CRÍTICA

'Diarios de la Segunda Guerra Mundial', de Chaves Nogales: corresponsal en la gran debacle

La editorial El Paseo y la profesora Yolanda Morató exhuman las crónicas que el gran periodista escribió en su exilio (1939-1944), primero en París y luego en Londres

Manuel Chaves Nogales.

Manuel Chaves Nogales. / L. O.

José María de Loma

José María de Loma

Manuel Chaves Nogales es seguramente el periodista español más importante del siglo XX. Y su presencia en el XXI, por fortuna, es ya abrumadora. Desde que la profesora sevillana Isabel Cintas lo rescatara en una biografía hace ya unos años, la obra de Chaves no ha parado de editarse o reeditarse. Muchas editoriales lo han hecho. Y es que, durante décadas, de Chaves Nogales no se conocía nada más que Juan Belmonte, matador de toros, la gran biografía que originalmente publicó por entregas la revista Estampa en 1935 y que se editó como libro en el franquismo. Durante décadas, miles de españoles conocían el nombre de Chaves Nogales gracias a ese libro. Pero solo ese.

Ahora, con un público chavesnogalista ya amplio y con muchos libros de este autor disponibles, la editorial sevillana El Paseo, gracias a un estudio y selección de Yolanda Morató, nos presenta en tres tomos las crónicas (600) que el periodista escribió en el exilio. Primero en París, años 39 y 40 -con la inminencia de la llegada de Hitler- y luego en Londres, donde murió en 1944. En este primer tomo que nos ocupa se recogen trabajos parisinos. Es importante señalar que todos estos textos de esos cinco años se publican ahora por primera vez en España, donde eran desconocidos.

Chaves Nogales trabajó mucho. Era un estajanovista. Había días en los que publicaba hasta tres crónicas y artículos. Algunos los redactaba directamente para periódicos europeos o de hispanoamérica con los que tenía vínculos. Otros los distribuían agencias como Havas y veían la luz en innumerables cabeceras. También el autor aprovechaba algunos artículos para, cambiándolos mínimamente, o adaptándolos para el público de otra cabecera, volver a utilizarlos, de ahí lo dificultoso de establecer el número exacto. A esa dificultad se añade que algunas traducciones de esas crónicas pudieran ser tomadas como algo más que un mero trasvase a otra lengua, pudiendo considerarse diferentes en una u otra versión. Sea como fuere, estamos ante unas joyas. Ahora rescatadas.

Después de ejercer el periodismo en su Sevilla natal, de un breve paso por un periódico de Córdoba, Chaves Nogales fue redactor jefe de El Heraldo de Madrid y director del Ahora, periódico adicto al uso de la foto y el gran reportaje, progresista, azañista y radical defensor de la democracia. Contrario a los excesos. Durante toda esa carrera, y hasta que tuvo que salir de España porque lo hubieran fusilado tanto los ‘hunos’ como los otros, escribió relatos como A sangre y fuego, libros como La defensa de Madrid, El maestro Juan Martínez que estaba allí (un bailaor por Rusia), La caída de Francia o La Rusia de los zares.

Viajó mucho, entrevistó a Goebbels y a grandísimas personalidades, fue pionero en el uso del avión y escribió miles y miles de artículos. Su ya famoso andar, ver y contar. Cuando se establece en Francia nada escapa de su mirada. Estas crónicas son también una suerte de diario. Con entradas, artículos, costumbristas o políticos. Cómo se celebra la Nochebuena, cómo visten los parisinos, cómo celebraban las familias las grandes ocasiones, cómo es el peso del recuerdo de la Primera Guerra Mundial, qué ambiente hay en los cafés. Con una prosa ágil, periodística, aguda.

El 11 de mayo de 1940, con Italia entrando en la Guerra, anota: "La justicia inmanente da a los hombres una fuerza inmensa, incalculable, y esta frase se puede aplicar hoy al pueblo de París, que puede haber cometido sus pecados pero que ante el látigo de la injusticia reacciona con una violencia sobrehumana (...) Mussolini trae al pueblo francés el estimulante más fuerte contra la maldad". Hay admiración por Francia, no cabe duda, pese a que Chaves Nogales radiografiara con maestría esa ‘caída’ moral francesa frente a Hitler, que se les metió hasta la cocina con escasa resistencia. Inicial.

Para Chaves, la conflagración mundial, "es alentada por instintos tan primarios que no puede servir sino para la ruina del propio pueblo". Junto a estos artículos opinativos, están los reporteriles: "He salido a las afueras de París y he recorrido varios pueblos de la banlieu al Norte de París por donde ya se puede escuchar el clamor de los cañoneos que anuncian la guerra. La sensación que se tiene en estos pueblos es que la calma es impresionante. Evacuado todo lo prescindible, todo el mundo está en su puesto".

Ejecutada por los nazis la invasión de Polonia, el uno de septiembre del 39, Chaves escribe abundantemente sobre los planes de los teutones. Dice en febrero de 1940 en una crónica titulada Supera la crueldad nazi a los bárbaros: "La dominación hitleriana se asienta no en el sometimiento y explotación del vencido, no en la imposición de una ley más o menos dura, sino en el aniquilamiento total del adversario". Se trata de "extirparlo mecánicamente, suprimiendo a masa enormes de humanidad y reduciendo a esclavos a los supervivientes".

Y eso que el desastre no había hecho más que comenzar, pero él ya lo advierte proféticamente: "Los alemanes tienen en sus manos una organización política, unos campos de concentración y una vasta organización policiaca que ha proporcionado a los nacionalsocialistas un instrumento de dominación del mundo con el que hubiera soñado Gengis Khan". Pero claro: "El mundo y las gentes, ingenuas, se resisten a creerlo" y cuando se oye hablar de que han invadido Polonia lo que imaginan son escenas típicas de un Ejército victorioso entrando en una ciudad. Sin más males o dramatismos.

Pronto, Manuel Chaves Nogales, algo incrédulo y entre evacuados, se trasladaría a Londres. en la capital británica seguiría viendo y contando, caminando, recogiendo testimonios, escribiendo y tratando de reflejar la realidad y comprender la sinrazón. Hasta su último aliento. Contándonos el día a día de una época tan negra como apasionante.

Una polémica que daña a Chaves Nogales | Por Javier García Recio

La publicación por la editorial El Paseo del primer tomo de las crónicas de la Segunda Guerra Mundial del periodista Manuel Chaves Nogales, desconocidas hasta ahora en España y editadas por la profesora Yolanda Morató, una de las principales especialistas en la figura de Manuel Chaves, ha venido -y sigue- rodeada de polémica y perplejidad.

En los últimos años los adeptos a Chaves Nogales (un periodista cuya consideración profesional y humana ha ido creciendo a medida que hemos ido conociendo sus trabajos y crónicas en España y luego en Francia y Gran Bretaña) nos hemos beneficiado del buen trabajo profesional en común entre la profesora Yolanda Morató y los responsables de la editorial Renacimiento, especialmente su propietario Abelardo Linares, otro de los grandes expertos en la obra desconocida de Chaves Nogales.

Fruto de esta excelente colaboración, Abelardo Linares ha venido editando lo más significativo que Morató había escrito sobre Chaves; especialmente destacable fue la publicación, en 2023, de ‘Manuel Chaves Nogales. Los años perdidos (Londres, 1940-1944)’, un libro con hallazgos reveladores y desconocidos hasta entonces de la vida y la actividad profesional de Chaves Nogales en su exilio en Londres, sus artículos, su colaboración con el espionaje inglés, mostrando aspectos hasta entonces inéditos del periodista. En ese libro la propia Yolanda Morató escribía sobre la existencia de casi medio millar de artículos firmados por el periodista durante los años de guerra, para periódicos europeos y sudamericanos, cuya existencia era desconocida en España.

Cabe pensar que esa colaboración debía culminar en la publicación por Renacimiento de esos artículos y crónicas de Chaves, una vez catalogados y supervisados por Yolanda Morató.

La perplejidad y después la polémica surge cuando no es Renacimiento sino la editorial El Paseo la que publica esas crónicas (un primer tomo), de la mano de Yolanda Morató.

La verdad total sobre la ruptura entre Morató y Renacimiento nunca la sabremos al completo. Cada parte, como ocurre en estos casos, dice la parte de verdad que le interesa y se calla la más molesta. Conocemos que Yolanda Morató se sintió ninguneada y dolida por algunas declaraciones de Abelardo Linares sobre su trabajo y ella decidió romper. 

Luego, como ocurre también en estos casos, ha habido terceros que, de manera sospechosa e incluso miserable, no se han privado de terciar en la discusión y han contribuido a ensanchar la distancia entre las partes.

Vaya por delante que esto de escritores que rompen con su editorial para marcharse a otra es algo recurrente en el mundo literario. Se ve con naturalidad. Más aún, vaya por delante el buen hacer de El Paseo editorial en la publicación con todo derecho de estas crónicas de guerra de Chaves Nogales, que ya van por su segunda edición. Un trabajo profesional y hecho con discreción y su puntito de oportunismo, algo entendible. 

Aun así cabe preguntarse por el resultado final conseguido de haberse mantenido la colaboración entre esos dos grandes especialistas en Chaves Nogales, entre editorial Renacimiento y Yolanda Morató. Pero esto ya no tiene razón de ser y El Paseo editorial, con todo derecho, tras publicar este primer tomo, sacará en los próximos meses los tomos dos y tres de estos Diarios de la Segunda Guerra Mundial que completarán el conjunto de mas 600 piezas escritas entre 1939 y 1944, no publicadas hasta ahora en España.

Es gracias a estas crónicas y al trabajo anterior publicado por Yolanda Morató en Renacimiento que estamos empezando a conocer realmente la actividad personal y profesional de Chaves Nogales en lo que cabe a sus últimos años fuera de España, lo que está permitiendo darle al personaje una dimensión de excelencia profesional que hasta ahora no era posible. Queda por investigar y terminar la publicación de los artículos que aún queden pendientes; ello permitirá, en su momento, la publicación -ahora sí-de sus obras completas y queda una biografía rigurosa y completa del periodista que ilumine los años del exilio, ahora casi completamente desconocidos. Son trabajos que deberán abordarse en los próximos años para completar con rigor la dimensión humana y profesional de Chaves Nogales. Ahí, quién sabe, y si los daños no son irreparables, podrían volver a cruzarse en un mismo punto los caminos de los mejores conocedores de Chaves Nogales.

'Diarios de la Segunda Guerra Mundial. Inéditos. Tomo 1. Desde París'

 Autor: Manuel Chaves Nogales 

Editorial: El Paseo

Precio: 22,00 €

Páginas: 440