de equitación o a jinetes particulares.

Elitista

"La realidad es que es un deporte elitista que apenas se puede practicar fuera del mundo occidental y es algo que el COI no quiere que ocurra. Este deporte se creó para los Juegos y vive por y para ellos. Si salimos del programa olímpico, el pentatlón moderno tenderá a la debacle porque la gran mayoría de los ingresos de la UIPM proceden del COI y el principal aliciente para los practicantes es poder ser olímpicos algún día. Yo vengo del mundo de la equitación, he practicado doma clásica toda mi vida, y para mí es un dolor absoluto deshacerme de ella. Pero o cambiábamos o moríamos, o manteníamos la equitación o intentábamos seguir en los Juegos", expone el presidente de la española.

La entrenadora Kim Raisner golpea al caballo de la alemana Annika Schleu, en Tokio 2020.

La entrenadora Kim Raisner golpea al caballo de la alemana Annika Schleu, en Tokio 2020. /

En Tokio, con el debate ya latente, llovió sobre mojado cuando una entrenadora alemana dio un puñetazo a un caballo que no reaccionaba a las indicaciones de una de las competidoras. La imagen de los Juegos quedó dañada y el incidente sirvió de espoleta definitiva para el ultimátum del COI a la federación internacional. La UIPM ya ha puesto en marcha grupos de trabajo para decidir cuál será la quinta disciplina a partir del siguiente ciclo olímpicos, decisión que será definitiva a finales del año que viene tras realizar diferentes pruebas. Descartada la opción del ciclismo por su duración y exigencia física, las alternativas con mayor posibilidades ahora mismo son la escalada y la pista americana.

"Pongan lo que pongan, dejará de ser pentatlón moderno, será otro deporte. Si no somos capaces de defender lo que tenemos, tampoco lo vamos a ser para defender algo que creemos en dos días. Si nos cargamos la tradición no nos quedará nada", protesta Heredia, único representante español de la disciplina en Tokio 2020. Él, como la mayoría de deportistas, está radicalmente en contra de la renuncia a los saltos ecuestres: "Se ha vendido que es la única manera de seguir vivos, pero estoy seguro de que va a dejar de ser olímpico igualmente. Está claro que el COI se lo quiere cargar".

Diálogo

Su opinión es compartida por, entre muchos otros, el actual campeón olímpico, el británico Joe Choong, que recientemente declaró al Daily Mail que abandonaría la práctica del pentatlón moderno si se eliminaban los saltos ecuestres. "Quizá el mayor mérito del pentatlón moderno es ser capaz de superar obstáculos de 1,20 metros con un caballo al que acabas de conocer", añade Heredia, que reprocha a la federación internacional haber hecho caso omiso a la petición del COI de buscar una solución dialogada con los deportistas: "Nadie nos consulta nada. El presidente de la UIPM nos llegó a decir que, si no queríamos esto, lo querrían los chicos jóvenes, que en unos años ya no conocerían otra cosa".

"Si el pentatlón moderno se salva y sigue en los JJOO será por una decisión casi política, por el respeto a la tradición. El argumento de las audiencias no me sirve, porque entonces solo habría fútbol o meterían Fórmula 1 y MotoGP, por decir algo; y el de que es elitista tampoco, porque más lo son la vela o la propia hípica, en la que cada deportista necesita un caballo propio", prosigue Heredia.

"Si queremos tener opciones de seguir en los Juegos, aunque nadie nos lo garantice, es lo que tenemos que hacer. Ser olímpico es lo que permite a este deporte tener un circuito internacional y financiación suficiente para subsistir. Entiendo a los atletas, porque es una pérdida irrecuperable y ven amenazada su posición, por eso ha sido una decisión tan difícil de tomar", cierra Jiménez.

Los caballos han muerto. Viva la escalada. O la pista americana. O ya veremos qué. Todo por los Juegos.