El Atlético muere, resucita y vuelve a morir; el Madrid goza

Tantos partidos jugó anoche el Atlético que acabó agotado y, lo que es peor, derrotado (2-3). También enfurecido con una actuación arbitral de las que se pueden sacar tantas lecturas como se quiera, pero que no cambian el desenlace de un Liverpool triunfador en el Metropolitano, en un encuentro de Champions trepidante y maravilloso para el espectador neutral. Porque ocurrió de todo: se adelantó el Liverpool con dos goles, igualó el Atlético con otros dos, hubo una roja directa, un penalti señalado y otro desestimado tras la revisión en el VAR.

Mohammed Salah, en éxtasis en las últimas semanas, silenció el Wanda Metropolitano a los ocho minutos cuando logró unir en el espacio y el tiempo una gran jugada personal con una buena ración de descontrol defensivo de los colchoneros. Remontó desde su esquina natural hacia la frontal y una vez allí armó un disparo duro que golpeó en Milner para colarse en la portería. Portentosa la capacidad del inglés de estar siempre donde se le necesita. Menos esperable fue lo que ocurrió cinco minutos después, pues Keita, promesa siempre incluido, dibujó una volea desde la frontal para marcar el segundo para los ingleses.

Olía a catástrofe en el templo rojiblanco, desatado el cuadro de Jurgen Klopp, encontrando los espacios que necesita para arrollar, pero el talento del que dispone Simeone comenzó a surgir a borbotones para reaccionar al amago de derribo. Los goles de la igualada los marcó Antoine Griezmann, pero los constructores fueron Lemar y Joao Félix. El francés bailó sobre la línea de fondo en el 20 para que Koke chutara y Griezmann desviara el balón lo justo (pudo haber fuera de juego posicional) y el portugués avanzó metros burlando rivales hasta asistir a su compañero en el 35.

Roja a Griezmann

La euforia rojiblanca se evaporó a los siete minutos de la reanudación, cuando el bigoleador de la noche fue expulsado por roja directa después de que, en una acción fortuita, impactara con su bota en el rostro de Firmino. La inferioridad de los de Simeone provocó, como es lógico, que el Liverpool acaparara el balón durante los 40 minutos que restaban de contienda. Una resistencia que frustró Hermoso cometiendo un absurdo penalti que Salah transformó con el aplomo habitual, el segundo de la noche para el egipcio.

El Atlético recuperó la esperanza a diez minutos del final, cuando el árbitro sancionó un nuevo penalti, esta vez de Jota sobre Giménez. Pero en este ocasión el contacto era tan leve que el colegiado acudió a la pantalla para revisar su decisión. Y cuando eso ocurre en competiciones UEFA, la decisión casi siempre se revierte. Así fue anoche, sin que pudiera ya el Atlético encontrar bálsamo para su derrota.

Goleada del Madrid

Más cómodo fue el compromiso europeo para el Real Madrid (0-5), aunque le costó que su claro dominio se reflejara en el marcador. Pese a un abundante carrusel de ocasiones, tuvo que esperar hasta el minuto 37, cuando Kryvtsov introdujo el balón en su portería tratando de evitar que un centro llegara a Benzema. Fue una jugada con muchas similitudes con la de Eric García y Mbappé, ya que Benzema partía en fuera de juego. Pero, como ocurrió en esa ocasión, el gol pasó el filtro del árbitro y del VAR.

Abierta la lata, todo fue rodado para los jugadores de Ancelotti, impulsados una día más por Vinicius y el idilio con el gol que tras tantos errores y burlas ha logrado desarrollar esta temporada. En el primero que marcó, el mayor mérito reside en el pase que le regaló Luka Modric, pero en el segundo definió con una violencia y una precisión sobresalientes.

El brasileño coronó su gran segunda parte sirviéndole el cuarto del Madrid a su compatriota Rodrygo. Ya en el tramo final, Benzema cerró una manita sin mácula que refuerza la moral blanca de cara al clásico de este fin de semana.

Un Barça en apuros

La jornada se completa este miércoles con tres encuentros de equipos españoles en el menú. El que más se juega es el Barcelona, que llega a esta jornada con el casillero de puntos vacío tras haber sido goleado tanto por el Benfica como por el Bayern. El equipo de Ronald Koeman está obligado a ganar en Kiev ante el Dinamo para no entrar en una situación crítica. El regreso pletórico de Ansu Fati, cuya renovación hasta 2027 está ya a punto de caramelo, es el mejor argumento para el optimismo azulgrana.

Tampoco tiene demasiado margen de error el Villarreal en su visita al Young Boys, el rival más débil de su grupo, ante el que debería sumar su primer triunfo tras un empate y una derrota en las dos jornadas precedentes. El Sevilla, por su parte, se presenta en Lille con dos puntos y con dudas en su juego.