HISTORIA

El anillo maldito que está enterrado en la Catedral de la Almudena: "Cualquiera puede ir a verlo… si se atreve"

La condesa de Castiglione embrujó la sortija después de que Alfonso XII la rechazase y se casara con María de las Mercedes: acabó con cuatro mujeres más hasta que, en 1885, la reina María Cristina lo donó a la Virgen

El anillo que María Cristina donó a la Virgen de la Almudena.

El anillo que María Cristina donó a la Virgen de la Almudena. / MUSEO DE LA ALMUDENA

Pedro del Corral

Pedro del Corral

Madrid

Tenga cuidado. Si se acerca demasiado, podría salpicarle la maldición más cruenta de la historia de España. Lo mejor es observarlo de lejos, bien protegido. No vaya a ser que el anillo de la reina María de las Mercedes, esposa de Alfonso XII, el tatarabuelo de Felipe VI, acabe matándolo. Su cegadora belleza ha ocultado un sanguinario currículum que sólo cesó, por ahora, ojo, tras donarse a la Virgen de la Almudena. Desde 2007 puede visitarse en el Museo de la Catedral y, aunque ya no hay víctimas, sea precavido. Nadie sabe cuándo volverá a atacar.

“A finales del siglo XIX, comenzaron a circular rumores sobre una sortija de ópalo maldito propiedad de los Borbones. Estaba embrujado por Virginia Oldoini, la poderosa condesa de Castiglione, y podía causar la muerte de todo aquel que lo llevase. Si bien la leyenda ha sobrevivido hasta hoy, casi nadie sabe que tiene un origen real”, cuenta Ana Trigo, tasadora de arte y autora de Joyas malditas. Supuestamente, ella y Alfonso fueron amantes, pero él la abandonó al enamorarse de su prima María de las Mercedes. Despechada, decidió vengarse.

María de las Mercedes, reina consorte de España.

María de las Mercedes, reina consorte de España. / ARCHIVO

Según Trigo, usó sus artes oscuras para hechizar el aro: “A continuación, fingió una reconciliación amistosa y se lo regaló para que se lo entregara a su futura esposa. Al no sospechar nada, así lo hizo. A los años, murió”. Tras casarse, se quedó embarazada. Abortó al poco y su salud no hizo más empeorar. A la fiebre se sumaron hemorragias intestinales que la dejaron postrada en una cama. Retirada de la vida pública, se decía que María de las Mercedes tenía tifus. Le dieron la extremaunción el día que cumplía 18 y, a las 48 horas, falleció.

El maleficio de La Castiglione había surtido efecto, ahora tocaba reconquistar a Alfonso: “Es posible que se conocieran en 1874 ya que frecuentaban los mismos círculos, cuando la reina Isabel se instaló en París. Por aquel entonces, ella tenía 37 años y él 17. Era considerada una de las chicas más bellas del mundo, había sido espía y amante de varios reyes. Por lo que resulta difícil imaginarla interesada por un tímido príncipe y con un futuro incierto. De hecho, no existe ninguna evidencia de que hubiera una relación entre ellos”.

Cinco muerte más

Tampoco hay referencias sobre su conexión con la brujería. Quizá, dada la época, su belleza y autonomía hizo que se la asociara con ella. La joya pasó a María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, abuela del rey, quien murió dos meses más tarde. Al año siguiente, lo heredó María Cristina Francisca de Orléans, hermana de María de las Mercedes y candidata a ocupar el corazón de Alfonso. La tuberculosis se la llevó por delante. Y, meses después, María del Pilar Borbón y Borbón corrió igual suerte. Cuatro mujeres tuvieron que perder la vida para que el monarca decidiera no volver a regalarlo.

Alfonso XII junto a María Cristina, su segunda esposa.

Alfonso XII junto a María Cristina, su segunda esposa. / ARCHIVO

“El 29 de noviembre de 1885, cuatro días después de la muerte de Alfonso XII, la reina María Cristina, su segunda esposa, entregó la sortija a la Virgen de la Almudena. Antes la mandó bendecir. ¿Por qué tenía tanta prisa en deshacerse de ella? Según la inscripción de la cajita que la contiene, la relacionaba con el fallecimiento de quienes la poseían. ¿Pensaba que estaba maldita? Dicha donación parece ser la semilla de esta leyenda. En mi opinión, es el detalle definitivo de que, tal vez, hay algo de cierto en torno a su historia. Cualquiera puede verlo… si se atreve”, continúa Trigo.

Gran interés histórico

No obstante, no fue hasta 2007 cuando se incorporó al Museo de la Catedral. “Con la apertura se trasladaron aquellas piezas de valor artístico que no tenían un espacio de exposición en el templo. Con ello no sólo se garantizó su correcta conservación, sino que se cumplía el objetivo de acercar dichos objetos y su relato a los visitantes”, sostiene Almudena Díaz-Cordovés, técnico conservador de la galería. En su colección destacan los tapices con escenas del Antiguo y Nuevo Testamento, así como retratos de los obispos que han regido la diócesis desde 1885.

“El anillo se localiza en la primera estancia junto a otras reliquias que conforman el ajuar de Santa María de la Almudena en el módulo Coronación y donación. Aunque junto a la vitrina hay una cartela con sus datos, existen hojas de sala con información. Asimismo, para quienes deseen ampliar, están a la venta dos publicaciones más profundas”, concluye la experta. Respecto a su valor, es clara: “Posee más interés como obra histórica que de orfebrería. Es, por tanto, más adecuado destacar este aspecto”.