MADRID DESIGN FESTIVAL

¿Es arte? ¿Es diseño? Es Carabanchel, y abre los estudios de sus creadores este fin de semana

El popular barrio madrileño revalida su apuesta por el impulso creativo a través Open Studios, una iniciativa de Madrid Design Festival para acercar el trabajo de los diseñadores a los vecinos de la ciudad

Visita a un estudio de Carabanchel en la edición de Open Studios del año pasado.

Visita a un estudio de Carabanchel en la edición de Open Studios del año pasado. / Cedida

Madrid

Durante este fin de semana, las galerías y estudios de diseño de Carabanchel abrirán sus puertas para que vecinos, curiosos y profesionales puedan conocer mejor el trabajo que desarrollan los diseñadores de este popular barrio madrileño que, en los últimos años, se ha convertido en uno de los focos de creatividad más importantes de la ciudad. "Carabanchel es un epicentro claro del diseño de calidad hecho en Madrid y el hogar de numerosos creadores y diseñadores que están dando forma al futuro de los barrios", afirma Álvaro Matías, director del Madrid Design Festival, evento que, desde sus inicios, tuvo entre sus objetivos ser un "altavoz de esos barrios que están despuntando como auténticos centros de innovación y diseño".

Prueba de ese músculo creativo de Carabanchel es, por ejemplo, que el prestigioso Istituto Europeo de Diseño (IED) decidiera hace unos años abrir en el barrio una sede, a la cual acuden hoy creadores de todo el mundo para aprender y experimentar.

"Justo en 2025 celebramos una década de la llegada del IED al distrito de Carabanchel, que no a Madrid, donde llevamos 30 años en la sede de la Calle Flor Alta. En la más céntrica tenemos todo lo relacionado con diseño de moda, mientras que en la de Carabanchel está lo que tiene que ver con diseño de producto, con diseño gráfico y con arte visual. Además, tenemos el FabLab, que es un proyecto abierto a antiguos alumnos, artistas, diseñadores o personas del distrito para que hagan uso de nuestros equipos, que van desde talleres de serigrafía a grabado, pasando por impresoras 3D y otras técnicas digitales", recuerda Paloma Betancort, Communication Specialist del IED, escuela superior de artes creativas y diseño que lleva colaborando con el Festival desde que echase a andar ahora hace ya ocho años.

Una actividad en la sede del IED en Carabanchel.

'Membrana', un proyecto en torno al huevo que se puede ver en la sede del IED / Cedida

"Fuimos de los primeros en llegar a este núcleo del diseño que hay ahora en Carabanchel y, lo mismo que apostamos por el barrio, desde el primer momento apostamos por el festival y por Open Studios. Este año, por ejemplo, desde las 12 del mediodía hasta las seis de la tarde del sábado, mostraremos varios proyectos de las escuelas desarrollados por alumnos, que también estarán allí porque queremos que sean ellos mismos los que expliquen sus trabajos".

Además de un aperitivo acompañado de cerveza Patanel, cuya sede está en la calle Pedro Díaz, la misma que la del Istituto, aquellos que acudan el sábado a la cita del IED encontrarán seis propuestas que abarcan diferentes disciplinas: {"anchor-link":true}desde una instalación inmersiva sobre cómo las asociaciones vecinales crearon espacios verdes en el distrito de La Latina a un proyecto en torno al huevo, las granjas no industriales y la venta de este alimento por los barrios, pasando por un proyecto de moda que explora la identidad de género, el upcycling, la crítica o el duelo.

Interconexión

Además del IED, la propuesta de Open Studios para Carabanchel cuenta con la participación de diecisiete estudios de diseño y galerías de arte, entre los que se encuentran Origami Press, Buj Studio, El Presente Perfecto, Fun Furniture For Friends o Un lugar by Óscar Manrique.

"Como comisario, me interesan esos espacios intermedios en los que se desdibujan los límites entre lo que es arte y lo que es diseño. En el fondo, es también lo que me interesa en mi estudio, que tampoco es una galería de arte al uso ni mucho menos, porque lo que busco es que se puedan realizar proyectos de investigación en los que el mercado no esté tan presente, para que así los artistas tengan una libertad que normalmente no suelen tener en espacios más convencionales", explica Óscar Manrique que, con motivo de Open Studios, presenta en su espacio del número 19 de la calle Cañete, Juntura, una exposición que reflexiona sobre la relación entre la idea de urdimbre, tejido y hilo con los relatos y la narraciones.

Piezas de Marta Pascual, que se exhiben en 'Juntura'.

Piezas de Marta Pascual, que se exhiben en 'Juntura'. / Cedida

"El vocabulario que solemos emplear en relación a lo que es tejer nos remite a la idea de unión, de conexión, pero también puede hablarnos de un hilo de Twitter. Son esas relaciones las que nos permiten generar diálogos entre los artistas y sus piezas que, en el caso de Juntura, no aparecen de una manera individual o separada, sino que conviven, están mezcladas y, en algunos casos, están incluso desarrolladas por dos artistas a la vez", explica Manrique, que ha reunido en Junturas una serie de instalaciones creadas por Alejandra Domic, Alicia Martín López, Bárbara Long, Estefanía Martín Sáenz, Iria Martínez, Marta Pascual y Alejandra Gandía Blasco, en las que objetos de mobiliario conviven con obras textiles o diseños florales.

"En ocasiones las obras se hibridan mezclando varias disciplinas. Por ejemplo, hay piezas de metacrilato que parten de fotografías y que en realidad son estudios sobre la luz porque captan el atardecer de toda la costa española. También hay sofás intervenidos con diferentes telas que generan una especie de castillos que recuerdan a la arquitectura; hay lámparas, y hay mucho objeto, para transmitir esa idea de habitar el arte y concienciar de que el arte no es algo que tenga que estar colgado, sino algo con lo que se pueda convivir", comenta Óscar Manrique, que pondrá fin a Juntura con un concierto el domingo 2 de marzo a la hora del vermut.

Experiencia compartida

La música también estará presente en la propuesta de Tha House, un espacio situado en la Calle Antonio Lopez 58 que comenzó como taller de su directora, la pintora Martina Rodríguez Morán, y que ha terminado convirtiéndose en un lugar abierto al público que funciona también como galería y local para eventos.

"En lugar de cobrarles a los artistas por utilizar el espacio como taller, o que las exposiciones dependan de las ventas, decidimos complementar nuestra actividad con un local de eventos. Es decir, cedemos el espacio para diferentes empresas, marcas o colaboraciones puntuales porque, además de ser una forma de financiación, genera un conjunto de interacciones que amplifican nuestra actividad como artistas. De esta forma, he podido ver cómo se trabaja en una producción de cine, o cómo es el mundo de la moda, de las revistas o, recientemente, cómo ensayan unos bailarines o cómo una cantante calienta su voz antes de actuar", explica Rodríguez Morán, cuya propuesta para Open Studios, titulada Unique+Multiple, combina pintura, obra seriada, performance, danza y música.

Una actividad reciente en Tha House.

Una actividad reciente en Tha House. / Cristina Pontijas

"Soy arquitecta de formación, pintora de profesión y, luego, con Tha House, me he convertido un poco en galerista. El problema es que yo no formo parte de los artistas que represento, porque para mí sería un poco extraño incluirme en las mismas exposiciones que organizo. Por eso, Madrid Design Festival es el marco perfecto para mí. Los días de los Open Studios son la gran excusa o la gran oportunidad para mostrar el espacio y mi propia obra. En esta ocasión, hemos invitado a un estudio de serigrafía a hacer una exposición conjunta que se llama Unique + Multiple, porque enfrenta las piezas únicas, que serían mis pinturas, con lo múltiple, que serían sus serigrafías".

La coincidencia de estudios, galerías y profesionales de diferentes disciplinas artísticas en Carabanchel propicia que los creadores se conozcan y colaboren entre sí. Eso es justamente lo que sucedió con Martina Rodríguez Morán y los miembros de la compañía de danza La Joven, uno de cuyos miembros, el bailarín Chus Western, se enamoró del espacio de Tha House y pidió poder ensayar en él.

"Conectamos enseguida y, hace relativamente poco, vio uno de mis últimos cuadros y me dijo: 'Quiero hacer una pieza delante de este cuadro. Quiero usarlo, quiero mezclarme con él, quiero fluir ahí'. De esta forma, el sábado 1 de marzo a las 18 horas presentamos una performance de 15 minutos en la que la pintura y el baile dialogan, y en la que mis cuadros de gran formato se convierten de alguna forma en escenografía —apunta Martina Rodríguez Morán—. A todo eso se ha sumado que la pareja de Chus, Sara Riudavets, que es una magnífica cantante, se ha animado a actuar para la inauguración el viernes a las 19 horas. Como decía antes, son experiencias que a los artistas nos merecen mucho la pena porque nos nutren. El arte consiste en que la emoción te agarre. Si no trabajas de manera que tú tengas esa sensación, no vas a poder causar ese mismo efecto en los demás".