AUTOMOVILISMO

Max Verstappen, el piloto predestinado a triunfar en la Fórmula 1

El neerlandés se forjó bajo la estricta tutela del excompañero de Schumacher, Jos Verstappen

Max Verstappen, de niño ya con un volante en las manos.

Max Verstappen, de niño ya con un volante en las manos.

Laura López Albiac

Max Verstappen tenía solo 17 años, 5 meses y 15 días cuando hizo su debut en Fórmula 1 con Toro Rosso, por aquel entonces el equipo filial de Red Bull. Un récord absoluto de precocidad, por delante de Stroll (18), Alguersuari y Alonso (19). Rápidamente, se convirtió en también en el piloto más joven en conseguir puntos y en ganar un Gran Premio, a los 18 años y 228 días. Eso ocurrió en 2016, en el fin de semana que cambiaría su vida para siempre. Max llegó al Circuit de Barcelona recién ascendido a Red Bull y tras el accidente de Hamilton y Rosberg en la primera curva, heredó el liderato de la carrera y resistió hasta el final hasta conquistar su primera victoria. Para lograr su primera corona mundial ha tenido que esperar cinco años.

A Max, que cumplió 24 en septiembre, se le ha escapado el récord de precocidad de Vettel, campeón con 23 años y 4 meses. “Qué más da”, dijo cuando se lo recordaron en plena euforia, tras el fin de semana más trepidante de su carrera deportiva, el que le ha encumbrado en Abu Dabi. El broche perfecto para la mejor temporada en la historia reciente de la F1, que después de siete años de total supremacía por parte de Mercedes.

Verstappen ha ganado 9 de las 22 carreras disputadas un Mundial que ha cambiado seis veces de líder y al que el neerlandés llegó al final empatado a puntos con Lewis Hamilton después de que el heptacampeón británico le diera la vuelta al campeonato con tres victorias consecutivas, reduciendo a cero los 19 puntos de ventaja que tenía Max tras su triunfo en México. El sufrimiento y la presión en la última carrera de la temporada han puesto a prueba su carácter y una férrea voluntad que Max forjó bajo la influencia de su padre, Jos, ex piloto de Fórmula 1 y en su día compañero de Michael Schumacher.

Un talento portentoso

Nacido el 30 de septiembre de 1997 en Hasselt, Bélgica, a 40 minutos del famoso circuito de Spa Francorchamps, pero nacionalizado neerlandés, Max recibió su primer karting a los 4 años y comenzó a competir a los 7, siempre guiado por su padre, que corrió 106 Grandes Premios en la Fórmula 1 entre 1994 y 2003. Aunque más de una vez se han comentado los métodos excesivamente severos que utilizó Jos para guiar la carrera deportiva de su talentoso hijo, el ahora campeón del mundo le defiende. "Abandonó su carrera para ayudarme. ¿Cuántos padres hacen esto? Puedes ver a muchos padres que disfrutan tanto de sus carreras que no tienen demasiado tiempo para sus hijos y estar involucrados. Pero mi padre hizo eso, y le estoy muy agradecido porque sin él yo no estaría aquí ".

Sin embargo, Max Verstappen no llegó a la Fórmula 1 por ser el hijo de Jos Verstappen. En su meteórico ascenso, tras ganar el mundial de karting de 2013 y de disputar una única temporada en la F3 Europea, fue clave convencer de su clase y su talento a Helmut Marko, director del Programa de Desarrollo de Jóvenes Pilotos de Red Bull y mano derecha del propietario de la compañía de bebidas energéticas Dieter Mateschitz, que en su día lo consideró “un piloto de los que aparecen uno cada diez años”.

A sus 16 años, en agosto de 2014, Verstappen supo que iba a reemplazar a Jean Eric Vergne en Toro Rosso la temporada siguiente y un día antes de cumplir los 17 recibió de regalo la Superlicencia para correr en Fórmula 1. Unos días después, se subió por primera vez a un monoplaza en los libres 1 del Gran Premio de Japón. Y el 15 de marzo de 2015, con 17 años, 5 meses y 15 días empezó a escribir su historia de éxito.

Discreto, aunque cada vez más mediático, Verstappen se ha convertido en un auténtico ídolo de masas. La ‘marea orange’ le sigue por los circuitos de medio mundo. “Nunca fui 'Mad Max'. Simplemente soy Max, un piloto profesional que trata de lograr el mejor resultado para su equipo”, subraya el de Red Bull, que reniega de su apodo y ha rechazado aparecer como protagonista en la exitosa ‘Drive to Survive’ de Netflix: “Sacan las cosas de contexto, nos hacen parecer héroes o villanos cuando solo somos pilotos”, argumenta.

Su vida personal también fluye en armonía. En enero confirmó oficialmente su relación con Kelly Piquet, nueve años mayor que él y ex pareja del ruso Daniil Kvyat, con el que tiene una hija de 3 años, Penelope. La bella joven, que ha trabajado en la Fórmula E y también es habitual del paddock de F1, es hija del gran Nelson Piquet, triple campeón del mundo de Fórmula 1 (1981, 1983 y 1987).