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Theo Hernández, el 'enfant terrible' resucitado que amenaza a España

El lateral francés con pasado en el Atlético y el Madrid vive su mejor momento tras marcar el gol que le dio a Francia el pase a la final de la Liga de Naciones

Theo Hernández celebra junto a su hermano Lucas el gol de la victoria de Francia frente a Bélgica, en la semifinal de la Liga de Naciones.

Theo Hernández celebra junto a su hermano Lucas el gol de la victoria de Francia frente a Bélgica, en la semifinal de la Liga de Naciones. / Efe

Sergio R. Viñas

Sergio R. Viñas

Su primera tentación, de naturaleza salvaje e instintiva como siempre ha demostrado poseer, fue golpear el balón según le venía, con toda la potencia posible, que en su caso es mucha. Sin embargo, Karim Benzema, en su intento de despejarle el camino, se cruzó sin querer en su mirilla, obligándole a corregir la ejecución. Y fue entonces cuando Theo Hernández controló la pelota, se la acomodó y finalmente soltó el latigazo que ni un portero tan largo y efectivo Thibaut Courtois pudo alcanzar con sus dedos. Era gol, el tercero de Francia para remontar el 2-0 de Bélgica y clasificarse así para la final de la Liga de Naciones de este domingo. La gloria.

Con 24 años, el poderoso carrilero hispanofrancés alcanzaba así el momento más brillante de su carrera deportiva, autor de un gol decisivo en una semifinal en el que era tan solo su segundo partido como internacional. Como guinda, lo logró jugando junto a su hermano Lucas, convirtiéndose en la primera pareja de hermanos que comparten alineación en el combinado francés desde que los Revelli (Patrick y Hervé) lo hicieron en 1974.

Si se echa la vista atrás, pongamos hasta 2017, nada de lo contado debería sorprender. Entonces Theo acaparaba portadas por su traspaso del Atlético al Real Madrid, tras irrumpir en la élite como un ciclón en las filas de aquel Deportivo Alavés que alcanzó la final de la Copa del Rey. Aún no había cumplido 20 años, pero las credenciales mostradas invitaban a pensar en él como un lateral de época, pura potencia, despliegue físico, golpeo preciso e incluso buen juego aéreo. Razones que convencieron al club blanco para resquebrajar aquel pacto verbal de no agresión y lanzarse a por el prometedor canterano colchonero.

Cesión a la Real

Sin embargo, y no es al único futbolista joven del Real Madrid que le pasa en los últimos años (Llorente, Odriozola, Odegaard, Ceballos...) las expectativa generadas no tuvieron un reflejo fiel sobre el terreno de juego. Su primer curso resultó decepcionante y fue cedido a la Real Sociedad la temporada siguiente en busca de un nuevo impulso. En San Sebastián tampoco consiguió su objetivo, en una temporada inestable para el conjunto txuriurdin. Para entonces, 2019, 21 años todavía, el Real Madrid entendió que Theo no iba a ser a corto y medio plazo lo que necesitaba.

Su traspaso al Milan por 20 millones de euros, sólo seis menos de lo que le había costado al club blanco dos años antes, fue una salida satisfactoria para todas las partes. Para un Theo todavía jovencísimo, y con ya fama de díscolo y enfant terrible, suponía la oportunidad de recuperar el golpe de pedal perdido, con el riesgo de desembarcar en un club sumido en la más absoluta inestabilidad en la última década. Mientras tanto, reorientó sus ambiciones internacionales, pasando de haber renunciado a jugar el Mundial sub'20 con Francia a desterrar la idea de defender la camiseta España, el país en el que se habría criado.

15 goles en dos años

"Si Deschamps me llama, acudiré", dejó dicho hace ya dos años, un tiempo en el que, al fin, Theo ha vuelto a ser el que era. Durante las dos últimas temporadas ha jugado 36 y 45 partidos, marcando un total de 15 goles pese a desempeñarse como carrilero o lateral. La competencia con jugadores como Lucas Digne, Benjamin Mendy, Lavin Kurzawa o su propio hermano Lucas le habían bloqueado el acceso a 'Les Bleus', hasta que finalmente Deschamps confió en él para su convocatoria de septiembre.

Un mes después ya brilla también con su selección y apunta claramente a la titularidad en la final de este domingo contra España en el Giuseppe Meazza de Milán. En ella se encontrará a Aymeric Laporte, otro jugador que flirteó con las dos federaciones hasta acabar decantándose por una, en su caso por la española. Un cruce de caminos que sólo podrá ser exitoso para uno de ellos.