PREMIOS GOYA 2025

La madrileña Paula Palacios, nominada al Goya por 'Mi hermano Ali': "Hubo una ruptura con él y no pensaba hacer la película"

En el Foro Madrid por los Goya, la directora candidata a hacerse con el galardón ha profundizado sobre el rodaje de la película, en donde los viajes forzados, la supervivencia y el choque de sentimientos marcaron el día a día de Ali con la cámara

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La directora madrileña de 'Mi hermano Ali', Paula Palacios, nominada al Goya a Mejor Documental.

La directora madrileña de 'Mi hermano Ali', Paula Palacios, nominada al Goya a Mejor Documental. / EFE

"Nunca imagine estar 12 años haciendo esta película", aunque finalmente se mostraba más que orgullosa. "Tanto tiempo grabando y al final la película es un 5% de todo lo que vivido para darle forma", la paradoja del cine se ejemplifica a la perfección con Paula Palacios, una directora que a través de la gran pantalla envuelve al público y plasma una disyuntiva social compleja como la inmigración. El regalo, como ella menciona, "se lo llevó al encontrar la historia", pero el reconocimiento se lo puede llevar este próximo 8 de febrero, cuando una nueva edición de los premios Goya 2025 de su pistoletazo de salida.

El Foro Madrid por los Goya, organizado por la Comunidad de Madrid, reunía en una especie de entrevista conjunta a las tres mujeres nominadas al Goya al Mejor Documental: Cristina Trenas como productora de La Guitarra Flamenca de Yerái Cortés, Blanca Torres por Marisol, llámame Pepa, y por última Paula Palacios: "No quería hacer un documental más".

Mi hermano Ali habla sobre un joven de 14 años que tiene obligarse a salir de su país, Somalia, por la guerra. De ahí llega a un destino improbable, Ucrania, donde en medio de la incógnita que va a rebufo de su futuro, trata de ganarse la vida como puede como camionero. A partir de ahí, tiene la suerte de llegar a Estados Unidos, donde lejos de conseguir el 'sueño americano', la adaptación acaba pesando más de lo normal. Ali se ha movido en una circunstancia en el que "siempre ha primado sobrevivir, con gran sufrimiento detrás".

El encuentro entre Paula y Ali: "Me convenció de hacer un documental para sacarle del centro de detención"

Paula buscó la historia, pero Ali buscó la ayuda de Paula. Fue por ese mismo motivo de peso por el que la relación entre ambos pasó de ser un simple cruce de caminos a un "familiar": "Intentando entrar de forma irregular le detuvieron, fui allí cuando le di mi Facebook, y desde su acceso limitado nos pudimos hablar por teléfono".

Ali fue detenido en la frontera entre Ucrania y la UE, intentando agarrar su destino, pero ese mismo destino le tenía deparado un centro de detención, en donde "la historia se convirtió en una conexión personal". Paula recuerda el día: "Lo consideraba una 'cárcel' y me convenció de hacer un documental para sacarle de ahí".

El documental, desde ese punto, comenzó a crecer a pasos agigantados, y es que Paula admite que, en medio de los altibajos, la valentía en la aventura y el trasfondo social del largometraje, no quiso por "intuición" parar de grabar: "Había algo que me hizo pensar que no iba a acabar tan bien".

'Mi hermano Ali', nominada al Goya a Mejor Documental para este 2025.

'Mi hermano Ali', nominada al Goya a Mejor Documental para este 2025. / MORADA FILMS

Una crítica al pensamiento occidental, que estuvo a punto de no salir a la luz: "No se creía un héroe"

"La presión de seguir en el foco le hizo pedirme dinero por salir en el documental", confesaba la directora con desazón en el rostro. Una decisión que complicó la salida a la luz de la película, que corrió el riesgo de perder lo más importante: el vínculo entre directora y protagonista. "No se creía un héroe y no entendía por qué si todo había acabado quería seguir grabándole".

La "ruptura" terminó semanas después, cuando el documental estaba en un repositorio en el fondo del 'cajón', pero se acabó solucionando, y se solventó de la misma forma que empezó el contacto entre ambos: con el teléfono móvil: "Corte relación con él después de eso, y no pensaba hacer la película. Pero él me llama de nuevo, y al juntarnos pudo salir adelante desde la reconciliación en Doha durante la pandemia".

Paula termina su desarrollo del documental, en donde admite que "ha acabado siendo un personaje", aludiendo a una responsabilidad social con forma de crítica: "Es un pensamiento muy occidental, parece que los migrantes siempre nos tienen que estar agradecidos de por vida".