Dos mujeres compartirán cuarteto arbitral en Primera masculina por primera vez

Guadalupe Porras Ayuso, la primera asistente de la historia de la categoría (y una de las cinco mejores de la pasada campaña, según las evaluaciones del Comité Técnico de Árbitros), en la que ya lleva tres años, asistirá a Figueroa Vázquez desde la banda, aunque la gran novedad estará fuera del terreno de juego, donde por primera vez en 23 años una mujer ejercerá de cuarta árbitra. Será la palentina de 31 años Marta Huerta de Aza, la única mujer que arbitra en Primera RFEF, la tercera categoría del fútbol masculino.

Sólo existe un precedente en 1999 cuando Carolina Doménech desarrolló esa función durante un Espanyol-Deportivo. Más de dos décadas después la colegiada afincada en Tenerife y adscrita al colegio canario tomará el relevo.

Huerta compatibiliza su trabajo en el fútbol masculino con el de la Primera femenina y competiciones internacionales como Champions, Mundiales y Eurocopas. Es una de las 18 europeas de la categoría Elite internacional, la máxima y la única española.

Su designación forma parte de un proceso natural, ya que todos los árbitros que llevan más de un año pitando en la tercera categoría del fútbol español ejercen de cuartos árbitros en partidos de Primera División.

Es el caso de Huerta, que encara su segunda temporada en esa tercera categoría, aunque en la pasada estuvo inactiva en los terrenos de juego (sí participó en labores de formación), debido a su embarazo. Fue madre de una niña a finales de abril y en agosto ya comenzó la actual temporada con normalidad.

El siguiente gran hito del fútbol español será ver a una mujer arbitrando en Primera. Huerta es la mejor colocada para romper esa barrera si continúa con su progresión, aunque todavía habrá que esperar un mínimo de tres años, seguramente más.

Salvo, claro está, que Figueroa Vázquez tenga algún percance físico este domingo en el Coliseum Alfonso Pérez, y Huerta tenga que dejar el chándal para agarrar el silbato. No es lo habitual, apenas pasa una o dos veces al año, pero quién sabe...