MÁS ALLÁ DEL 'COZY CRIME'
Richard Osman, rey de la comedia negra: “Por mucho mal que haya en el mundo, en mis novelas el bien siempre prevalece”
El escritor y humorista británico, autor de la exitosa serie ‘El club del crimen de los jueves’, estrena nueva saga con 'Resolvemos asesinatos'

Richard Osman, en una imagen promocional. / CEDIDA
No contento con haber roto la baraja del cozy crime y alrededores con los adorables y taimados ancianitos de El club del crimen de los jueves y ultimar un asalto por tierra, mar y Netflix con una adaptación producida por Steven Spielberg y protagonizada por, ahí es nada, Helen Mirren, Pierce Brosnan, Ben Kingsley y Celia Imrie, Richard Osman (1970) abre una nueva línea de investigación con Resolvemos asesinatos (Planeta; Columna en catalán), un millón de ejemplares vendidos en Reino Unido en apenas tres meses y una treintena de traducciones en camino.
Me encanta el 'nordic noir', pero a veces también está bien coger un libro que hable de seres humanos genuinos sin decapitaciones ni cuerpos en el congelador"
En esta ocasión, y mientras los superabuelos del Coopers Chase Retirement Village se toman un merecido descanso, Osman da la alternativa a una extraña, extrañísima, pareja formada por Steve Wheeler, un policía retirado de vida gozosamente aburrida, y su aventurera nuera Amy, ajetreada guardaespaldas de una novelista de éxito colosal. "Del mismo modo que Agatha Christe tenía a Hercules Poirot y a Miss Marple, pensé que sería muy divertido poder tener otros detectives”, explica el autor británico, superventas de la comedia negra y plusmarquista casi sin parangón gracias a esos 11 millones de lectores que acumula en todo el mundo desde que debutó en 2020.
“Cuando publiqué El club del crimen de los jueves, lo que estaba de moda era el nordic noir: no era sólo que hubiese un cadáver, sino que tenía que estar hecho pedazos, torturado y con sangre por todas partes”, recuerda Osman en un encuentro virtual con periodistas. "Yo quería hacer algo más cálido sin perder la autenticidad; quería humanizar y divertir. Me encanta el nordic noir, pero a veces también está bien coger un libro que hable de seres humanos genuinos sin decapitaciones ni cuerpos en el congelador”, añade.
No tan 'cozy'
En estos cinco años, Osman no solo se ha convertido en el rey de la comedia negra y en el autor más leído en decenas de países, como celebra su editorial, sino que también se ha coronado gracias a El jueves siguiente, El misterio de la bala perdida y El último en morir como monarca absoluto de la novela criminal más amable y acogedora. “En realidad, no creo que mis libros sean tan amables. Yo los definiría como divertidos”, matiza.
El humor, de hecho, es parte esencial de su escritura, también en Resolvemos asesinatos. “La gracia está en juntar personajes que no tienen nada que ver. A mí me hacen reír, y no deja de sorprenderme que en todo el mundo haya calado este humor, tan lleno de referencias británicas. Será que el humor es universal, sobre todo si sale del personaje”, teoriza. A veces, sin embargo, también hace falta un esfuerzo extra para facilitar la comprensión. “Las versiones chinas de mis novelas son el doble de largas porque están llenas de notas al pie”, desvela.
Lo bueno de toda la ficción, y la novela negra en especial, es que puede hacerte olvidar el mundo real durante un rato y resolver problemas que parecen irresolubles"
Misterio resuelto
Siguiendo los pasos de sus propios libros, publicados en más de 50 países, Osman globaliza la trama de Resolvemos asesinatos para embarcar a Amy y Steve en un alocado viaje a través de Londres, Cork, Dubái, Carolina del Sur o Santa Lucía. El chiste está en que Steve, como el propio Osman, odia viajar. “Yo soy Steve. Esa es la semilla del libro: enviar al extranjero a alguien que detesta volar”, explica.
Lo que no cambia, por más que el británico fantasee ahora con un thriller internacional de impacto, es el final cerrado y el misterio resuelto. "No puedes ser birtánico y que no te haya influido Agatha Christie. Todo lo que hacemos viene de ahí", subraya Osman justo antes de recomendar a Dorothy L. Sayers, coetánea de la autora de La casa torcida, y reivindicar la novela negra como antídoto ante la incertidumbre. "Lo bueno de toda la ficción, y la novela negra en especial, es que puede hacerte olvidar el mundo real durante un rato y resolver problemas que parecen irresolubles. Lees una novela negra y sabes que eso se va a resolver. Yo intento contar la verdad, pero también quiero que la gente se entretenga y pueda sentirse optimista. Por mucho mal que haya en el mundo, en mis novelas el bien siempre prevalece”, asegura.
Tampoco se olvida Osman de sus jubilados favoritos y, mientras espera a que Netflix estrene la adaptación de la primera novela y se ponga manos a la obra también con Resolvemos asesinatos, acaba de terminar la quinta entrega de la saga. “Ahora parece que estamos obsesionados con la juventud, pero a mí me encanta escribir sobre gente mayor. Son fabulosos, mucho más divertidos, y te dan más juego para escribir, ya que han tenido mucha más experiencia”, explica.
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