EXPOSICIONES

'La Asunción' del Greco, un hijo pródigo que regresa al Museo del Prado más de un siglo después

La obra, que forma parte de las colecciones del Art Institute de Chicago, se expone por primera vez desde 1830 junto a las ocho que se concibieron para el Monasterio de Santo Domingo el Antiguo de Toledo

'La Asunción' del Greco expuesto en la Galería Central del Museo del Prado.

'La Asunción' del Greco expuesto en la Galería Central del Museo del Prado. / MUSEO NACIONAL DEL PRADO

Madrid

El Greco regresaba de Italia cuando le encargaron dos de los trabajos más importantes de su carrera. Era el año 1577 y tenía que pintar El Expolio para la catedral de Toledo y los tres retablos del monasterio de Santo Domingo el Antiguo en la misma ciudad. Para el altar mayor del monasterio, el pintor realizó una estructura retablística que supuso una renovación del retablo castellano: se organizó alrededor de La Asunción, obra central a la que subordinaron ocho pinturas más y cuyos lienzos, hoy en día, se encuentran dispersos en diferentes lugares y colecciones.

El Museo Nacional del Prado reúne todas esas obras por primera vez desde 1830, con la excepción de una de ellas, en El Greco. Santo Domingo el Antiguo, exposición comisariada por Leticia Ruiz, jefa de colección de pintura española del Renacimiento del museo. En la presentación de la muestra este lunes, contaba que el Greco cambió esa idea del retablo reticular, que "hasta ese momento venía del arte del retablo en Castilla, y ofrece un retablo al estilo veneciano, con una gran tela central rodeada por diferentes cuadros que creaban una composición de nueve obras en total". El encargo lo terminó en 1579 y el resultado, según Ruiz, hubo de suscitar la admiración de quienes lo contemplaron: el Greco demostró ser un maestro audaz y solvente, que se manejaba con soltura en la composición de obras de gran formato repletas de reminiscencias italianas, tanto en la creación de los personajes como en el colorido empleado.

Reunidas por primera vez desde 1830

Tres pinturas permanecen en la iglesia para la que fueron concebidas, los dos santos Juanes y la Resurrección, y han sido cedidas al museo por parte de su comunidad religiosa. El resto de las obras comenzaron a dispersarse a partir de 1830. La primera en separarse del conjunto fue La Asunción. En la presentación de la muestra, la comisaria contaba que en agosto de 1830, el infante Sebastián Gabriel de Borbón compró el cuadro y, para su reemplazo, se encargó una copia realizada por Luis Ferrant (1806-1868) y Carlos Luis de Ribera (1815-1891). Tras la muerte del infante, su colección fue dividida entre sus herederos y La Asunción participaría en la primera exposición dedicada al Greco en el Prado en 1902, para, dos años después, ser vendida en una galería de París. Al final, fue adquirida por Nancy Atwood Sprague, quien la donó en 1906 al Art Institute de Chicago, a cuyos fondos pertenece desde entonces. “Más de 120 años más tarde, esta obra vuelve otra vez a nuestras salas, vuelve en cierto modo a su casa gracias al préstamo del Art Institute de Chicago”.

Ese mismo año saldrían también San Bernardo, San Benito y La Trinidad. La primera de ellas es la única de las obras que no regresa a la composición: al igual que La Asunción, también fue comprada por el infante de Borbón, y fue vendida en París en 1890 por el duque de Dúrcal, su hijo. A partir de entonces, pasó por varios propietarios hasta que fue depositada en la Nationalgalerie de Berlín en 1943. Al final de la Segunda Guerra Mundial, la obra fue confiscada como botín de guerra y actualmente se encuentra en Rusia como parte de la colección del Museo del Hermitage (San Petersburgo). Pese a su falta, no deja un hueco vacío, porque la sustituye una copia. "Lo que exponemos aquí es una recreación, pero hay que tener muy buen ojo para darse cuenta de que no es la obra original, la calidad es espectacular", aseguraba Ruiz.

San Benito pasó a formar parte de los fondos del Prado en 1872, al igual que ocurrió con La Trinidad, dos obras que ya han sido expuestas en diferentes ocasiones en la pinacoteca. Las demás pasaron a formar parte de colecciones privadas, también cedidas al museo para esta exhibición.

La exposición, según contaba su comisaria, estará acompañada por un ciclo de conferencias que comenzará el próximo miércoles 19 de febrero y de una serie de actividades educativas complementarias. Estará abierta a los visitantes desde el 18 de febrero hasta el 15 de junio, y no tendrán que esforzarse mucho para encontrarla: quien acceda a la Galería Central del museo por la Puerta de Goya no podrá quitar los ojos de La Asunción desde que empiece a hacer fila para pasar el control de seguridad de la pinacoteca, desde el cual ya se puede ver la inmensidad de la obra del Greco.